Jerjes Justiniano Talavera: «Tenemos que colgarnos del desarrollo brasileño»

Con poco más de 70 años el hombre se apresta a asumir por primera vez un cargo diplomático. “Seré la correa de transmisión”, dice con firmeza. El caso de Róger Pinto, las inversiones, el comercio, las denuncias de narcotráfico, son algunos de los temas críticos con Brasilia

imageCRUCEÑO. Jerjes Justiniano habló con EL DEBER en su oficina en Santa Cruz.



Cecilia Dorado, El Deber

– ¿Cuándo asume del todo su cargo de embajador de Bolivia en Brasil?

Tengo que cumplir todavía un trámite procedimental, pasar cursos en la Cancillería, ya lo hice la semana pasada junto a los otros dos embajadores (de México y de India), ahora me faltan sesiones con los ministros. Ellos tienen que darnos, por ejemplo, todo sobre hidrocarburos, para que sepamos qué tenemos que hacer. La Cancillería también nos tiene que dar a conocer todos los tratados y convenios bilaterales y multilaterales. Por ejemplo, ¿cuál es la oposición de Bolivia en Mercosur? No la conozco, entonces necesito esa información.

– ¿Qué perfil dará a su gestión?-

Es mucho honor para mí ser embajador del Estado y el pueblo boliviano ante el país más grande del continente, un Estado con el que Bolivia tiene fundamentales relaciones comerciales, además significa una posibilidad de una realización completa.

Quiero ser el puente, la vía para que los negocios y las relaciones estén bien encaminadas. Es el inicio de una experiencia totalmente diferente, porque no tiene que ver con la lucha política partidaria, con ejercer un cargo público o uno académico.

Voy a ser el embajador de cambas, collas y chapacos, de mestizos, indios, blancos, cobrizos, de todos, no voy a discriminar, nunca lo hice, menos ahora que tengo la responsabilidad de representar a una nación y no solo a un presidente.

– ¿Cómo ve la relación Bolivia-Brasil después de hechos como lo que pasó con Petrobras y la empresa OAS?-

Si la analizamos desde la perspectiva de que son dos estados soberanos, las relaciones están bien, al extremo que Brasil aceptó las decisiones y la realidad de Bolivia cuando se dio la nacionalización y cuando se dio lo de OAS.

Hay incidentes, no lo voy a negar, pero son cotidianos como en todas las relaciones.

Al embajador de México le decía: vos vas a tener más problemas que yo, porque en la frontera yo tengo la migración, pero vos tenés un problema de muertes y asesinatos violentos por el narcotráfico y los cárteles.

Nosotros tenemos problemas cotidianos (en la Aduana) cuando transita un camión con mercancía, el tema del narcotráfico también es un problema, por eso Bolivia ha firmado un convenio trilateral con Brasil y Estados Unidos.

– ¿Y se está cumpliendo?

-No lo sé, tengo que recibir esa información la próxima semana.

– ¿Pero le preocupa el tema?

– Claro, todos los días hay incidentes.

– Un reportaje de la revista brasileña Veja muestra a Bolivia como La República de la cocaína.

– El narcotráfico es una poderosa industria, es un instrumento que manipula información, entonces el narcotráfico hace todo lo posible por desprestigiar a los países.  Cuando usted quiere desarrollar políticas de control, de intervención, de confiscación de bienes, se encuentra con que el aparato económico que maneja (el narcotráfico) es poderoso. Por eso halla debilidad en los jueces, resulta que le están confiscando a un narcotraficante una casa de 4 o 5 millones de dólares y él está dispuesto a poner 1 millón a un juez ¿será que nuestros jueces podrán resistir un cañonazo de 1 millón de dólares de coima? Lo mismo ocurre en la frontera, corrompen policías.

De esa forma también hacen problemas que tienen que ver con denuncias internacionales, con los mecanismos necesarios para debilitar al gobierno.

– ¿Es una manipulación lo de Veja?

– La denuncia la hizo el senador Róger Pinto hace más de dos años y dice que entregó la información al presidente, pero él la tiene, ¿cómo la obtuvo la revista Veja?

– ¿La pasó Pinto?

– No lo sé, pero hay que deducir. Por qué la revista hace un titular tan agresivo hacia el país, está bien que se combata el narcotráfico, que se denuncie a los corruptos, pero ¿el Estado y los bolivianos tenemos la culpa? ¿qué porcentaje de Bolivia se dedica al narcotráfico, será el 1%?

– ¿Quién tiene la culpa?

El consumidor. Vivimos en una economía de mercado, hay un mercado de la droga inmenso en Europa y Estados Unidos, si no lo hubiese la droga no se desarrollaría con las características de ser un excelente negocio.

– ¿La droga es un excelente negocio en Bolivia?

Siempre ha sido… en todas partes del mundo. La droga que transita por Bolivia no es producida en un 100% por los bolivianos, somos territorio de tránsito de la droga peruana y colombiana que va hacia Brasil y los mercados de Europa. Entonces, no es verdad que somos el principal productor de cocaína para que merezcamos el título ‘Bolivia, la república de la cocaína’. A mí me ofende.

– Hay otro tema pendiente, la migración.

– Es necesario regular esto por convenios, la mejor forma de fijar a los bolivianos en su  territorio es dándoles posibilidades de trabajo, entonces una de las cosas en que vamos a insistir es en colgarnos del desarrollo brasileño.

– ¿Qué significa colgarse?

Ver la forma de cómo podemos desarrollarnos juntos, un pacto para crecer juntos. Podemos encontrar políticas adecuadas y convenientes para que capitales brasileños vengan a desarrollar nuestras industrias, pero en calidad de socios, no patrones como decía el presidente. Y esa es la filosofía, el mandato que tengo.

– ¿Bolivia es atractiva para las inversiones?

Hay materias primas, recursos muy apetecidos, minerales, gas, petróleo…

– Pero se critica la falta de seguridad jurídica…

– Eso es política, siempre se ha criticado en todos los gobiernos, a Goni se le criticó también, pese a que nadie mejor que él para entregar el país, lo quería regalar y aun así las empresas decían que no había seguridad jurídica. Las empresas son inversionistas que buscan lucro, he ahí la inteligencia de un Estado para diseñar una estrategia: queremos inversionistas que sean nuestros socios.

– Entonces ¿hay condiciones?

Hay condiciones, hay empresas que quieren venir, lo que no les gusta son las reglas del juego.

– ¿Fue un golpe duro para Petrobras el cambio de reglas?

– No creo, porque si no se hubiese ido. Le hemos disminuido las ganancias, de 18% ahora aportan el 62%, obviamente que a ningún empresario le gusta eso. Naturalmente que usted reniega… Todo el mundo dijo que Brasil estaba incómodo porque había problemas con el derecho del asilo a un señor (Róger Pinto), pero no se mueve nada.

– ¿Tampoco incide en nada?

Es intranscendente, es un fenómeno político. ¿Él es un preso político o un perseguido por la justicia? Hay que determinar eso. Por qué lo quieren perseguir, por qué hay un mandamiento de apremio.

– Hay bolivianos refugiados en Brasil y no quieren volver porque se sienten perseguidos.

– Yo estuve en el exilio siete años y sé cómo se maneja eso, también he sido parte de todo un tinglado para reclamar contra el Estado y pedir protección a las Naciones Unidas, pero es parte de la política. Es absolutamente político, son tácticas políticas, nadie los persigue, se han ido, ahora ¿con razón o sin razón? ¿cuántos se han ido porque no tenían trabajo? No lo sé, pero indudablemente es parte de una estrategia política, de una lucha por el poder, si la acción la confundimos con otro tipo de hechos, podemos cometer errores. Claro que es un incidente que hay que resolverlo ¿por dónde se lo hará? No lo sé, pero es una obligación buscar la solución. Yo voy a ser portavoz de la propuesta del Estado boliviano, voy a ser la correa de transmisión.

Perfil   

Político, exrector y abogado

Nació el 31 de julio de 1940. Es abogado, titulado en la Universidad Gabriel René Moreno, de la que también fue rector. Exrector de la Universidad Ecológica del Oriente. Miembro fundador del Partido Socialista, fue concejal y diputado nacional por Santa Cruz. Candidato a la Gobernación por el Movimiento Al Socialismo (MAS). El 11 de julio de este año fue designado embajador de Bolivia en Brasil, en remplazo de José Alberto Gonzales.