Analistas y políticos sugieren un cambio de timón en la institución que representa a los jóvenes. El director del Comité pro Santa Cruz, Víctor Hugo Velasco dice que "los supuestos unionistas violentos y racistas" ahora están en el MAS.
El MAS hirió de muerte a la Unión Juvenil
Opositores y cívicos respaldan la vigencia de la institución juvenil, y el MAS sugiere que cambie su espíritu ‘fascista y racista’.
EL DÍA, 30 de Septiembre, 2012
Ref. Fotografia: Los unionistas se aprestan a cumplir 55 años de vida institucional el próximo domingo 7 de octubre.
En vísperas de cumplir 55 años al lado del Comité pro Santa Cruz en las luchas por la reivindicación regional, la Unión Juvenil Cruceñista (UJC), herida de muerte por el Movimiento al Socialismo (MAS) en función de Gobierno, ahora pretende levantar cabeza y retomar sus caminos de gloria como los que recorrieron en la defensa de la regalías del 11%, en la descentralización y en los últimos años, por la Autonomía Departamental.
Aún vive con el estigma y cuestionamientos por la actitud de algunos de sus miembros en los paros y movilizaciones cívicas de arremeter contra ciudadanos llegados del interior del país.
Pero uno de los hitos que golpeó a la Unión Juvenil fue la toma de las instituciones en el 2008, la infiltración y el transfugio de algunos de sus muchachos que aparecieron levantando el puño izquierdo y con la polera del MAS.
Los violentos están en el MAS. El director del Comité pro Santa Cruz, Víctor Hugo Velasco, dijo que "los supuestos unionistas violentos y racistas" ahora están en el MAS.
"Ahora tenemos que esperar de la Unión, un nuevo rumbo, lejos de aquellos que se incrustaron para dañar la imagen y recuperar lo bueno de Santa Cruz", manifestó Velasco.
Indicó que así como los fundadores lucharon por la reivindicación regional, el desafío unionista es de cultivar liderazgos juveniles, promover campañas contra las drogas y tener mayor inclusión.
Está en su nivel más bajo. Mientras que el presidente de los Comités Cívicos Provinciales, Samuel Cruz, comentó que a raíz de los diferentes acontecimientos políticos del país, la UJC está en su nivel más bajo.
Indicó que si bien la dirigencia está trabajando en los barrios y las provincias pero es insuficiente, ya que se necesita tener mayor apoyo material para llegar a las filiales con mayor efectividad.
Pidió a los expresidentes unionistas respaldar a esta institución, para que recupere el protagonismo de hace años atrás.
Debe cambiar radicalmente. A tiempo de rechazar de que los "unionistas" violentos hayan pasado a su partido, el diputado masista Edwin Tupa, dijo que esta entidad juvenil debe cambiar radicalmente sus postulados.
"Durante años, esta institución tenía una visión fascista, racista y discriminadora y eso llevó casi a la sepultura a la Unión Juvenil y eso debe llevar a la reflexión", manifestó Tupa.
Aunque no es de la idea que la institución cívica desaparezca, pero debe manejarse bajo ideas socialistas y humanitarias pensando en el futuro de las nuevas generaciones.
Respaldo a los jóvenes. Por su parte, el presidente de la Brigada Parlamentaria Cruceña, Moisés Salces, es partidario de que la Unión Juvenil Cruceñista debe recibir el respado de las instituciones de Santa Cruz.
"Esta institución tiene una buena representación con Samuel Ruíz a la cabeza", dijo el diputado por Convergencia Nacional (CN).
Indicó que en el 2008 algunos dirigentes mal utilizaron la institución y ahora están en filas masistas que debilitaron su imagen.
El parlamentario opositor sugiere que se le debe poner el hombro, ya que fue creada con fines nobles que es la defensa de los intereses del pueblo cruceño.
Adaptarse a los nuevos tiempos. El cientista político Pablo Deheza considera que la institución juvenil cívica, tiene la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos que está viviendo el país.
Aseveró que ya es imposible que en la actualidad se siga manejando bajo los parámetros de su fundación en 1957.
Remarcó si no hay un golpe de timón, la UJC estará destinada a su desaparición.
Promover valores juveniles. Para el analista Jorge Landívar, lo que debe preocuparse la Unión Juvenil Cruceñista, es la preparación de nuevos liderazgos en el departamento.
"Esto implica también la necesidad de desarrollar actividades de difusión de la cultura cruceña y las luchas cívicas", comentó el experto en análisis de la realidad nacional. Recomendó a la dirigencia juvenil cívica de desarrollar estas actividades para crear una mística de lo cruceño que se está perdiendo. Dijo que es la única manera de cultivar jóvenes que tomen conciencia en la defensa de los intereses regionales.
Ya cumplió un ciclo. Según el periodista y analista Bismarck Kreidler, la UJC ya cumplió un ciclo importante en su vida institucional en la lucha por la dignidad de los cruceños. Resaltó que con la toma de las instituciones hace cuatro años, dejó muy mal parada a Santa Cruz en términos de objetivos. "La Unión debe representar a Santa Cruz y no en intereses sectoriales ni políticos, por lo que considero que debe existir un replanteo institucional", puntualizo Kreidler.
Debe cambiar de imagen. El defensor del Pueblo por Santa Cruz, Hernán Cabrera, sugiere que los unionistas deben cambiar la imagen de su institución para poder susbsistir. Cabrera aclaró que la UJC está en todo el derecho de acompañar las demandas cívicas, pero manejados con las armas de la democracia y que sea una instancia generadora de debate político en la juventud cruceña.
Entrevista: Samuel Ruiz, Pdte UJC
‘Nos acercamos a los barrios y colegios’
Inspirado en las luchas cívicas de Carlos Valverde Barbery, Gumercindo Coronado Zambrana y Jorge Roca Pereira, el actual presidente de la Unión Juvenil Cruceñista (UJC), Samuel Ruiz, dijo que la institución sigue vigente con 55 años de vida.
Ruiz quien accedió a una entrevista telefónica con El Día, aclaró que cuando asumió el máximo cargo de esa entidad se encontraba desmantelada y prácticamente muerta. El dirigente juvenil indicó que su directorio está trabajando para revertir el estigma del pasado y en la realidad actual, se encuentra en un proceso inclusivo en los barrios para captar mayor cantidad de afiliados.
P. ¿Cómo llega la Unión Juvenil Cruceñista en sus 55 años de vida institucional?
S.R.: Cumplimos este año con una reposición de fortalecimiento institucional, con nuevos liderazgos, que hoy van a definir mucho la participación de la juventud dentro de lo que significa el ámbito cívico y político de la región y de los intereses de Santa Cruz.
P. ¿Cómo has recibido la institución cívica que preside y cómo se encuentra en la actualidad?
S.R.: La recibí solamente con un nombre, pero sin estructura prácticamente muerta, sin ninguna credibilidad, fuera del marco institucional y del conducto regular.
Hemos ido cambiando de a poco esa visión de la Unión Juvenil Cruceñista (UJC) que tenía cuando el gobierno la destruyó.
En la actualidad no hay vándalos, pandilleros y menos gente de las barras de los equipos de fútbol y ociosas. Ahora la Unión proyecta liderazgo y fortalece el crecimiento de sus recursos humanos.
P. ¿Le afectó a la UJC que algunos de sus miembros fueran conquistados por el masismo?
S.R.: Hay que aclarar que no les afectó a los miembros activos de la UJC y que más bien ellos han logrado fortalecer la institución.
El Gobierno supo infiltrar a sus operadores para desprestigiar y desmembrar esta institución que es la fuerza viva de Santa Cruz.
Los verdaderos unionistas siempre están participando en temas de seguridad ciudadana, trabajando con las juntas vecinales y brindando charlas y talleres sobre liderazgo juvenil.
P. El gobierno ha creado varias organizaciones juveniles y desprestigiado a la UJC. ¿Cómo hacer frente a esta propaganda en contra de la institución?
S.R.: Trabajando y defendiendo los principios de Santa Cruz, su desarrollo e identidad cultural que siempre nos une.
El Gobierno puede crear miles de instituciones juveniles, pero ya nacen muertas, muy diferente a la UJC que nació a raíz de las luchas del 11% de las regalías petroleras. La Unión es una institución con valor democrático, es por eso que el gobierno central comenzó a golpear y atacar con el fin de debilitarla, pero seguimos vigentes.