Una página escondida de la vida de Eduardo Rozsa sale a la luz en Hungría. Según varios medios de ese país, Rozsa estuvo vinculado al escándalo que hizo tambalear al gobierno del ex comunista Ferenc Gyurcsány en el 2006, situación que lo puso en la mira de los servicios de inteligencia húngaros, lo que podría haber incidido en el trágico desenlace de su historia en Bolivia.
En el año citado se difundió un video donde el entonces primer ministro Gyurcsány le hablaba a altos mandos de su partido (el MSZP, integrado por antiguos comunistas reciclados como “socialistas”) en una reunión secreta, señalando que “mentimos día y noche”, “nosotros jodimos este país” y “no hicimos nada en cuatro años”.
A raíz de esto, se generó una ola de protestas populares y pedidos de dimisión que desgastaron al gobierno, conduciendo al triunfo del partido liberal Fidesz en los siguientes comicios.
De acuerdo con Zoltán Brady, editor en jefe de la revista Kapu, en la cual Rozsa escribía como periodista, fue el boliviano-húngaro quien obtuvo la grabación de manos de un político disconforme del MSZP y posteriormente la hizo llegar a diversos medios.
El sitio Hungarian Spectrum describe así el operativo: “Horas antes del lanzamiento de la grabación, el 17 de septiembre de 2006, alrededor de las 2 pm un hombre llegó en una motocicleta y le entregó un sobre a Balázs Weyer, el editor en jefe de Origo, y desapareció rápidamente. Weyer indicó más adelante que no pudo identificar al hombre. Otra copia se entregó, también por un motociclista, a Pedro Uj, el editor en jefe de Index”.
¿Era el propio Rozsa el motociclista?
En entrevista con el canal MTV, Zoltán Brady dialogó sobre el tema con la periodista Szilvia Krizsó:
“Zoltán Brady: Eduardo consiguió las pruebas.
Krizsó Szilvia: ¿Cómo?
ZB: Él las recibió.
KSZ: ¿De quién?
ZB: ¡No crees que te voy a decir eso!
KSZ: Por supuesto, lo hago.
ZB: De la dirección del MSZP”.
La mencionada web húngara afirma que, tras la filtración del video, la Oficina de Seguridad Nacional rastreó la fuga de información y “Rozsa-Flores fue puesto bajo vigilancia”.
“La Oficina de Seguridad Nacional incluso colocó a un agente encubierto en el círculo de Rozsa-Flores, pero antes de que esa persona lograra averiguar el nombre del político del MSZP que le pasó la copia de la grabación, Rozsa murió en Bolivia y su secreto con él”, agrega.
Coincide con esto el periódico Nepszabadsag, que en una nota titulada “Nombre de Rozsa-Flores en nuevo caso de vigilancia” también comenta el rastreo de los servicios secretos que condujo al boliviano-húngaro.
¿En qué medida los servicios de inteligencia de Hungría, bajo órdenes de los ex comunistas, influyeron en el destino final de Rozsa, cooperando con el régimen de Evo Morales?
La página oculta del caso Rozsa parece confirmar la necesidad ineludible de una investigación internacional, como única vía para el pleno esclarecimiento de la verdad sobre la masacre del Hotel Las Américas…