Julio Sabala: “Del papa para abajo, no hay cristiano que se salve de que lo imite”

juliosabalaLe dicen ‘el hombre de las mil caras’ por sus parodias a casi 50 artistas y es considerado uno de los mejores del mundoEs capaz de ponerse en el traje y la piel de decenas de artistas a los que no solo imita, sino que con ingenio e inteligencia les cambia las letras de sus canciones, les saca el lado más jocoso de su personalidad y los hace interactuar con el público de manera original y divertida. No por nada lleva 25 años de trayectoria artística y es imbatible en un género humorístico del cual es precursor y referente en todos los países de habla hispana. Tanta es la popularidad de Julio Sabala, que incluso ahora lo imitan a él. El artista dominicano estuvo días atrás en Santa Cruz para actuar en la inauguración del Ventura Mall y entre el requerimiento de los medios de comunicación y la preparación de su show, conversó con Extra sobre su vida, su arte y sus planes a futuro.Debés ser el único imitador que han imitado e imitan ¿no?Sí, ya me destruyeron el eslogan del ‘imitador inimitable’ (risas). Ya soy el imitador imitado en muchos sentidos. Por ejemplo, en muchos países ya hay manifestaciones parecidas a lo que yo he hecho y hago. Senté un precedente entre imitadores que han seguido esa escuela y también porque en varios programas de televisión me han tomado como ‘celebrity’ y se han puesto con el pelo rizadito y me han imitado.¿Cómo te sentís en ese papel de ser imitado?Pues es raro cuando a uno le dan un trago de su propio chocolate, pero bueno, al que a hierro mata, a hierro muere (risas).En tus inicios tu padre tuvo una gran influencia para tu inclinación artística, pero también hubo otra persona, no menos importante, que fue un sacerdote ¿Cómo es esa historia?A los 14 años pasé a formar parte del elenco artístico del Circo de los muchachos, que era un show acrobático musical de 120 chicos de 15 países diferentes. Fuimos producto de la primera escuela de circo que se hizo en occidente y que estaba a cargo del padre jesuita Jesús César Silva Méndez, que venía de una estirpe circense de la familia Feijoo y Castilla.juliosabala2El Circo du Soleil, que es una gran corporación de entretenimiento a nivel mundial, se inspiró en ese concepto del Circo de los muchachos. Allí estuve prácticamente 12 años recorriendo con ellos los cinco continentes. Fue una escuela de arte y de vida sin la cual no se entendería mi desenvolvimiento en un escenario ni los conocimientos culturales que adquirí al haber estado al lado de este gran señor, que además era un gran orador y un hombre muy culto. Aprendí muchas cosas de él. Lamentablemente el padre Silva falleció hace tres años.Recuerdo también que hace más de 30 años estuve por Bolivia con el circo, cuando aún era un adolescente. Yo era uno de esos arlequines que aparecían en el espectáculo.¿Dónde actuaron en aquella época?En La Paz, en un coliseo y acá también en Santa Cruz, pero no recuerdo el nombre del lugar. Siempre se me mezcla en el recuerdo con otros lugares donde actuamos.Saliste de tu entorno familiar muy chico, ¿te costó adaptarte al mundo artístico?Fue una cosa muy rápida. Fui becado junto a otros mil chicos a la Escuela de Arte y de Circo. De todos ellos seleccionaron a 15 y yo estuve entre esos 15. Como teníamos aptitudes especiales, quedamos incorporados a este gran circo que estaba de gira por todo el mundo. Recuerdo que aprendía por fonética mis presentaciones en japonés, en hebreo, alemán, y eso fue un fogueo grande para quitarme el miedo escénico.¿Hacías malabares también?Hacía magia, acrobacia, patinaba, cantaba y presentaba. Allí empezaron mis primeros pininos de showman.Además de cantar y presentar, ¿te ha quedado algo más de esos años?Hago peripecias con las amigas (risas). Siempre digo que mi deporte favorito es nadar y bajar la ropa (risas). La verdad es que fue una experiencia enriquecedora, la cual me ha servido también en mi andadura particular, porque ya tengo 25 años de vida artística y profesional.¿Cuáles consideras que han sido tus mayores logros en esos 25 años?He logrado establecer una marca dentro del género. Es la única interpretación humorística que ha rodado y rueda desde hace 25 años por todos los países de habla hispana. Y gracias a ello es que ahora me llegan los reconocimientos. Incluso ahora me invitan a esos nuevos formatos de televisión de captación de talentos.¿Es verdad que en algún momento tuviste una polémica con Julio Iglesias porque no le gustaba que lo imitaras?Eran más chismes de farándula que reales. Julio Iglesias está por arriba del bien y del mal. Él sabe que lo admiro mucho. Para mí es un patrón de disciplina. Es un hombre muy trabajador y por eso ha logrado también récords. Es el mayor vendedor de discos de la discografía mundial.¿Algún artista se ha ofendido por tus imitaciones?Es al revés. Muchos andan enfadados porque no los imito, como Ricardo Montaner y Camilo Sesto, pero ya todo se hará, le he dicho a Ricardo (risas).Siempre has dicho que uno nace con esa virtud de imitar, pero, ¿cómo trabajas los personajes que vas a parodiar?Es cierto. Se tiene que nacer con el don mimético y con el tiempo se lo va desarrollando, pero creo que ahora tengo una presión y un compromiso con la excelencia mayor que antes. Si puedo ser alto como Juan Luis Guerra, gordo como Pavarotti, blanco como Michael Jackson (risas) o bajito como Sammy Davis Junior intento que cada nuevo personaje que incorporo no desentone en el conjunto. Son los retos que me voy estableciendo a mí mismo.Ahora mi pavor, en todos los lugares que voy, es que siempre la prensa me pide que haga cosas espontáneas ahí, a quemarropa. Eso a mí me pone en un compromiso, no es que no sea generoso en ese sentido, sino que no me puedo permitir el lujo de estar imitando fuera de lugar sin mi ropa, sin mi música, porque eso se me vuelve en contra. Cada vez que he sido generoso dicen:“Ah, pero no se parece a tal o cual”. Todo tiene su contexto, que es el escenario donde están los elementos que ayudan a mi trabajo, como el maquillaje, las luces, la distancia con el público. Es decir, como tienen los grandes artistas. A Madonna, por ejemplo no le puedes decir: “Ven hazme un tema a capela”, porque necesita de su producción.¿Cómo es Julio Sabala fuera de los escenarios?Exigente conmigo mismo y con todas las cosas que tengo alrededor, porque me debo a un estándar. Por ejemplo, no soy un artista que aparece en un concierto sin probar sonidos y ya.Esos son los rasgos más destacados de mi personalidad: la constancia, la disciplina, la exigencia y, a título personal, creo que soy divertido, afable, intento ser sencillo y, sobre todo, amable con la gente, porque uno se pierde la mitad de la vida si no lo es.¿Por qué uno se pierde la mitad de la vida si no es amable?El que está en una pose de divo y vive escondiéndose se pierde el contacto con la gente, se pierde los restaurantes bonitos de la ciudad que visita, de comer, por ejemplo, el majau y esas cosas ricas en los lugares típicos, y eso creo que forma parte del encanto de la vida.Mira, yo me considero un ser privilegiado, primero porque vivo de lo que a mí me gusta y segundo, porque fuera de vivir de eso tengo el cariño de la gente, el reconocimiento. No todos los trabajos reciben el aplauso al momento mismo que se hacen. Entonces a partir de esa bendición pues todo tiene que ser recibido con alegría, humildad, saber que lo que uno dice se toma en cuenta, que uno también es un generador de opinión, que uno es fuente inspiradora para otros. Me siento bendecido en todos los sentidos.¿Estás en pareja?No. Mientras aparece la persona adecuada, me divierto con las equivocadas (risas). Ponle jajaja a eso, aunque suene cruel (risas).La verdad es que he tenido relaciones estables largas, cuatro o cinco importantísimas en mi vida, pero que no llegaron a nivel del compromiso matrimonial por una razón u otra, pero es algo que ya deseo profundamente. Ya tengo una vida empresarial con unos proyectos maravillosos que estoy haciendo y que me van a dar una estabilidad, y a partir de ahí sí podré dar la calidad de vida que merecen los seres que uno trae al mundo y que ya quiero que ocurra en mi vida lo antes posible.De tu relación con Ana Bárbara se dijeron muchas cosas, incluso que era un montaje ¿Cuál es la verdad?Bueno, cuando tienes vida pública tienes dos vidas: la real y la que te inventan. En su momento el que generó ese tipo de dudas fue el ‘Gordo’ Molina (presentador de televisión del programa El Gordo y la Flaca, de Univisión) pero bueno, qué sentido tendría estar tres años en un montaje si ambos éramos solteros y unidos por la sensibilidad artística. El montaje hubiera sido si yo fuera gay y tuviera que tener una ‘tapadera’ como esos romances de Miguel Bosé o el de Rebeca de Alba y Ricky Martin. En mi vida no aplico ese tipo de cosas, con todo el respeto a ellos. Esos eran los detalles que no nos hacían disfrutar.A veces estábamos en algún restaurante de Los Ángeles y venían y nos decían: “Uy, qué lindo verlos juntos, entonces es verdad” (risas). Yo en ese momento me dediqué más a disfrutar de nuestra relación que a explicarla. Esa relación llegó a su fin no por un tema personal entre ella y yo, sino por las circunstancias adversas que vivíamos en esa época. Ella tenía que cuidar de su niño, vivir en México, y yo iniciaba los macroproyectos que ahora estoy disfrutando en su recta final.Era como si todo fuera en contra y por encima estos detallitos minando la relación con los chismes diarios, porque ella es una mujer mediática que también despierta de por sí mucho interés.Al final la unión se convirtió en una mezcla explosiva. Pero eso sí, me tocó una época muy bonita de ayudarle con su disco, que tuvo éxitos como Bandido. Eso me tocó a mí en mi legislatura (risas)Prefiere no hacer improvisacionesConfiesa que le da pavor cada vez que la prensa le pide que improvise una de sus imitaciones. “No es que lo haga de mala gana, sino que requiere de una producción para hacerlo bien”, indica¿Sigues en contacto con ella?Todavía me unen lazos muy lindos con su familia. Después de cuatro años hemos vuelto a tener contacto cibernético a través de su hijo, que en el Skype me llama para preguntarme cosas. El punto de rencuentro con Ana Bárbara ha sido su hijo, Emiliano, que es mi cuate, mi amigo y nos queremos mucho. A través de él debes en cuando nos saludamos. Hace poco me comentó que estuvo en Colombia y aquí en Bolivia. Me mandó unas fotos de cosas bellas que hay acá y de su show.¿Y qué hay de cierto con esa tu fama de conquistador?Lo que pasa es que yo he tenido relaciones largas con chicas muy lindas que las he prodigado, porque para qué esconderlas ¿no? Si eso es para compartirlo con la gente que te quiere bien. Entonces, todo lo que pasa en el tiempo real de uno, en la del público, es menor. Lo juntan todo y es como más confuso, y parece que hubiese estado con todas esas chicas al mismo tiempo. Entonces eso generó esa fama.¿Tenés enemigos?Mira, en este mundo del espectáculo la imagen de uno está condicionada a la imagen que dan los medios. Por ejemplo, el Miami Herald hizo un ‘research’ en los cinco continentes para ver si encontraba un planteamiento artístico en solitario de imitación como el que desarrollo; como no encontraron, me proclamaron mejor imitador en el género. Tiraron su piropo y se convirtió en eslogan.Tiempo después en Nueva York me preguntaron: “¿Asume usted el título de mejor imitador del mundo?”, y les respondí: “Yo no lo tengo asumido, pero hay una confusión tan grande que me están pagando como si lo fuera”. Era un chiste, pero al otro día el titular en el periódico decía: “Julio Sabala asume y presume de ser el mejor imitador del mundo”. Yo supongo que el que lee eso habrá dicho: “¡Qué tipo más arrogante!”.Entonces los periódicos, aunque la letra menuda se ciña a lo que uno está diciendo, uno no es dueño del titular y a veces, la gente solo ve la foto y el titular. Entonces, cualquier chiste que diga o cualquier media verdad que pongan es agresiva. Por ejemplo, fíjate de mi relación con Ana Bárbara de tres años con momentos maravillosos, la pregunta principal sigue siendo ¿era un montaje? ‘Hello’, hay cosas más importantes que eso, pero para que veas que la calumnia a veces prospera más o el comentario malo, porque es más llamativo que la realidad o que las cosas normales.¿A quién no imitarías?Yo digo que del papa para abajo, no hay cristiano que se salve de que lo imite. Respeto mucho al papa, por eso no lo haría, aunque es un personaje pintoresco que le está dando un aire nuevo a la Iglesia. Además, a título de broma, dicen que lo van a canonizar, porque ha logrado en tiempo récord que el mundo entero ame a un argentino (risas).Hay artistas que hacen humor con nacionalidades y políticos ¿Nunca te interesó hacer ese tipo de humor?Los políticos incluso son más fáciles de imitar que los cantantes. Es más fácil caracterizarme de don Evo Morales que de Julio Iglesias, pero eso traería una cola de malos entendidos, de crispación por poner en boca de uno cosas que él no ha dicho. En cambio, la música es un vehículo de comunicación más generoso y más amplio. No hiere susceptibilidades como el humor con los políticos y mucho menos de los grupos étnicos.¿Y qué te hace reír?Los chismes locales. Voy aprendiendo en cada lugar, cuál es el último escándalo, la ultima broma.¿Hay algún imitador que sea tu referente o que admires?Ya me gustaría a mí, pero es que yo he sido referente para los demás, pero yo no he tenido en su momento referentes. Me ha tocado establecer la modalidad y a partir de ahí vinieron (Martín) Bossi en Argentina, (Carlos) Latre en España, (Gilberto) Gless y otros en Colombia, pero todos somos grandes amigos y vamos a formar parte de una gran gesta de humor que se va a llamar La gran noche del humor que voy a producir en México y que tiene intención continental. Lo que luego desembocará en lo que se llamará La gran olimpiada del humor, que va a ser la cantera para los grandes ‘stand up comedy’ o comunicadores humorísticos. Eso será en Miami, en un gran escenario donde voy a tener la oportunidad de ser el productor y presentadorFuente: www.eldeber.com.bo