Las Pussy Riot seguirán en la cárcel

PUSSYRIOT Maria Alyokhina, una de las componentes de grupo Pussy Riot que se encuentra en prisión, perdió una apelación para ser liberada y para que su sentencia fuera aplazada para poder cuidar de su hijo.

Alyokhina está cumpliendo una condena de dos años en una cárcel remota, una experiencia que ha dicho que parece sacada de una obra de Nikolai Gogol, Franz Kafka o George Orwell, por protestar contra el presidente Vladimir Putin en la principal catedral de Moscú.

Había pedido al tribunal ser liberada de la cárcel situada en la localidad de Berezniki, en los Montes Urales, 1.200 km al noroeste de Moscú, y permitirla continuar con la sentencia cuando su hijo fuera mayor.



"El tribunal ha fallado contra la concesión de la solicitud", dijo el juez tras una vista que se alargó hasta la tarde en el tribunal de la ciudad de Berezniki.

El tribunal consideró que la situación familiar de Alyokhina había sido tenida en cuenta apropiadamente durante el juicio.

Alyokhina y otras dos integrantes del grupo fueron acusadas de vandalismo por odio religioso por su "plegaria punk", que fue criticada por Putin y por la Iglesia ortodoxa rusa de formar parte de un ataque contra la principal religión del país.

Una de las tres fue liberada tras una apelación con condena en suspenso, pero Alyokhina y Nadezhda Tolokonnikova, de 23 años, llevan menos de la mitad de sus sentencias, que comenzaron a cumplir desde su arresto en marzo de 2012.

La vista en el tribunal se centró menos en el hijo de Alyokhina que en las reprimendas que recibió por parte de las autoridades penitenciarias.

Alyokhina dijo que fueron injustas, citando un caso en el que no pudo responder a la llamada a despertar a las 5:30 am, alegando que no pudo escuchar a la guardia golpear en la puerta metálica de su celda.

Reuters