¿Cómo proteger un poco más nuestros datos ‘online’?

"¡Oh, esta web parece maja! A ver… voy a crearme una cuenta para curiosear un poco de qué va. Ah mira, para móvil y todo. Es de pago, va… por un euro no pasará nada. Que pesados con los formularios… ¡Buf! ¿Por qué me piden el número de móvil? Hala, descargando… ¡Listos!"

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Mientras, en algún lugar recóndito, alguien se frota las manos con esos datos personales entregados voluntaria y hasta alegremente. No pasaría nada si se quedaran sólo en los dominios de la empresa o servicios que hemos solicitado. Ahora bien, ¿qué harán realmente con ellos? ¿Quedarán cerrados a cal y canto en un creativo Excel? ¿Los perderán? ¿Los robarán? ¿Los pasarán a más empresas de su grupo? ¿Los venderán al mejor postor en un mercado secundario?



Y si no, ¿por qué todo el mundo recibe tanta basura en la carpeta ‘spam’? Sin duda, algo pasa con los datos personales de millones de usuarios y su mercadeo, para el beneficio de empresas o intereses de los gobiernos. Seguro que si la Agencia Nacional de Seguridad de EEUU llama a la puerta de casa, poco se puede hacer para esconder los datos personales. Sin embargo, es posible ponérselo más complicado. O bien uno se puede armar con filtros contra intrusos o contra empresas sedientas de nuestros datos personales.

En los pasillos del MIT hace tiempo que trabajan con la protección de datos personales en Internet. El fenómeno ha cobrado mucha relevancia, además, tras las revelaciones de Edward Snowden y la cucharada que metió el Gobierno estadounidense en los datos personales de los ciudadanos.

Uno de los últimos desarrollos que han despertado el interés del reputado instituto consiste en una herramienta ‘online’, llamada MaskMe, que permite al usuario esconder sus datos personales en cualquier gestión online.

Por ejemplo, si uno se de alta en un formulario que pide la cuenta de correo electrónico, ya no tiene por qué facilitarla. MaskMe crea un correo alias (del estilo [email protected]) que irá a parar a la empresa o servicio que he solicitado. Así, tendrá los datos del alias pero nunca los personales. La empresa se pensará que el usuario nuevo es el alias y nos dirá "Hola, [email protected]! Gracias por tu interés".

Además, toda comunicación que envíe la empresa o servicio solicitado llegará al correo personal pero siempre rebotada desde MaskMe. Dichos correos tendrán la confirmación de envío vía MaskMe y un enlace para borrarse del servicio en caso de que el cliente aburra con correos sucesivos.

Por último, MaskMe incluye un panel de control con todos los servicios a los que uno se haya dado de alta y permite darse de baja desde la herramienta.

Se da el caso que MaskMe asigna un alias distinto para cada una de los servicios o productos solicitados. Esto es muy útil a la hora de saber qué empresas han vendido los datos a terceras personas, puesto que podemos reconocer qué mensajes de Spam se envían con un alias u otro.

MaskMe es una extensión gratuita para Chrome o Firefox y únicamente se activa  al navegar por un formulario. La herramienta es gratuita para alias de correo electrónico. Por 5 dólares al mes se puede acceder a la misma mecánica para compras ‘online’ -de modo que oculta el número treal de la tarjeta de crédito- o con números de teléfono alias. Asimismo, MaskMe existe como aplicación móvil para Android y iOS.

Desde el Blog de Abine,  la compañía creadora de MaskMe sentencian: "Las empresas quieren conocer desesperadamente nuestro yo real para sacar tajada. ¿Pero porqué darles a conocer nuestros datos? Si das a conocer tu verdadera información online, no hay beneficio alguno para ti, usuario". Además, aseguran que trabajan para "trasladar el poder de la Red hacia el usuario que es a quien le debe pertenecer".

Fuente: http://www.elmundo.es