Campeones en gasto público

gasto publico La Bolivia evista acaba de batir otro record (negativo). Sucede que el país aparece a la cabeza del ranking de gasto público en América Latina, algo que debería preocupar a la ciudadanía consciente, dado que esto equivale a mayor presión fiscal sobre el emprendimiento y expansión de la burocracia improductiva.

En los últimos tres años, el gasto público se ha catapultado en Bolivia del 30,9% al 39,1%, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Este crecimiento del Estado es resultado del modelo neo-populista basado en los altos precios internacionales de los hidrocarburos, un sistema rentista que despilfarra los ingresos extraordinarios en función de ecuaciones de popularidad momentánea, lo que incluye desde las consabidas canchas de césped sintético hasta aviones de lujo y limousinas presidenciales.



Lejos de apalancar un salto cualitativo en investigación y desarrollo, el rentismo socialista del siglo XXI conduce al país a un nuevo ciclo de derroche de riquezas momentáneas, como ya sucediera anteriormente con la plata, el estaño y la goma, auges efímeros que no lograron consolidar ningún paso significativo adelante en el crecimiento nacional.

La educación debería ser el rubro donde se apueste el grueso de los ingresos extraordinarios del país, con especial énfasis en la ciencia y tecnología, olvidando las telarañas mentales del retrógrado proyecto “descolonizador” de los ministerios de educación y culturas…

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