¿Quién le cree a Qananchiri?

QLa crisis diplomática con Brasil, al rojo vivo por las violaciones a la inmunidad de aviones oficiales de ese país y por la negativa del gobierno boliviano a respetar el asilo al senador Roger Pinto dado por la administración de Dilma Rousseff, ha tenido en los últimos días tres efectos fundamentales:1)El lanzamiento del debate sobre el aborto a manera de “cortina de humo”, para distraer a la ciudadanía de la crisis que estaba afectando seriamente la credibilidad del gobierno, al revelarse sus prácticas de desinformación.2)La huida de Evo Morales al Ecuador para sacarlo de escena y evitarle un mayor desgaste personal.3)La salida a la palestra mediática del vicepresidente Álvaro García Linera (“Qananchiri” por su alias en el terrorista EGTK), con su habitual artillería de insultos y descalificaciones. Respecto a esto último, el vice dijo sin sonrojarse que “Pinto puede salir de la embajada y no le va a pasar nada”, afirmación nada creíble viniendo de un gobierno que se jacta de sus “trampitas” y “maniobras envolventes”.Cabe recordar que el tema de fondo en la persecución al senador mencionado, y que dio lugar a la concesión de asilo por parte de Brasilia, es su denuncia sobre los presuntos vínculos de altos mandos del régimen evista con el narcotráfico.En ese contexto, ¿puede darse crédito a la aseveración de que “no le va a pasar nada? ¿Por qué mejor no empezar por librar el salvoconducto correspondiente, como obligan el derecho internacional y el acuerdo sobre el asilo del Mercosur (firmado por el propio Morales)?¿Quién le cree a [email protected]