Años luz

Karen ArauzKARENEl Papa Francisco se vino con todo. Desde su nombramiento a la cabeza de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, no ha dejado de sorprender por sus actitudes y la manifestación palpable de ser definitivamente, un cura diferente. La franqueza de su risa, va acompañada de una absoluta falta de acartonamiento, ése que por dos siglos caracterizó al Vaticano. Luego de Juan Pablo Segundo que dejó una estela de bondad y buena onda a lo ancho y largo del mundo, llegó Benedicto, quien no pudo jamás desprenderse de la imagen de su antecesor y a quien lo carismático le ha sido vetado, amén de que toda la pompa y suntuosidad casi insultante del Principado de la Iglesia, le sentaba a la perfección.La llegada del Cardenal latinoamericano, fue objeto de un sinfín de bromas y chistes por el renombrado súper ego de los argentinos, pero que ha servido para el comentario positivo de que no todos los porteños son iguales como se lee por ahí. Poseedor de una jovialidad y soltura muy latina, está sentando precedentes nunca antes vistos en términos de humildad, humanidad, sagacidad y cómo no, gran olfato político. Con él, nunca más claro que la Iglesia Católica es el partido político mas grande y el más influyente en la historia de la humanidad.En estos tiempos en los que el accionar político es utilizado en tono peyorativo -como si no todo estuviese relacionado con ella- al extremo de que se ha vuelto común tildar de «política» cualquier actividad concerniente a la vida y ciudadanía de un país, como si no todos fuéramos seres políticos en tanto nos interese todo lo concerniente a nuestra nación y nos animemos a expresarlo. En este país, como en algunos otros de los llamados neo-socialistas, política, sólo la pueden hacer los que detentan circunstancial y temporalmente el manejo del poder, pero ahí llega el político Papa Francisco, con su áspera relación con los Kirchner, que no ha sido secreto para nadie. Su posición contraria sobre las libertades restringidas por ese régimen a los ciudadanos argentinos, incluida la de expresión por supuesto, ha sido desde su sitio como Cardenal de Buenos Aires una constante tanto en homilías, entrevistas o cualquier medio para comunicarse que estuviere a su alcance. Uno de los rasgos más peronistas de los esposos Kirchner, ha sido su inocultable aversión hacia la Iglesia Católica y el peso que su palabra ha tenido siempre en las posiciones de ciertos gobiernos desde hace milenios. Se recuerda sin duda, la quema de Iglesias que fue el punto culminante del deteriorado estado de las relaciones entre ambos poderes en la Argentina de Perón a mediados de los cincuenta. Sin embargo, es bueno recordar que el proceso previo que llevó las cosas a esos extremos, fue algo bastante similar a lo que ha venido ocurriendo en Bolivia, en términos del distanciamiento entre ambos -indudables- factores de poder político. Se encomendaron al Poder Legislativo, las reformas para la declaratoria del Estado laico, empezando las hostilidades al prohibir la enseñanza religiosa en la escuelas y la inédita ausencia de los gobernantes a todos los actos litúrgicos en la Catedral Metropolitana. Por supuesto que Perón, como no podía ser de otra manera, dio la vuelta las cosas, y endosó los estragos a la oposición antiperonista.Este recordatorio es a propósito de la decisión de SE Evo Morales, de volar a Rio de Janeiro a presentar sus respetos al Santo Padre. Vimos a una Cristina conmovida y encantada con el par de zapatitos que Su Santidad le llevó desde Roma para el vástago de Maxi, el príncipe heredero de la los K, pero se podía sin embargo, leer en su expresión que nunca más cabal aquello de que en política, hay nomás que tragar sapos. Observar con atención a su vez las expresiones faciales de Morales, quien con ojos como platos por la inmensa cantidad de seguidores de Francisco, ansía demostrar que él también reúne multitudes, sin ninguna canonjía de por medio y que despierta los mismos sentimientos de admiración y respeto.Pero el político y diplomático Francisco, con la humildad de los verdaderos grandes y ayudado por la viveza de su nacionalidad, le lanzó a Evo Morales, una lisonja enorme: le dijo que lo admira y que ora por él. Bastó para que a pocas horas de lo acontecido, la tropa propagandística del gobierno con la preclara Ministra Dávila a un lado, estaban preparando un súper spot, con ambas figuras universales como centro de atención. Y en la próxima cumbre antiimperialista , pueden salir con la creación de una Iglesia Católica Apostólica Renovada del Estado Plurinacional. Es que ya no hay valor.La magnitud del tsunami -que la personalidad del Papa Francisco al parecer está provocando en las debilitadas huestes católicas-, aún está por verse, aunque los síntomas son que Francisco trajo no sólo un aire fresco a la vetusta institución religiosa, sino que con una maestría sin par, desliza de qué se trata exactamente el verdadero liderazgo. Y nada de ello es siquiera aproximado a lo que los soberbios gobernantes del siglo XXI con sus fanfarrias tan profusamente musicalizadas, se atreverían a soñar. Que el Papa cuenta con el concurso de Cristo contra el resto que sólo tienen a Fidel, es verdad. Pero como se dice popularmente, Dios los cría y ellos se juntan.