ALBA plantea zona económica común

Según expertos, el mensaje de la alianza es que funciona sin Chávez.

Los líderes de la ALBA, que reúne a países críticos de Washington, decidieron ayer crear una “poderosa zona económica” como alternativa al libre comercio, en su primera cumbre, tras la muerte de Hugo Chávez, celebrada en Guayaquil.

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Los presidentes Nicolás Maduro, Evo Morales y Rafael Correa, ayer en la cumbre de la ALBA en Guayaquil, Ecuador. Foto Afp.

Queremos “avanzar hacia una idea que es la constitución de una zona económica, nuestra, americana. Desde el ALBA le proponemos a Mercosur: vamos a constituirnos en una zona económica común, respetando las asimetrías”, afirmó el Presidente de Venezuela.

Constituido en 2004 por iniciativa del fallecido presidente Hugo Chávez y el líder cubano Fidel Castro, la ALBA reúne a nueve países presididos de Venezuela, Ecuador, Cuba y Bolivia, la mayoría críticos de Estados Unidos y los tratados de libre mercado.

La cumbre de ayer, la XII, es la primera de este organismo regional que se realizó tras la muerte de Chávez.

Venezuela también es socio pleno del Mercosur junto a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

Maduro dijo que la propuesta de una nueva integración económica también incluye a la Comunidad del Caribe (Caricom).

Les “proponemos constituirnos en una poderosa zona económica para poder articularnos en condición ventajosa con el mundo que se está configurando en estos tiempos”, agregó.

El líder venezolano insistió en la necesidad de constituir un “bloque de fuerzas en lo económico para resolver los problemas del desarrollo, de la industrialización, de la producción de alimentos, de la seguridad energética de toda nuestra región”.

La ALBA “está diciendo sí podemos hacerlo y vamos a hacerlo: la constitución de un poderoso eje de fuerzas para el desarrollo económico verdadero con un objetivo grande, gigante, que es declarar a nuestra región una zona libre de pobreza”, sostuvo.

La propuesta de una “zona económica”, lanzada en un intento de recobrar fuerza tras la muerte de Chávez, busca contrarrestar la influencia de la recién creada Alianza del Pacífico que integran Chile, Colombia, Perú y México, y que avanza hacia un área regional de libre comercio.

“Queremos mucho a Colombia, Perú, Chile, México, pero se enfrentan dos visiones del mundo: el neoliberalismo, el libre comercio, y aquellos que creemos en el socialismo, en garantía de derechos, en zonas libres pero no para el libre comercio sino libre de hambre, libre de pobreza”, sostuvo el mandatario de Ecuador, Rafael Correa.

Por “casualidades de la vida” —ironizó Correa— el documento final de la cumbre de ayer se llama “declaración de la ALBA desde el Pacífico”.

El presidente Evo Morales también alzó las banderas de la lucha contra el libre comercio representado, según él, en la Alianza del Pacífico.

“Venimos acá a expresarnos de manera conjunta contra esas políticas que seguramente, como siempre, son impulsadas desde el norte y algunos hermanos países intentan retomar”, sostuvo Morales en su discurso, en un encuentro posterior con movimientos sociales.

Contra el “imperio”

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, arremetió contra el “neocolonialismo” y pidió a los gobiernos latinoamericanos unidad para combatir un orden mundial que tachó de “injusto” e “inmoral”, en su discurso inaugural de la XII cumbre de la ALBA.

Subrayó la necesidad de defender a los pueblos ante estas manifestaciones de poder. Es necesario “evitar que nuestras democracias sean restringidas” y “mantener nuestras soberanías, que están en peligro con ese orden mundial inmoral”, señaló, quien consideró que el borrador de declaración final de la cumbre es “tremendamente tibio” ante estas amenazas.

Algunos apuntes sobre la cumbre

• Esta cumbre de Guayaquil surgió de la “necesidad de realzar una alianza que es bastante frágil” porque siempre estuvo atada al “personalismo de (Hugo) Chávez”, dijo a la AFP Andrés González, politólogo y profesor de Relaciones Exteriores de la Universidad San Francisco de Quito.

Los países miembros buscan “enviar un mensaje muy claro: la ALBA sí funciona y tiene un peso político”, agregó.

• Durante su discurso inaugural, el presidente ecuatoriano Rafael Correa criticó el espionaje internacional, los tratados de protección recíproca de inversiones, las transnacionales, los centros internacionales de arbitraje y la prensa “mala”, que calificó de “letal” para las democracias, al tiempo que cuestionó el papel de la Organización de Estados Americanos (OEA) y reclamó reformas en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH).

Los Tiempos y Agencias