Davos ve el vaso global medio lleno

Los países emergentes pierden protagonismo



Centro de congresos donde se celebra el Foro Económico Mundial. / E. PIERMONT (AFP)



Ya lo dijo la semana pasada la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde: “El optimismo está en el aire”. Y así arranca este año el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), que quiere constatar la mejora de la economía mundial y el renovado protagonismo que en ella cobran los países desarrollados. “Hace dos o tres años, los países emergentes recibían toda la atención y parecían ser la respuesta a todos los problemas de la economía global. Pero ahora la economía mundial crece más y lo hace sin ellos y hay muchas preguntas a los líderes emergentes sobre qué piensan hacer para corregir la situación”, asegura Nariman Behravesh, economista jefe de la consultora IHS y un incondicional de Davos en los últimos cinco años.

Es una clara diferencia respecto a la tendencia de los últimos años y explica la numerosa presencia de las delegaciones de Brasil y México en esta edición, con sus presidentes, Dilma Roussef y Enrique Peña Nieto, a la cabeza de sus respectivas delegaciones. En contraste, el Gobierno español solo envía al ministro de Industria, José Manuel Soria, que apenas estará unas horas en el foro, aunque, en general, los líderes europeos han reducido su presencia en esta edición, a la que asistirán unos 40 jefes de Estado y de Gobierno y un total de más de 2.500 ejecutivos de todo el mundo. Pese a lo que digan los aires del FMI, el optimismo va por barrios y eso se refleja en el sentimiento empresarial. Según la encuesta mundial de consejeros delegados, que presentó este martes PriceWaterhouseCoopers en Davos, el 50% de los directivos españoles confía en una mejora de la economía mundial, frente a una media global del 44%. La cosa cambia si hablamos de sus respectivos negocios. Solo el 23% de los primeros directivos españoles se muestran muy confiados en el futuro de sus negocios, frente al 39% mundial. En ambos casos se registran avances respecto al año anterior, algo que no sucede con los ejecutivos latinoamericanos, que pasan del 53% al 43%, o los indios, donde los optimistas con sus negocios pasan del 63% al 49%.

Es el nuevo mundo que se está perfilando en la salida de la crisis y al que alude el Foro Económico Mundial en su lema de este año Rediseñando el mundo: consecuencias para la sociedad, la política y las empresas. El foro quiere trasladar el mensaje de que ahora que la crisis ha quedado atrás, hay que volver a abordar temas que quedaron sepultados por la urgencia de salvar a la economía global del abismo. Si hacemos caso a los temas que ganan peso en el programa de este año de Davos, la desigualdad, la salud y el cambio climático vuelven a tener cabida en el debate de las élites que se dan cita en la estación suiza. Son los riesgos que identifica la organización para los próximos 12 meses, solo que las recetas vienen a ser las mismas. “No es una contradicción apostar por la liberalización de los mercados de trabajo y denunciar la creciente desigualdad de renta. A corto plazo, quizás sea doloroso, pero a largo plazo generará más crecimiento”, reitera Behravesh como si estos cinco años de la mayor crisis financiera de las tres últimas generaciones hubieran pasado en balde.

La inauguración del foro este martes contó con un mensaje especial del papa Francisco a los participantes, a cuya responsabilidad apeló para con los frágiles, los débiles y los vulnerables, y a quienes pidió medidas decididas para acabar con la pobreza.

Fuente: elpais.com