Indígenas afines a Evo toman sede del Conamaq y sacan a golpes a grupo rival

La Paz. Indígenas del Conamaq, cercanos al gobiernista MAS, expulsaron a golpes y palazos a los originarios opuestos al Gobierno de Evo Morales que acampaban en las puertas de la sede de la organización. 

Conamaq cercano al MAS sacó a golpes a grupo rival

Crisis. Dos sectores se atribuyen la dirección de la organización.

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Ofrenda. Tras la toma, Mamani (poncho rojo) dirige una ceremonia. Foto Daniel Walker.

La Razón / La Paz

Indígenas del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq), cercanos al Movimiento Al Socialismo (MAS), expulsaron a golpes y palazos a los originarios opuestos al Gobierno que acampaban en las puertas de la sede de la organización. 

Cerca del mediodía, el grupo liderado por Hilarión Mamani, luego de protagonizar una marcha por el centro de la ciudad, se dirigió hasta la sede ubicada en la zona de Sopocachi con la intención de ocupar la sede indígena que, al igual que el grupo contrario, la reclama como suya tras haber recibido el respaldo, según argumentan, de 16 suyos de las tierras altas del país.

“Han violado nuestros derechos. Las bases han dicho que tienen que irse porque no representan a nadie”, manifestó Mamani tras acusar al exdirigente de Conamaq Rafael Quispe de pactar con grupos políticos opositores al presidente Evo Morales con el propósito de buscar una candidatura en las elecciones de octubre.

Los indígenas llamados opositores están dirigidos por Freddy Bernabé, elegido en diciembre con apoyo de Rafael Quispe. Un grupo de originarios vinculados a este sector acampaba desde diciembre en puertas de las oficinas porque la Policía había creado un cerco para evitar su ingreso.

Cancio Rojas, dirigente opositor al sector de Mamani, dijo a la agencia ANF que estas acciones son señales de una injerencia del Ejecutivo en estos hechos de violencia y lamentó que la Policía no haya podido frenar los golpes con los que actuaron los campesinos llamados oficialistas.

Desde diciembre, Rafael Quispe amenazó con bloquear el paso del Rally Dakar como medida de presión para que la Policía levante el cerco. Además, exigía que los organizadores de la competencia soliciten una autorización de la Tierra Comunitaria de Origen (TCO) de Tolapampa para que pueda pasar por esta localidad. Esta medida fue cancelada ante la falta de apoyo de los pobladores de esa región, ubicada en Potosí.

El 10 de diciembre, el grupo afín al Gobierno eligió a Mamani como máxima autoridad e intentó ingresar a las oficinas en las que se encontraban cerca de 20 dirigentes del Conamaq opositor. En ese cometido destrozaron las puertas de la sede. Fue el primer intento de toma. El enfrentamiento entre ambos bandos dejó un saldo de dos heridos. Desde ese día una veintena de policías resguardó el lugar.

Días después, el 13 de diciembre, la facción opositora posesionó a Bernabé. Éste último intentó mediar con la ayuda del Defensor del Pueblo y la Asamblea de Derechos Humanos para la devolución de la sede en disputa. Pidió al ministro de Gobierno, Carlos Romero, interceder, pero la autoridad exigió consenso entre las partes involucradas.

Grupo afín al MAS toma sede del Conamaq, en Sopocachi

Los líderes del otro bando se declararon en la clandestinidad. La Policía, que tenía la instrucción de no permitir el ingreso de nadie a la sede del Conamaq mientras los dos bandos no se pusieran de acuerdo, no intervino.

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ERBOL. El grupo afín al MAS desaloja a los dirigentes de la vigilia.

Página Siete / La Paz

Dirigentes del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq) afines al Movimiento Al Socialismo (MAS), liderados por Hilarión Mamani, tomaron ayer  la sede de la organización en Sopocachi.

Aunque la Policía informó desde un principio que no dejaría ingresar a nadie en la sede del Conamaq mientras los dirigentes de los dos grupos no se pusieran de acuerdo, ayer no intervino.  

En la mañana, Cancio Rojas y  Gualberto Baraona, voceros  del grupo crítico del Gobierno, esperaban la llegada de representantes de los 16 suyus del Conamaq para realizar el Consejo de Consejos y traspasar el mando de las  autoridades elegidas, como estaba previsto.

De pronto, un grupo de unas 300 personas, encabezadas por Mamani, se reunió en la plaza Abaroa y  marchó hasta las oficinas de la organización.

Cuando ambos bloques se encontraron,  Cancio Rojas propuso un diálogo con Mamani y su grupo, pero éstos se rehusaron  y llamaron "ilegítimo” al líder máximo del Conamaq, Freddy Bernabé.

"Somos del diálogo, ellos están provocando. Si nos sacan a chicotes, la justicia verá”, aseguró Barahona. Después, el grupo de Mamani increpó a quienes hacían vigilia y exigió la entrega de la sede. En ese momento, los policías que resguardaban las oficinas dejaron de  vigilar.

Cancio Rojas, segundo líder del Conamaq, dijo que no iba a pelear por la sede, ni imponerse como autoridad.

"Que el Gobierno  sepa que hoy (ayer) dividió al Conamaq”.

Cerca del mediodía, Mamani, Gregorio Choque y otros dirigentes ingresaron en la casa y se proclamaron autoridades del Conamaq, al asegurar que fueron electos orgánicamente.

"Ahora sí nos toca trabajar, hacer respetar los derechos colectivos de los pueblos indígenas originarios”, dijo Mamani.

Los dirigentes expulsados se declararon en la clandestinidad, pues dijeron que recibieron amenazas de muerte.

El conflicto  duró más de un mes

El  10 de diciembre, un grupo afín al MAS encabezado por Hilarión Mamani intentó entrar en la sede del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Qonamaq), después de que éste fuera elegido como líder de la organización en el Jach’a Tantachawi (Gran encuentro).

Pero los indígenas contrarios al Gobierno, que se encontraban en la sede, no les permitieron ingresar, porque consideran que Mamani fue escogido con el apoyo del MAS y de forma paralela al Conamaq.

Para evitar enfrentamientos se solicitó la presencia de la Policía en la sede del Conamaq.

El 12 de diciembre, Félix Becerra, dirigente saliente, convocó a otro Jach’a Tantachawi. En el encuentro fueron  elegidos Freddy Bernabé y Cancio Rojas como máximas autoridades de la organización.

Después, la Policía no permitió el ingreso de nadie, por lo que Rojas y otros dirigentes iniciaron la vigilia en las afueras de la sede, que duró 34 días.