Abstención “gana” en elecciones de Chile, alcanzó el 51%

Voto voluntario y alto nivel de abstención derrotan una vez más a las encuestas. Bachelet y Matthei pasan a segunda vuelta en la elección presidencial con menor participación.

Voto voluntario y alto nivel de abstención derrotan una vez más a las encuestas

Reafirmando tendencia de municipales, sondeos tuvieron bajo nivel de predictibilidad. Ante "campaña a ciegas" los comandos buscan nuevas fórmulas para atraer votantes.

image por Francisco Artaza,  LA TERCERA, Santiago



Si hubo un claro perdedor en estas elecciones fueron nuevamente las encuestas electorales. El voto voluntario y el alto nivel de abstención, que alcanzó el 51% en la elección presidencial, la más alta desde el retorno de la democracia, dejaron a los estudios de opinión pública otra vez fuera de juego.

El mal desempeño de los sondeos de opinión en la primera vuelta presidencial acrecentó el desprestigio que venían sufriendo las principales encuestas políticas desde las elecciones municipales del 2012, cuando no fueron capaces de predecir el alto nivel de abstención que se produjo con la instauración del voto voluntario, alterando con ello las estimaciones de los resultados .

En los últimos tres meses de campaña, cinco fueron las encuestas que se atrevieron a divulgar cifras de respaldo ciudadano a las distintas candidaturas presidenciales: la del Instituto Chileno de Estudios Municipales-Universiad Autónoma, la de la UDP, CEP, Universidad Diego Portales y la Ipsos.

En su gran mayoría subestimaron la votación que obtendrían los candidatos, con excepción del independiente Franco Parisi y del abanderado del Partido Humanista, Marcel Claude, cuyos niveles de respaldo fueron sobreestimados por las encuestas.

De las críticas no se salvó ni siquiera el estudio del CEP, considerado hasta hace algún tiempo el oráculo de la clase política. El sondeo divulgado en octubre pasado por el centro de estudios establecía la posibilidad de un triunfo de Michelle Bachelet en primera vuelta, lo que estuvo lejos de la realidad.

En lo que si acertó la encuesta CEP fue en el nivel de votación de la candidata de la Nueva Mayoría. Según el sondeo de octubre, el 47% votaría por Bachelet, cifra prácticamente igual al 46,6% alcanzado ayer por la ex mandataria, cuando ya se habían escrutado el 99,34% de las mesas.

Las demás encuestas le daban a la ex presidenta entre siete y 14 puntos menos de los que obtuvo.Para la abanderada de la Alianza, Evelyn Matthei, la situación fue aún más dramática. Sólo el estudio de la UDP de octubre, con un 26%, se acercó al 25% que obtuvo la ex titular del Trabajo. Las otras encuestas, incluida la  CEP, le daban cerca de un 14%.

El candidato del PRO, Marco Enríquez-Ominami, según las encuestas, se mantuvo entre el 7 y el 9%, en el mejor de los casos. El sondeo de la Ipsos divulgado a comienzos de noviembre, sin embargo, sobrestimó la votación del ex diputado con un 12%, lo que estaba dentro de su margen de error.

Todos los estudios, sin embargo, daban al independiente Franco Parisi como ganador de la disputa por el tercer lugar, en un error más de las encuestas.

La falta de credibilidad de las encuestas y el sistema de voto voluntario llevó a los comandos presidenciales y parlamentarios a una “campaña a ciegas”.

Sin datos fiables, los expertos electorales responsables de las campañas echaron manos a otros sistemas para poder orientar de mejor modo la publicidad destinada a convencer a los electores. Fue así que comenzaron, aunque de modo  aún tímido, a emplear sistemas georreferenciales y tecnológicos.

Durante esta campaña,  afirman los expertos electorales, las encuestas tuvieron escaso valor y sólo fueron empleadas como apoyo a las estrategias de georreferenciación y de manejo de las redes sociales.

Para otros, las encuestas están en período de transición, a la espera de establecer una tendencia en el comportamiento del nuevo electorado.

Bachelet y Matthei pasan a segunda vuelta en la elección presidencial con menor participación

Poco más de 21 puntos de diferencia separan a la candidata de la Nueva Mayoría de la postulante del oficialismo. Pese a los llamados a dar un Congreso para Bachelet, la oposición mantiene mayoría, pero no es suficiente para emprender grandes reformas.

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EL MERCURIO

SANTIAGO.- Sus insistentes llamados para que sus adherentes fueran a votar y le permitieran triunfar en primera vuelta, no fueron suficientes, ya que la abanderada de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, se impuso en la primera vuelta de la elección presidencial, pero deberá medirse en el balotaje con la postulante de la Alianza, Evelyn Matthei.

Así, con el 99,34% de las mesas escrutadas, la ex Mandataria obtuvo el primer lugar con el 46,68% de los sufragios, mientras su contendora logró superar los pronósticos de las encuestas y se quedó con el 25,01% de los votos.

El tercer lugar fue para el postulante del PRO Marco Enríquez-Ominami, quien si bien en los primeros cómputos tuvo una estrecha pelea con el independiente Franco Parisi, finalmente conquistó al 10,96% del electorado.

Sin embargo, los nuevos comicios, a realizarse el próximo domingo 15 de diciembre, no encierran, para muchos, ninguna sorpresa. Matthei deberá enfrentar nuevamente una campaña difícil, quizás replicando el mismo escenario que vivió Piñera en 2005, cuando en su primera aventura presidencial fue derrotado en segunda vuelta por Bachelet, quien en ese momento se inscribió en la historia como la primera mujer en alcanzar la Presidencia.

Ahora, si la votación se mantiene, la ex mandataria sería la primera mujer en ser reelecta y el segundo gobernante en repetir la hazaña después de Arturo Alessandri Palma.

En su mensaje a la ciudadanía, cuando ya la segunda vuelta era un hecho concreto, la ex ministra del Trabajo evidenció el tenor de la contienda de cara a la segunda vuelta al intensificar sus críticas a Bachelet y sus propuestas de nueva Constitución y reforma tributaria.

En tanto, la representante opositora celebró la cifra obtenida y enfatizó que el resultado no da espacio a "dos lecturas". "Hemos ganado esta elección y lo hicimos con una amplia mayoría", sostuvo.

Mientras Enríquez-Ominami, al igual que en 2009, cerró la puerta a toda negociación, señalando que "no votaremos por el duopolio" y "yo no marco por la Concertación". El ex diputado dijo estar seguro de que Bachelet ganará en segunda vuelta, pero advirtió que "no nos olvidamos que la Concertación está en el Dicom de la credibilidad". Mientras, Parisi anunció que no irá a votar el 15 de diciembre.

La primera elección presidencial con voto voluntario

En la elección de este domingo participaron poco más de 6 millones seiscientos mil chilenos, cifra menor a la mayoría de los vaticinios hechos, considerando que el padrón electoral supera los 13 millones 500 mil votantes.

No obstante, el número de chilenos que concurrió a las urnas fue mayor a las de los comicios municipales de 2012, oportunidad en que se estrenó el voto voluntario y donde hubo una abstención de casi el 57%. En octubre de 2012 concurrieron a votar casi 5 millones 800 mil personas.

De esta manera, ésta sería la elección presidencial con menor participación desde el regreso a la democracia, porque el 2009, con voto obligatorio, 7 millones 200 mil personas votaron.

Cualquiera de las dos candidatas que triunfen en diciembre asumirá el próximo 11 de marzo con un nuevo Parlamento, donde se mantiene la mayoría opositora y en el cual habrá una mayor presencia de parlamentarios comunistas, bancada que logró duplicar su representación.

Pese a los esfuerzos realizados por la Nueva Mayoría, respecto al Congreso electo en 2009, la oposición logró sólo un senador más, al conseguir dos doblaje (Antofagasta y Coquimbo), uno de los cuales se anula al lograr la Alianza romper el doblaje que existía en Biobío Costa.

En el Senado, la Concertación sumaría un total de 21 senadores, mientras que la Alianza bajaría a 16, más el independiente Bianchi. Esto le asegura a la nueva mandataria los votos para las leyes de quorum simple y calificado, pero no alcanza para las orgánicas constitucionales (22) ni las que posibilitarían las reformas a la Constitución, que requieren 26 votos.