“Quillacollo es tierra de integración, y en este encuentro todos los bolivianos vienen a pedir prosperidad para sus hijos y sus tierras”, señaló Rubén Costas, líder del Movimiento Demócrata Social, durante su visita a la Virgen de Urkupiña, donde asistió para renovar su fe, en la celebración que describió como mezcla de fe, costumbres y folclore.
“Lo que mueve a la gente es la fe, que como está escrito, mueve montañas. Por eso agradecemos a la Virgen por proteger a nuestra Patria y le pedimos que siga bendiciendo a todas las familias bolivianas”, acotó.
Costas recordó que el año pasado trabajó en la veta de Urkupiña y se llevó una piedra, como manda la tradición, con el propósito de pedirle por la Patria y agradecerle por su protección.
Asimismo, señaló que aunque el país vive turbulencias, dificultades y momentos muy difíciles, “los Demócratas tenemos mucha esperanza y convicción de que las cosas van a cambiar”.
Junto a él, estuvieron otros líderes nacionales, que expresaron su devoción por la Virgen, en la fiesta que mezcla la fe con las costumbres y creencias de las que participaron al lado de todo el pueblo boliviano que asiste anualmente a la celebración.
Durante la celebración, vecinos de Quillacollo realizaron el ritual de la “Chajlla”, pidiendo que el Palacio de Gobierno vuelva para el pueblo, dedicado a los Demócratas.
Al respecto, José María Leyes, vocero nacional de Demócratas, agradeció al pueblo cochabambino por el cariño expresado y por la “Coa”, señalando que el Palacio “tiene que volver a ser la casa de todo el pueblo boliviano”.
En el acto también estuvieron presentes el vicepresidente del senado, Bernard Gutiérrez; Oscar Mercado, asambleísta por Cochabamba, Freddy Gonzales, presidente de Unidad Nueva Esperanza, Tomás Monasterio, diputado por Santa Cruz, además de Paola Parada y Griselda Muñoz.
Fuente: Red Uno.
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