Detrás del caso Iturri: los medios del MAS

iturri-grimalt La polémica entre el periodista Ramón Grimalt y el jefe de prensa de ATB, Jimmy Iturri, puso al desnudo la estrategia de copamiento de medios privados del gobierno del MAS. Algo que previamente era un secreto a voces, pero que ahora aparece develado por completo.

En efecto, el problema del “sesgo político” evidenciado por Grimalt en Iturri trasciende al mero hecho de las opciones personales, ya que está relacionado con una práctica sistemática de la administración evista, que según el analista Humberto Vacaflor le ha permitido controlar el 60% de los medios de comunicación del país.

Al principio, esta expansión comunicacional del oficialismo se realizó a través de la multiplicación de medios públicos, como en el caso de las decenas de emisoras diseminadas por el territorio boliviano y conectadas a la red “Patria Nueva”.



Luego vino la compra de medios privados por parte de capitales ligados de manera más o menos discreta al régimen: se sabe de al menos un diario de circulación nacional y de dos grandes redes televisivas. Una de las cuales es la regenteada por Iturri, quien no pasa de ser un operador de esta estrategia de copamiento.

Por supuesto, los medios privados pro-oficialistas practican un periodismo algo más solapado que el burdamente propagandístico de los estatales, apostando quizás a la clase media y a los indecisos.

Este esquema se completa con el hostigamiento a los medios independientes, a los que se trata de inducir a la autocensura; y con la colaboración de “topos” incrustados en puestos estratégicos de importantes órganos de prensa.

El proyecto es el ocaso lento de la libre opinión y la paulatina uniformidad en torno a un “pensamiento único”, emanado del Palacio Quemado, de la Vicepresidencia o de algunas salas situacionales operadas por asesores cubanos y venezolanos…

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