“Una cárcel debe ser centro de rehabilitación, no de negocios»

Hay corrupción en las 52 cárceles de Bolivia, afirma Ramiro Llanos, Director General de Régimen Penitenciario. Se desempeña también como docente en derecho carcelario, en la Universidad Mayor de San Andrés. Ha propuesto el cambio en el sistema penitenciario.

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“Una cárcel debe ser centro de rehabilitación, no de negocios". Foto La Prensa.



"Debemos hacer de las cárceles lugares de trabajo lícito, mejorar la vida, de reflexión, arrepentimiento, de redención y no donde se busca el dinero, los ‘whasingtones’ que desvirtúan la vida para cometer irregularidades”, es el concepto de Ramiro Llanos, director general de penitenciarias  que ha iniciado una reingeniería en los centros carcelarios

¿Es difícil la administración de las cárceles del país?

Sí, pero ahora estamos cosechando lo que hemos sembrado hace cinco años. Yo conozco el sistema porque desde niño estuve detrás de esas paredes acompañando a mi padre, que era un preso político, y realizando voluntariados. Conozco San Pedro y otros recintos desde 1970. Había otra cárcel en el Parlamento, lo que es hoy la Gobernación y en el Ministerio de Gobierno.

Pero hay gente, privados de libertad y otros, que no quiere que esto cambie. Pero es más fuerte nuestra convicción de trabajo y sacrificio para vencer todos los obstáculos.

Sin embargo, estos cambios le han creado anticuerpos entre algunos internos…

No creo. Continuó caminado por las calles como hace varios años, sin escolta, ni chofer. Soy un ciudadano de a pie a quien si le sucede algo es porque ha cortado las uñas a los grupos de poder. A aquellos que sólo piensan en dólares y que tenían perspectivas de seguir viviendo de lo ilícito. En su desesperación, ellos han formado anticuerpos.

Entonces, ¿hay manejos millonarios en las cárceles?

Sí, todavía existen. Hay manejos millonarios, millonarisimos de 100.000 y hasta 200.000 dólares. En San Pedro por día ingresan hasta 200 personas a quienes se les cobra 20 bolivianos en promedio, pero se desconocen a donde van esos recursos y a quiénes benefician. Pero ahora, con los cambios, los millonarios están como los vampiros porque está ingresando la luz que, poco a poco, va a desintegrar todos estos actos ilícitos.

¿Se presentan estos casos de corrupción en las 52 cárceles del país?

Sí, en todos los centros penitenciarios. Pero en la actualidad se salva una, es el Centro de Orientación Femenina de Miraflores. Es la primera cárcel libre de drogas y alcohol. Pero hay otros, donde los internos se han esforzado como el PC7 de máxima seguridad en Palmasola, Santa Cruz, y El Abra, en Cochabamba, donde los internos se han organizado y manejan recursos en forma totalmente transparente.

¿Como se afrontará estos cambios, hay dinero en Régimen Penitenciario?

Con amor al servicio. Antes era voluntad política, pero ahora eso se ha convertido en una expresión de amor como el que hace Dircabi al entregarnos terrenos y vehículos para los reos. Hemos venido a servir, a sacrificarnos por este trabajo que es de servicio a la sociedad. La Ley de Seguridad Ciudadana nos favorecerá con la entrega de recursos que anualmente destina a Régimen Penitenciario.

¿Qué opinión tiene de las normas judiciales ordenan detenciones preventivas?

Hay delincuentes que deben ser sancionados, tiene que pagar con una pena por dañar a otras personas, ofendido o vejado. Pero se deben revisar algunas, cuando la política de nuestra institución  es humanista y restaurativa. Además estas normas han hecho que mucha gente inocente este en cárceles de manera preventiva sin sentencia. Después de cinco o seis años, son liberados sin que nadie les devuelva el tiempo perdido. Cuando estas personas  pueden gozar del arresto domiciliario u otras medidas para evitar mezclarse con delincuentes.

¿Se aplica primero la descentralización y la rehabilitación posteriormente?

Sí, pero hay autorrehabilitación, es una falacia que digan que no se está trabajando en este punto. Pagamos 30.000 dólares por energía eléctrica porque en San Pedro, por ejemplo, la gente trabaja de noche realizando sus artesanías. Pero esta rehabilitación no hará factible si continúa el ingreso de droga y alcohol.

¿Con más presupuesto mejorará el sistema carcelario?

Actualmente tenemos un presupuesto de 42 millones de bolivianos, de cuales 36 se destinan a la alimentación, pago de servicios y otros. Otros ocho millones de bolivianos van a mejoramiento de infraestructura y gastos administrativos, pero con los recursos del IDH cambiarán las cosas.

Régimen Penitenciario no manejará estos recursos, pero si  entregaremos proyectos para que sean ejecutados por las gobernaciones y las alcaldías.

"Chonchocoro era dominado por los reos. Pero hemos logrado recuperar este centro de máxima seguridad en estos seis meses de gestión".

"Pese a la concertación y diálogo, hay gente que pretende tener el control en los centros penitenciarios. Es gente que daña al resto de la población".

La Prensa, La Paz