Fernando Llorente, contra la maldición italiana

En un notable italiano, vestido con traje de chaqueta y sonrisa de anuncio se presentó Fernando Llorente en la Juventus, dispuesto a volver a la primera línea del fútbol después de un año para olvidar en el Athletic. Triunfar en Italia parece un desafío mayúsculo a la vista de los españoles que han fracasado allí en los últimos cuarenta años, desde Martín Vázquez a Bojan. Llorente contra todo.

Acostumbrado el fútbol español a exportar talento en los últimos años, especialmente a raíz de los éxitos de una selección que no ha podido cerrar un ciclo mágico en la Copa Confederaciones, Llorente enfila el mayor reto de su carrera deportiva. Conquistada la Premier League por los Fernando Torres, Cesc y Juan Mata, invadida también la Bundesliga con un excelente Javi Martínez, el «calcio» parece la última barrera para los futbolistas españoles. Nadie ha triunfado allí desde los sesenta. Tan cerca y, sin embargo, tan lejos.

Los dorados sesenta

Aunque ahora se describa como un jardín prohibido, Italia fue a principios de los sesenta un oasis para unos pocos futbolistas españoles, los más intrépidos, que se atrevieron a dar el salto para jugar en un campeonato tremendamente exigente. Uno de los primeros fue Juan Santisteban, en parte responsable de los actuales éxitos de la selección por su trabajo en la Federación, que pasó dos temporadas en el Venecia.



La historia de Santisteban, de todas formas, parece menor comparada a la de tres mitos como Luis Suárez, Joaquín Peiró y Luis del Sol. El primero es hoy en día secretario técnico del Inter de Milán, que le valora como uno de los mejores jugadores de su historia. Bautizado por Di Stéfano como «el arquitecto», Luis Suárez conquistó Italia con su enorme visión de fútbol que guió al a enlazar dos Copas de Europa al Inter de Helenio Herrera en el que aterrizó poco después Joaquín Peiró, el «galgo del Metropolitano», leyenda del Atlético de Madrid.

Luis del Sol también triunfó durante los sesenta, pero lo hizo en la acera rival, la de la Juventus de Turín a la que ahora llega Fernando Llorente. Jugó casi 300 partidos oficiales con la camiseta «bianconera» para marcar 29 goles y hasta ahora figura como el único español en debutar con la «Vecchia Signora» de Italia. Lastrado por el gran Inter de los sesenta, solo pudo conquistar un campeonato de liga, pero su excelente fútbol le elevó en Turín hasta el punto de ser incluido entre las 50 estrellas de la historia de la Juventus que ahora adornan el remozado estadio del club.

Un largo historial de fracasos

El siguiente desembarco español en el fútbol italiano llegó a finales de los ochenta. Jugadores de clase media como Ricardo Gallego oVíctor Muñoz que cumplieron, pero no llegaron a despuntar como sus antecesores. A principios ya de los noventa aterrizó en Italia con el cartel de estrella Rafael Martín Vázquez al no acordar su renovación con el Real Madrid después de un brillante Mundial en el país de la pasta. La aventura en el Torino resultó un tormento para Martín Vázquez, que salió por la puerta de atrás después de dos temporadas para probar suerte en Francia.

En los últimos veinte años se han sucedido las decepciones españolas en Italia. En la Lazio jamás rindieron ni Iván de la Peña ni Gaizka Mendieta, en su momento el fichaje español más caro de la historia, como tampoco lo hizo Guillermo Amor en la Fiorentina. El «calcio», siempre exigente en el plano físico, se atragantaba a jugadores de todo tipo, desde hombres más defensivos como Iván Helguera, mediocre en la Roma, hasta José Mari y Javi Moreno, que fracasaron en el Milán.

De la lista tampoco se salva Pep Guardiola, que sí llegó a funcionar en el Brescia antes de recalar en la Roma. Allí, relegado al banquillo por Fabio Capello, apenas aguantó unos meses hasta regresar en el mercado de invierno a un Brescia repleto de talento con Roberto Baggio, Andrea Pirlo y Luca Toni que consiguió eludir el descenso.

Un examen para Llorente

La maldición se ha prolongado en los últimos años, a pesar de que Italia se ha convertido en un destino muy menor para los españoles, más seducidos por jugar en un fútbol inglés más moderno, más ofensivo y, sobre todo, más pudiente. Discretas han sido recientemente las actuaciones de Javi de Pedro (Perugia), Portillo (Fiorentina),Tristán (Livorno), Alberto Zapater (Génova),Javier Garrido(Lazio), Víctor Ruiz (Nápoles) o el joven Iago Falqué, que no llegó a debutar en la Juventus. Pero todavía más destaca en el lado negativo el caso de Bojan Krkic, que dejó el Barça para acabar diluido entre Roma y Milán.

El presente español en Italia pasa por Borja Valero, cuyo talento sí que ha asomado como titular esta temporada en una interesante Fiorentina. El futuro corre por cuenta de Pedro Obiang, de ascendencia ecuatoguineana, que a sus 21 años progresa paso a paso en la Sampdoria y del propio Fernando Llorente, dispuesto a romper la barrera italiana para volver a triunfar y jugar el Mundial de Brasil 2014.

Fuente: ATB.

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