Pandillas y drogas ‘asisten’ a los colegios

Santa Cruz. En la periferia de la ciudad los centros educativos están desprotegidos. Un bachiller fue expulsado por consumir y vender droga en su colegio. La Felcn detuvo a un hombre que comercializaba marihuana en algodón de azúcar en un módulo educativo.

image EL DÍA, Santa Cruz, Bolivia

Ref. Fotografia: Destrozos. Con la complicidad de las fuertes ráfagas de viento, pandilleros destruyeron el portón y pintarrajearon las paredes del colegio Elfi Rivera de Barbery, zona Virgen de Luján.



Juan (nombre ficticio) tiene 18 años y cursaba el sexto de secundaria en un colegio de convenio, ubicado en el Plan Tres Mil. A fin de año debía desfilar con sus compañeros de promoción, disfrutar de una fiesta de graduación, viajar y luego continuar una carrera profesional en la universidad. Sin embargo, la droga consumió todo el futuro de Juan, un joven de nariz aguileña, tez morena, alto y fornido, quien fue descubierto por sus propios profesores consumiendo y vendiendo marihuana a sus amigos dentro del establecimiento educativo. Por esta razón, Juan fue expulsado de su colegio y luego su caso reportado a las autoridades.

Pero ¿cómo llega la droga a los colegios?. En la puerta de un módulo educativo del barrio Rancho Nuevo, ubicado sobre la avenida Virgen de Luján, sucedió un hecho esclarecedor al respecto; un hombre que se hacía pasar  por vendedor de algodón de azúcar y pipocas, fue encontrado con 16 envoltorios de marihuana. El sujeto merodeaba todos los días la zona, suministrándole las sustancias controladas a los estudiantes. Ambos casos fueron detectados por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), a la cabeza del comandante Marco Antonio Tapia. A estos casos se suman los 7 jóvenes (pertenecientes a una pandilla) detenidos en un colegio portando marihuana, al pedido desesperado de la profesora que pide requisa en su establecimiento educativo cada 15 días y a una presunta disgregación familiar, por las amenazas de una pandilla a un joven en el barrio Los Chacos. Todos estos casos fueron registrados en menos de una semana en Santa Cruz por la Felcn.

La droga y las pandillas acechan en los colegios. El caso de Juan confirma que la droga “asiste” al colegio, no de ahora sino desde hace mucho tiempo y que hasta el momento nadie ha logrado frenar este flagelo que cada día crece y destruye el futuro de un número incalculable de escolares, especialmente en colegios de la zona periférica. A  este problema se suma, el terror que causan las pandillas. Según cálculos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), hay más de 6 mil jóvenes que integran unas 150 pandillas en la capital cruceña, de las cuales algunas han logrado transcender: Bola 8, BDR, DCA2, Barrios Finos, Latin King y otros. De hecho, una investigación del Centro Latinoamericano de Investigación Científica entre 1993 y 2011 confirma que la marihuana es la sustancia ilegal de mayor consumo entre los estudiantes, por cada 100 mil alumnos entre 12 a 21 años, la tasa de prevalencia del consumo de marihuana es de 1.623 en varones y 952 en mujeres, mientras que el consumo de cocaína llega a 1.256 en varones y 653 en mujeres. Según un estudio que fue revelado en agosto por el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, el 0,6% de la población entre 12 y 60 años probó alguna vez cocaína

Viven una pesadilla. Carmen Vargas, profesora del módulo educativo “Elvira Parada” del barrio Rancho Nuevo, confirma que hay venta de droga al raleo en la mayoría de los alrededores de los colegios de la zona. Ella afirma que los integrantes de las pandillas de Los Finos, DCA2, Bola 8 y BDR son quienes pintarrajean las paredes de los centros educativos y de los espacios públicos. Por su experiencia laboral dice haber visto a escolares, que integran dichos grupos son quienes meten y consumen la droga. A otro lado del “cole’”, el director de la unidad educativa “Elfi Rivera de Barbery”, Juan José Huayllani, manifestó que los pandilleros destrozaron el portón de su colegio y que pintarrajearon las paredes, atemorizando a los 700 escolares que alberga dicho centro.

Para el profesor Huayllani, el hecho de que se venda drogas en las puertas de los colegios no es una novedad, sino un problema que arrastran desde hace varios años los colegios de la zona, que pese a las tareas preventivas de la Felcn la situación sigue igual o peor en los últimos años. En el colegio “El Dorado Norte”, que alberga a 860 estudiantes también sufren por las amenazas de las pandillas. El director de la unidad educativa Javier Benavides, denuncia que cada fin de semana, por las noches, los jóvenes ingresan a consumir drogas en los predios del centro educativo. Incluso organizan peleas.

Los gendarmes son escasos y la presencia policial es nula. En siete de 15 colegios visitados por El Día se pudo constatar que los guardias municipales son escasos y el control policial es casi nula en los alrededores de los centros educativos de la periferia de la ciudad. Elizabeth Beltrán, presidente de la Junta Escolar del colegio “Elfi Rivera de Barbery”, lamenta que los centros educativos sean estigmatizados y que los barrios periféricos sean considerados una área roja por la delincuencia, aunque dice también que es una cruda realidad y que no se puede tapar el sol con un dedo. Por esa razón, Beltrán exige a las autoridades para que la Policía y los gendarmes hagan rondas periódicas. “He visto muchas veces vender bolsitas de marihuana en las puertas de los colegios, incluso los jóvenes que se drogan les quitan el dinero y hasta sus mochilitas a nuestros niños.. Hay tantas cosas que corren tantos peligros”, comenta molesta. Mientras uno no llama a la Policía o alguna autoridad, dice el profesor Juan José Huyllani, nadie viene. “Hemos hecho varios pedidos de guardias y solo mandan uno de vez en cuando, o día por medio”, dice Huayllani. “Lamentablemente nuestras autoridades no se ponen en nuestros calzados. Cómo no quisiéramos que ellos  estén como nosotros por los barrios marginados y sientan como nosotros sentimos ese temor, esa rabia y esa impotencia de poder dar solución a este problema”, relata el profesor Antonio Vélez, que tiene  65 años. El maestro, cofundador del colegio Elvira Parada y que ahora está tramitando su jubilación, asegura que nunca había vivido algo semejante. "Para solucionar el problema de raíz, debe venir todos los días la Policía y la Gendarmería a los colegios y los niños deben tener alternativas de diversión u ocio", sugiere el profesor Vélez. Por su parte, el director de la unidad educativa Javier Benavides, asegura que no cuentan con guardias municipales. "Hemos enviado tres cartas a la Subalcaldesa, pero hasta el momento no hemos recibido ninguna respuesta”, relata el profesor Benavides, que trabaja desde hace tres años. Similar es la situación del colegio San Cayetano de la Urbanización del mismo nombre, que alberga a 1.400 alumnos en primaria y secundaria, así como también en el 10 de Octubre y 24 de Septiembre.

Alcaldía y Educación atienden a medias.  Si bien en los módulos educativos de la ciudad, la Oficialía Mayor de Defensa Ciudadana ha logrado dar seguridad con los gendarmes, sin embargo, en los barrios la situación es bastante crítica. En los colegios, ubicados fuera del octavo anillo, los gendarmes municipales trabajan cada 24 horas. Incluso en “El Dorado Norte” (solo por citar un ejemplo), desde hace tres años viene solicitando un guardia y hasta ahora no les atienden el pedido. En tanto, Salomón Morales, titular de la Dirección Departamental de Educación (DDE), explicó que la Ley Avelino Siñani-  Elizardo Pérez en su artículo 80 establece que la Alcaldía es la responsable de los establecimientos educativos y que en caso de la venta de sustancias controladas le compete a la Felcn. Morales reveló que hasta la fecha no han atendido ningún caso de microtráfico en los colegios, sin embargo, señaló que cualquier denuncia deben hacerla a la dirección distrital.

"Lamentablemente nuestras autoridades no se ponen en nuestros calzados. Me gustaría saber si ellos sienten lo que nosotros sentimos, rabia, impotencia y temor por la venta de droga a nuestros hijos en los colegios".

Elizabeth Beltrán

Presidente de la Junta Escolar del Colegio ‘Elfi Rivera de Barbery’

En detalle

Consejos para evitar el consumo de drogas

– Es preciso que los padres, los profesores o los adultos responsables de los jóvenes estén permanentemente preocupados en conocer sus problemas e intereses.

– El deporte y las recreaciones sanas, así como la dedicación a sus actividades escolares, son soportes necesarios que los alejan de este riesgo.

– El consumo de drogas es un problema que afecta a la mayor parte del mundo y Bolivia no escapa a esa realidad. Por eso, tenemos que hacer todo lo que esté a nuestro alcance para evitar que afecte a nuestros hijos.

RECUERDE:

– Preocúpese de conocer los problemas e intereses de sus hijos.

-  Conozca a sus amigos y supervise sus actividades.

– El deporte y la sana recreación alejan a jóvenes de drogas.

Usted puede reconocer a una persona drogada por su apariencia descuidada, la hostilidad hacia los miembros de la familia y porque provoca peleas en el colegio y pide o roba dinero.

– Si una persona se encuentra bajo los efectos de la droga, no se enfrente a ella y sea sensible a los sentimientos que expresa.

– Si necesita orientación o ayuda para apoyar a una persona de cualquier edad que es víctima de la droga, o tiene información sobre venta de estas sustancias, llame al 3475277-3475288.

-Si se trata de una denuncia, llame en forma anónima.

FUENTE: Con datos del PIEB Bolivia y Felcn.

Acciones

La Felcn realiza operativos y trabaja en la prevención

Con operativos y acciones preventivas, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), a la cabeza del comandante, Marco Antonio Tapia, le ha declarado la “guerra” a quienes venden droga en los alrededores de los colegios.

El objetivo es disminuir el microtráfico de marihuana, cocaína y otras drogas.

“Cada vez los vendedores de droga al raleo se dan modos para burlar el control, porque siempre se están camuflando para llegar a los menores", señala Tapia. Explicó que los que se dedican al microtráfico buscan estrategias específicas.

Por ejemplo, comercializan pocas cantidades y eso les sirve a ellos para poner como excusa que son “simplemente consumidores”. De igual manera, en coordinación con autoridades de la Dirección Departamental de Educación (DDE), de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia se realizan campañas de prevención sobre los peligros que hay por el uso de sustancias controladas. Se recorrieron ocho unidades educativas y en esta jornada la tarea se repetirá. Ante cualquier caso, el comandante Tapia pide a la población que denuncien a los teléfonos: 3121202-3122270.