“Dictadura disfrazada”

EVODIC Es nada menos que el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado brasileño. Su nombre es Ricardo Ferraço y acaba de afirmar que Bolivia es una "dictadura disfrazada" y que Evo Morales “tiene a la justicia en sus manos”.

Las expresiones de este legislador del vecino país, nada alejadas de la realidad, dan cuenta de la preocupante degradación de las instituciones democráticas bolivianas, por obra de un gobierno que The Economist describió como un “régimen híbrido”: un sistema que combina prácticas autoritarias con residuos formales del orden republicano.

Se alegará que la administración evista tuvo su origen en las urnas, pero el trágico caso de Hitler mostró que un gobierno nacido del sufragio popular bien puede acabar siendo una dictadura.



Michel de Montaigne decía que la peor tiranía es la que se ejerce con formalidades de ley.

El problema es que, con este camuflaje seudo-democrático, los regímenes neo-autoritarios eluden la condena internacional, algo que no pasa con las tiranías desembozadas.

“Es un déspota todo aquel que cree que ser opositor al gobierno es ser traidor a la patria”, señalaba Juan Bautista Alberdi. Hemos visto recientemente cómo desde el gobierno de Morales se usaba la muletilla de la “traición de la patria” para tratar de descalificar a un medio de prensa.

Es de celebrar que, como lo demuestran las declaraciones de Ferraço, la verdad se vaya abriendo paso…

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