Carta a un secuestrado

Guido Náyar

guido Ante la ola de secuestros

Yo también me movilizo en contra del secuestro y de cualquiera que la represente. ¡No más! Bolivia exige y necesita la libertad de todos los secuestrados…



Hola hermano secuestrado, hoy te quiero pedir perdón por todo el tiempo que queriendo o sin querer te he ignorado y he sido indiferente, intolerante y hasta a veces un poco inhumano ante lo absurdo de tu tragedia y lo profundo de tu dolor.

Quiero que sepas que lamento haberme quedado paralizado desde el primer día de tu secuestro hasta hoy, por no haber hecho ningún esfuerzo para forjar un camino que lleve a tu liberación. Quiero decirte que a partir de hoy y hasta el día en que estés con nosotros, lucharé incansablemente y con todas mis fuerzas para que vuelvas a nacer de nuevo y puedas abrir tus alas y empezar a volar rumbo a la libertad.

Quiero pedirte que sigas luchando y que seas más fuerte que nunca y sé que es muy fácil decirlo pero aquí hay un país entero que ora todos los días al cielo por ti, por tu salud y por tu pronto regreso.

No puedo decirte cuando regresarás, lo que sí puedo a asegurarte es que tu familia, te ama hoy más que nunca, te extraña y te necesita fuerte para el día de tu regreso a casa.

Soy un hombre que cree que podemos derrotar este delito, si lo enfrentamos entre todos. Sólo soy un boliviano más que sufre y siente como propia tu tragedia y la de tu familia, pero también tengo la convicción que el sufrimiento en silencio, el imperio del miedo y el sometimiento al chantaje no va acabar con lo absurdo de tu tragedia, que tu terrible sufrimiento me volvió un poco más humano y me enseñó que no necesito ser famoso ni estar en los medios para aportar un granito de arena que empiece el camino hacia tu liberación.

Con esto se despide un boliviano que sin ser de tu familia ya se siente como parte de ella, porque tu tragedia me llegó al alma, un cruceño que aprendió a tomarte cariño y se llenó de admiración hacia ti. Porque solo los valientes y los nobles de corazón pueden salir victoriosos y renacer de las cenizas de una tragedia tan cruel e inhumana como el secuestro.

Por tu pronto regreso a casa.

No más…