Tipnis. Evo ordenó infiltración a marcha indígena; una policía participó en ‘secuestro’ al canciller

Evidencias. Documentación y video comprometen a mujer policía vinculada a inteligencia. La imagen de la cabo Angélica Cáceres Quispe aparece en la grabación de la retención del canciller en Chaparina el 24 de septiembre de 2011. Se montó un plan, denuncia Waldo Albarracín.

Horas antes de conocerse ayer la orden de aprehensión de los dirigentes indígenas Adolfo Chávez, Fernando Vargas y Pedro Nuni, el exdefensor del Pueblo Waldo Albarracín  mostró evidencias de la infiltración de una policía en  la octava marcha indígena de defensa del Tipnis. Un video y memorándums del Ministerio de Gobierno comprometen a una agente en la activación de la violencia que afectó a David Choquehuanca en Chaparina. (El Deber).

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De blusa amarilla, con el cabello teñido y gafas, allí ubican a la policía Cáceres en medio del forcejeo (Foto izq, El Deber) A la derecha el Canciller en medio de las mujeres indígenas ( Foto El Diario).

Desvelan infiltración a marcha indígena

Una policía se infiltró en el ‘secuestro’ al canciller.

DENUNCIA DEL MOVIMIENTO INDÍGENA. Documentos revelan la infiltración de una oficial en la octava marcha indígena. Luego, la cabo fue felicitada por la Policía. El ministro Romero dijo que no le interesa hablar sobre el tema

EL DEBER, Bolivia

Un grupo de activistas que defienden el Tipnis denunció que el Gobierno infiltró a una policía en la octava marcha indígena. La uniformada, según los denunciantes, participó del supuesto secuestro al canciller David Choquehuanca, el 24 de septiembre de 2011. Después de esa labor, la oficial recibió un memorando de felicitación.

Según el abogado Waldo Albarracín, la cabo Angélica C. se infiltró en la columna indígena el 21 de septiembre de 2011 y fue quien agredió al canciller. El jurista, asesor de dirigentes que defienden el territorio indígena, mostró videos y fotografías en las que se ve a la policía —vestida con polera amarilla y pantalón rosado— forcejear entre la multitud para llegar al cuerpo del ministro de Exteriores.   

“La idea era responsabilizar a los indígenas del secuestro al canciller Choquehuanca. El Gobierno introdujo sus agentes de inteligencia para montar un falso escenario”, denunció Albarracín.

Documentos contundentes

Cuatro días antes del incidente con el canciller, la cabo Angélica C. fue instruida a viajar a Chaparina por el entonces comandante de Inteligencia, coronel Víctor Maldonado. Esta exautoridad policial tenía ayer su móvil desactivado

Según la documentación a la que accedió EL DEBER, son tres los ejes clave que demuestran la infiltración de la oficial.

El primero, la cabo se infiltró en la marcha con una credencial universitaria. Aprovechó que disidentes del MAS se incorporaron a la columna.

Una segunda base revela que la policía ingresó al departamento de Inteligencia el 14 de septiembre de 2011.

Por último, el 29 de septiembre de 2011, cuatro días después de la represión a indígenas, la cabo recibió un memorando de felicitación por la “eficiente labor” desempeñada en Chaparina.

El documento lo firma el mayor José Pacheco, director del Centro Especial de Seguridad del Estado (CESE), dependiente de Inteligencia.

La versión del Ejecutivo

En contacto con EL DEBER, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, afirmó que desconoce el tema. Al insistir sobre un pronunciamiento al respecto, la autoridad respondió: “No me interesa opinar este tema”.

En esa línea, el viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez, pidió a los denunciantes presentar los videos y fotografías a la Fiscalía para que sean introducidos en el proceso de investigación. “Desconozco esa información, en esa época no estaba a cargo del Viceministerio”, respondió la autoridad estatal a este medio.

También, una fuente de la Policía señaló que el tema estaba en análisis, sin embargo, justificó que el hecho no ocurrió en la gestión del actual comandante Alberto Aracena.

El sábado 24 de septiembre de 2011, luego de las 10.30, Choquehuanca —que se encontraba en Chaparina para mediar entre marchistas y colonizadores— fue rodeado por un grupo de mujeres que le reclamó por qué no atendía sus demandas.

Los detalles  

Darán pruebas a la Fiscalía

La activista de Derechos Humanos Olga Flores anunció que presentará estas “pruebas” al Ministerio Público. 

Curso de especialización

La cabo Angélica C., en febrero de 2011 ingresó a un curso de especialización en la Universidad Policial.

El seudónimo de la policía

La oficial cuestionada tiene el seudónimo de ‘Melani’, según un expediente de filiación al departamento de Inteligencia.

Trabajó como patrullera

Antes de ingresar al departamento de Inteligencia, Angélica C. trabajó en la Policía Comunitaria como “patrullera”.

Indígenas apuntan a Villegas por la revelación de complot

Tras el acercamiento entre Chávez y el exdirector de Régimen Interior, salen a relucir papeles que sustentan que hubo un operativo contra de la octava marcha.

image El entonces agente del Gobierno Boris Villegas estrecha la mano de Choquehuanca en Chaparina.

EL DEBER, Santa Cruz

Han pasado seis días desde que el dirigente originario Adolfo Chávez se acercó a Palmasola en busca de contacto con Boris Villegas y Fernando Rivera, exfuncionarios del Ministerio de Gobierno detenidos en Palmasola, con el objetivo de esclarecer la represión a la octava marcha indígena. En ese interín, ayer, se han revelado documentos que apuntan a que el ‘secuestro’ del canciller David Choquehuanca, en septiembre de 2011, fue montado por agentes de la Policía. Chávez y la exdirigente de juventudes de la Cidob Isabel García Ipamo apuntan a Villegas por las revelaciones ocurridas.

“Villegas, que era entonces director de Régimen Interior, y el doctor Rivera, que era asesor jurídico del Ministerio de Gobierno, nos han dicho que iban a revelar los detalles sobre la intervención de Chaparina”, aseguró Chávez. “Villegas estuvo en Chaparina, era de confianza del Gobierno y nos sacaba fotos, así que bien pudo ser él quien ha revelado todo. Eso es bueno”, señaló García, que estuvo entre el grupo de mujeres indígenas que el 24 de septiembre de 2011 encorchetaron al canciller Choquehuanca, rompieron el escudo policial en Chaparina y avanzaron. Sobre el tema, el Gobierno y el Comando de la Policía han preferido guardar silencio.

Buscan a la oficial infiltrada

Tras el incidente con el canciller, abogados de los ministerios de Gobierno y de Justicia presentaron una denuncia al Ministerio Público por ‘secuestro’, en el que involucraban a mujeres de la octava marcha. Al día siguiente, el 25 de septiembre, vino la represión. De acuerdo con la documentación y fotos presentadas por los abogados de los indígenas, la cabo Angélica Dayana Cáceres Quispe, agente de Inteligencia policial, se infiltró entre los marchistas y estuvo entre las mujeres que rodearon al canciller Choquehuanca.

García, que estuvo en el lugar, al revisar las fotografías en las que aparece Cáceres, confirma que esa mujer es ajena a los originarios y dice que pudo haberse mimetizado como ‘activista’ llegada de La Paz. “En el movimiento indígena todos nos conocemos y ella es ajena a la marcha”. Faltan dos meses para que se cumplan dos años de la represión y surgen nuevos detalles

Claves

1  El 24 de septiembre de 2011, el Gobierno denuncia secuestro del canciller.

2  Ese mismo día, abogados del Gobierno piden intervención. El 25 se da la refriega.

Fiscal dicta arresto contra originarios

La Fiscalía de Beni dictó ayer una orden de aprehensión en contra de los tres dirigentes indígenas opositores al Gobierno, Fernando Vargas, Adolfo Chávez y Pedro Nuni, acusados por el conflicto ocurrido el 20 de junio en San Pablo del Isiboro, donde se castigó y expulsó al dirigente del Conisur, Gumercindo Pradel.

La querella la presentó la dirigente Melva Hurtado, afín a Pradel. Ayer, en un encuentro en Santa Cruz, los originarios aliados al Gobierno se reunieron con el ministro Juan Ramón Quintana y pidieron que se amplíe la querella en contra del gobernador de Beni, Carmelo Lens. Chávez y Nuni apelaron la orden de apremio y se acogen al derecho de usos y costumbres indígenas. Por su lado, el fotorreportero Samy Schwartz se declaró perseguido judicial ante la ANP.

“Todo cuadra; el Gobierno pudo infiltrar a sus policías”

Isabel García Ipamo | Testigo y ex dirigente indígena 

Isabel García es chiquitana y fue dirigente de juventudes de la Cidob durante la octava marcha indígena. Ella estuvo entre el grupo de mujeres que encorchetó al canciller en Chaparina y confirma que la mujer denunciada como policía infiltrada es ajena a los indígenas. ¿Identifica a la mujer que aparece en las fotografías como agente de Inteligencia infiltrada?

A esa señora no la reconozco. Hay algo raro, en el movimiento indígena todos nos conocemos y le puedo asegurar que la mujer que aparece en las fotos es ajena a nosotros. Quizás se ‘escabulló’ ese día entre los ‘activistas’ que llegaban de La Paz. Luego no la vi en la marcha.

Waldo Albarracín, abogado de los indígenas, ha denunciado que se trata de la cabo Cáceres y que todo fue armado, ¿qué opina?

Viendo las injusticias, la represión, los ataques que ha recibido el movimiento indígena, con los datos revelados todo cuadra. El Gobierno pudo haber infiltrado a sus policías, pudo armar el complot. Estábamos nerviosas, la Policía no nos dejaba pasar en Chaparina, así que pudo ser.

Hay documentos, ¿quién cree que filtró esos papeles?

Boris Villegas nos seguía en esa época, estuvo en Chaparina. Yo lo vi varias veces, él nos filmaba y nos sacaba fotos con unos policías. Él era hombre del Gobierno y tenía su confianza, así que bien pudo ser él quien ha revelado todo. Eso me parece bueno porque así se puede empezar a esclarecer quiénes ordenaron que nos peguen y detengan en Chaparina. Si los documentos los ha revelado Villegas, creo que son pruebas contundentes. Yo solo quiero que nos hagan justicia

Choquehuanca fue obligado a marchar

Los incidentes comenzaron cerca de las 10:30 del 24 de septiembre de 2011, después de una reunión de al menos una hora en la que David Choquehuanca propuso a los indígenas abrir un espacio de diálogo con los colonizadores, quienes bloqueaban a la marcha en Yucumo, Beni, para salvar diferencias y viabilizar un encuentro. 

Cuando el canciller se disponía a trasladarse a Yucumo para informar las conclusiones de la reunión con los marchistas, fue rodeado por un grupo de mujeres que le reclamó de por qué no atiende sus demandas.

La autoridad relató el hecho. Contó que el grupo de indígenas lo agarró del cuello y jalaron su polera. Luego, dijo, lo obligaron a marchar.

La intención era romper el cerco policial que dividía a colonos de marchistas. Se logró el objetivo. Es por eso que mientras el canciller marchaba se comunicó con el entonces ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, para que ordene despejar la zona. Ese contacto lo hizo a través del teléfono del dirigente Fernando Vargas.

Luego de cinco kilómetros de marcha, se decidió dejar ir al canciller.