Evo y el G-77: otra reinvención de la historia

BOLIVIA/ El régimen de Evo Morales está acostumbrado a reescribir la historia a su gusto. Es parte de su propaganda refundacional, según la cual toda la trayectoria de Bolivia previa al “Jefazo” fue negativa, mientras que con su asunción al poder habría comenzado una nueva y luminosa etapa: la era del Pachakutik.

Como parte de esas prácticas de falseamiento histórico, el gobierno ha gastado ingentes recursos públicos para publicitar que el país presidirá el G-77+China, mostrándolo como un “éxito” del actual gobierno, obviando olímpicamente que tal cosa ya sucedió en un par de ocasiones: en 1964, bajo la presidencia de Víctor Paz Estenssoro, cuando el canciller José Felman Velarde presidió ese grupo; y en 1990, durante la administración de Jaime Paz Zamora.

Al margen de la reescritura de la historia, surgen dudas sobre la capacidad del régimen para lograr una resolución provechosa y no solamente retórica de este hecho.



En efecto, la reunión de los países en vías de desarrollo con la emergente China habría sido un foro donde plantear iniciativas de libre comercio o de cooperación científica y tecnológica.

Pero todo apunta a que Morales buscará convertirla en una palestra para sus habituales monsergas antiimperialistas, cuando no en una exposición mundial sobre las características esotéricas del pollo y la Coca-Cola…

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