El Presidente calcula que el crecimiento del PIB de Bolivia cerrará en un porcentaje mucho mayor en comparación a otros países de la región. Analistas dicen que las cifras son poco realistas.
Hay dudas sobre meta de crecimiento del 7%
PIB. Foto ilustrativa de internet.
Las previsiones de un crecimiento económico del 7 por ciento para el país, hasta fin de año, hechas ayer por el presidente Evo Morales, fueron puestas en duda por analistas económicos bolivianos.
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El Mandatario destacó también el crecimiento de 6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) registrado en el primer trimestre de este año y dijo que el Gobierno espera que las buenas cifras sean sostenibles.
Entre las razones por las que se cree que este crecimiento es pasajero y el 7 por ciento proyectado es muy ambicioso están: el endeudamiento interno y la falta de competitividad, según Oswaldo Gutiérrez, o la tendencia a la baja de los precios de las materias primas y la excesiva dependencia del país de los precios internacionales, según José Luis Evia, Roberto Laserna, Armando Méndez y Julio Alvarado.
Evia y Gutiérrez coincidieron en que los resultados económicos de un primer trimestre, sobre los que se basó Morales, no son un buen indicador anual.
La mañana de ayer, en conferencia de prensa, Morales destacó que el país tiene 14.284 millones de dólares en reservas internacionales y 12.800 millones de dólares en depósitos bancarios, a diferencia de los 3.600 millones de 2005. Calificó las cifras como un récord histórico y destacó que el país creciera a mayor ritmos que sus vecinos.
Para Méndez, expresidente del Banco Central de Bolivia (BCB), el crecimiento de 6 por ciento al primer trimestre de este año es alentador, pero según sus estimaciones, el PIB no sobrepasará el 5 por ciento, “que sigue siendo un gran indicador”.
En criterio del experto con comercio exterior, Julio Alvarado, Bolivia debería estar creciendo a un ritmo del 7 y 8 por ciento, debido a la cantidad de recursos económicos ingresan por los excelentes precios de las materias primas que se exportan.
“Yo no sé por qué se vanagloria el Gobierno de crecer a ese ritmo, si no tenemos ni estamos implementando políticas productivas que hagan que se incremente la riqueza en el país”, sostuvo para referir que, cada día, el país importa más alimentos y más carburantes.
Respecto a los pilares que sostienen el crecimiento económico de Bolivia, tanto Méndez como Alvarado dijeron que el buen momento económico que atraviesa Bolivia en los últimos años se debe a los buenos precios de las materias primas que exporta, “particularmente gas natural a altos precios y grandes volúmenes a Brasil y Argentina”.
Alvarado advirtió que “si mañana caen los precios de las materias primas, la tasa de crecimiento será de 2 a 3 por ciento”, por la excesiva dependencia de los precios internacionales.
Según Laserna, crecer 7 por ciento es posible, pero consideró que son cálculos muy optimistas considerando que la economía del país “depende de lo que sucede fuera” y añade que los problemas de abastecimiento interno, el mercado negro y la subvención a los hidrocarburos consumen buena parte de lo que el país percibe por exportarlos.
Para Gutiérrez, si bien la economía boliviana está entre las más satisfactorias a nivel internacional, el problema es el endeudamiento interno y la falta de competitividad a nivel internacional pues se sigue dependiendo del extractivismo y la exportación carece de valor agregado.
Evia señaló que el crecimiento del primer trimestre de 2013 es un efecto estadístico producto del incremento de las exportaciones de gas a Argentina ( a partir de septiembre), pero hacia el final del año, la comparación será con un trimestre con mayor venta de gas por lo que será difícil lograr un mayor margen de crecimiento.
Respecto al mayor ritmo de crecimiento con relación al de países vecinos, Laserna dijo que está relacionado con el tamaño de la economía pues, por ejemplo, la economía chilena es 10 veces mayor a la boliviana, entonces un crecimiento de 4,4 por ciento para Chile no se compara con el crecimiento de Bolivia, aunque éste sea mayor.
Añadió que lo importante es que el crecimiento sea sostenible y, para eso, debe estar basado en la capacidad productiva interna y no solamente en un contexto favorable de buenos precios internacionales.
Ciclo económico
El doctor en Economía, Oswaldo GUtiérrez, dijo que el ciclo económico favorable para Bolivia estaría llegando a su fin.
Explicó que, según estudios, los ciclos económicos en Bolivia tienen una duración de 8 a 11 años y se denominan periodos juglares.
De cumplirse la duración de los ciclos reguladores, el buen momento de la economía boliviana duraría unos 2 a 3 años más, puesto que el país ya vivió unos ocho años de bonanza.
Así, es de esperarse que el crecimiento económico sufra “un importante bajón” y que se contraiga la economía.