“Itamaraty dice que solución pasa por refugio político”

Entrevista. El senador boliviano Róger Pinto se reunió con gente de la Cancillería de Brasil. Cree que su caso será resuelto lo más pronto posible y en la medida en que él no interfiera en la política interna de ese país.

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El político opositor recibió a EL DEBER en la residencia de su abogado brasileño. Foto: Cecilia Dorado.



Róger Pinto Molina – Senador opositor 

Cecilia Dorado. – Enviada especial a Brasilia, EL DEBER

Con vista hacia el Lago Paranoá, desde una de las galerías de la residencia que lo acoge, el senador Róger Pinto recibió a EL DEBER para hablar de su situación en Brasil. La amplitud de la vivienda contrasta con los pocos metros en los que tuvo que movilizarse durante los 454 días dentro de la embajada de Brasil de La Paz.

¿Cómo piensa reconstruir su vida en Brasil?

Cuando llegás a un momento de esta naturaleza, con los sentimientos encontrados e incertidumbre total, cuesta organizar las ideas, pero siempre he pensado que la vida encuentra las formas de reproducirse y que si bien este es un país extraño, tendré las dificultades pero encontraré en la familia y en Dios la fortaleza necesaria para seguir. Creo que nuestra lucha como bolivianos por la democracia y los valores debe continuar.

¿En qué cambia el escenario con la renuncia del excanciller Antonio Patriota?

No voy a opinar sobre hechos políticos en Brasil, al final este país ha sido generoso conmigo, me ha recibido y lo que menos quisiera es interferir en la vida política interna, pero sin duda el manejo de este tema fue deteriorando la relación de los dos países, la falta de solución e intransigencia por parte de Evo Morales y muchas veces la falta de acción sobre mi caso fue deteriorando la posición de algunas autoridades en Brasil y seguramente llevó a la presidenta (Dilma Rousseff) a tomar ciertas decisiones; las circunstancias y motivos (del cambio de canciller) no los conozco, pero no puedo pensar que una decisión de esta naturaleza (sacarlo de la embajada en La Paz) haya sido suficiente para destituir a un canciller de un país tan importante como Brasil.

¿Qué piensa sobre la situación de Eduardo Saboia, que permitió su salida de la embajada de Brasil en La Paz?

Solo puedo llamarlo un hombre de bien, decidido, valiente y un héroe que a futuro se lo reconocerá, más allá de las represalias que pueden haber hoy y creo que eso pudo haber marcado mucho más la decisión de destitución del canciller, porque la acción de Sabóia es heroica, pero la acción de apuntarlo como el único responsable significaba decirle a las autoridades bolivianas "ese es el responsable y hagan lo que ustedes quieran" y en países como el nuestro eso es complicado. Entonces, esa decisión de visibilizar a un hombre que había hecho bien preservando la vida, fue una equivocación muy grande de la Cancillería.

¿Sabía Patriota del operativo para sacarlo de la embajada?

Desconozco, no sé a qué nivel se tomó (la decisión) arriba, a mí se me comunicó a través del ministro Saboia, incluso me dijeron que no podía saber ni la ruta, ni los días ni las horas. No puedo descartar ni asegurar que haya habido participación superior.

¿Cómo cree que está actuando ahora el Gobierno de Brasil?

A consecuencia de la decisión de la presidenta Rousseff se va a avanzar en la consolidación del refugio político que se ha solicitado. Toda la mañana (ayer) he tenido la visita de personeros de Itamaraty (Cancillería), gente que está muy preocupada por el tema y porque se solucione a corto plazo. Ellos están preparados para las reacciones que pueda tener el Gobierno boliviano y están dispuestos a responderlas, pero se trata de evitar que esto genere más dificultades políticas internas en Brasil, lo cual lo considero natural, no quiero ser partícipe ni generar dificultades en la política interna de este país.

Pero ¿siente una apertura del Gobierno de Brasil a darle una solución a su situación?

Sí, porque gente de Itamaraty ha estado aquí, además de diputados y senadores que vinieron, como Ferraco, Petecao, Jorge Viaña, que estuvo la noche del lunes hasta altas horas tratando de garantizar que mi caso será superado, que interfiramos lo menos posible en la vida política de Brasil, porque también aquí hay políticas e intereses. Les he manifestado que mi interés no es participar en la vida interna, pretendo seguir trabajando por la liberad, la democracia y los derechos de mi país.

¿Ya no asilo, sino refugio político?

Sí, se lo pidió al entrar a Corumbá, era necesario, tengo un asilo diplomático que se debe transformar en un refugio político de inmediato y la gente de Itamaraty me ha manifestado todas las garantías, ha venido, ha hablado con nosotros y están encaminando de forma natural para que esto se consolide y en la medida en que se interfiera menos en la política nacional, se facilitará una solución

Una condena y cuatro arraigos pesan sobre Róger Pinto

El senador opositor Róger Pinto Molina tiene una condena y cuatro procesos judiciales con orden de arraigo en su contra, por lo que el Gobierno brasileño “ha vulnerado la normativa internacional al haberle concedido asilo político”, señaló ayer la ministra de Justicia, Cecilia Ayllón.

La autoridad afirmó, mediante una nota de su despacho, que los delitos por los cuales es procesado el senador, actualmente refugiado en Brasilia, son por actos de corrupción a su paso por diferentes cargos públicos en el departamento de Pando.

Según el comunicado, Pinto tiene en su contra al menos 13 procesos judiciales por actos de corrupción y fue condenado a un año de prisión por causar daño económico al Estado por más de Bs 11 millones. En contrapartida, los abogados del senador siempre sostuvieron que los delitos endilgados a su cliente no tienen sustento jurídico, sino político y que los procesos fueron iniciados luego de que Pinto denunciara nexos criminales de personeros del Gobierno

Los procesos  

1 Sentencia. En el 2000, Pinto dispuso la transferencia de fondos de Zofra Cobija a la Universidad Amazónica de Pando. Tras un juicio se lo sentenció a un año de presidio por causar un daño de  Bs 11.877.142 al Estado.

2 Cuando era prefecto, Pinto hizo construir cuatro embarcaderos en dos ríos, con recursos de la UE. El Gobierno lo acusó de adjudicar las obras sin seguir los canales respectivos.

3 Pinto y 15 diputados son acusados de favorecer a las casas de juego mediante la aprobación de la Ley 060, causando daño económico al Estado.

4 Se acusa a Pinto por la entrega irregular de 233.537 metros de Zofra Cobija a cinco empresas, por valor de $us 17.513.

5 Otra denuncia contra Pinto es por la entrega sin fiscalización de recursos prefecturales para proyectos, con daño de Bs 30 millones al Estado.

Análisis  

Hay malestar, pero posición se mantiene

Hugo Siles – Internacionalista

Está claro que el traslado de Róger Pinto hacia Brasil fue ajeno a los procedimientos del asilo. El que haya salido sin salvoconducto es una vulneración que la presidenta brasileña y el Gobierno de ese país no pueden aceptar, además de que Brasil tiene larga tradición en el derecho al asilo y por eso los procedimientos de rigor no pueden estar en la discrecionalidad, en la toma de decisiones unilaterales y en el rompimiento de la cadena de mando.

El traslado de Pinto a Brasil ha generado malestar porque hay una vulneración cometida por los funcionarios brasileños a la jurisdicción boliviana. Trasladar a Pinto sin salvoconducto es irregular y puso en riesgo no solo la vida del senador, sino también las relaciones entre ambos países.

Estos hechos no pueden formar parte del comportamiento de Brasil para con los vecinos. Por eso la reacción de la presidenta Rousseff, de aceptar la renuncia del canciller (Antonio) Patriota y de promover acciones y una investigación sobre el suceso. Es una señal clara de que Brasil no está dispuesto a aceptar que se vulnere el derecho internacional.

Pero, a la vez, Rousseff ha calificado la situación de Pinto como de asilado y eso ratifica lo que el vecino país había establecido hace meses, cuando el senador se refugió en la embajada brasileña y luego solicitó asilo diplomático.

Frente a estos acontecimientos  de contraposición, de polémica, inaceptables para los dos gobiernos, está claro que la calificación hacia Pinto muestra que ambos países están manteniendo sus posiciones coincidentes con las que asumieron desde el principio: Pinto, para Bolivia, es un ciudadano con cuentas pendientes, delitos y procesos que deben ser respondidos; para Brasil es un asilado político que goza de la protección respectiva.