No hay mucha lluvia, hay poca obra pública

Paola Zapata*

pao1 Informaciones

Cochabamba: reportan 16 mil familias afectadas por inundaciones en el departamento, de diferentes municipios, tanto del trópico, cono sur, valle alto y valle bajo, también en la zona andina. Y se dañaron 9.500 Has de cultivo.

En el trópico y el valle alto postergan inicio de clases en 62 colegios. Algunos sirven como albergues a los damnificados por las lluvias.



Pero hace dos meses: “Cochabamba afronta una crisis por la falta de agua para riego”.

Análisis

Como siempre en esta época del año, las lluvias son otra ocasión para que los gobernantes populistas aprovechen la oportunidad de acudir a alguna comunidad con unas latas de atún y algunas frazadas para repartir, y por supuesto, lo más importante: con suficientes cámaras y micrófonos para la prensa escrita y radioeléctrica, local y si es posible nacional.

No es como dice el Presidente, culpa del “cambio climático”. No hay tal cosa, eso es un fraude de los ambientalistas políticos, de inspiración socialista, a fin de otorgar a los gobiernos y agencias mundiales grandes cantidades de dinero y otros recursos, y omnímodos poderes, para restringir el uso de energía, y por tanto el desarrollo económico, con el pretexto de “controlar el clima”. ¡Como si alguna burocracia pudiese controlar el sol, la Luna, las nubes y las estrellas!

En Youtube puede verse el filme “El gran fraude del cambio climático” (2007), del documentalista inglés Martin Durkin, entrevistando a ecologistas serios, no políticos, sino de verdad científicos, economistas, escritores e investigadores no socialistas de todo el mundo. Ellos prueban y documentan que el supuesto calentamiento global generado por la industria es una "mentira" y "el más grande engaño político de los tiempos modernos", promovido por los activistas de la izquierda verde como Al Gore, ex VicePresidente de EEUU.

¿Acaso es que “llueve mucho” como se oye decir a veces? Los registros pluviométricos no testifican ninguna variación rara o infrecuente este año. La lluvia es para la agricultura: sin lluvia no comeríamos, esa es la realidad, es una bendición de Dios; no es que haya mucha lluvia, sino poca obra pública. No es que abunde la lluvia, es que faltan embalses y represas, obras públicas de endicamiento para canalizar los volúmenes de agua, con fines de riego. En general, falta mucha obra de infraestructura física.

Nos faltan diques, que son las paredes que detienen a un cuerpo de agua de determinado volumen. Nos faltan presas y represas (son sinónimos), cuerpos de agua retenidos por sus diques. (“Embalse” es todo el espacio que contiene el agua retenida. La idea es represar el agua cuando sobre, para tenerla cuando falte. También tenemos carencias en obras de desagüe, fundamentalmente en las ciudades, a las cuales debe hacerse frecuente limpieza y dragado.

Hace apenas dos meses, 17 de enero del año pasado, Los Tiempos titulaba “Cochabamba afronta una falta de agua para riego”, porque “se estima que de las 115 represas que hay en los municipios Sacaba, Tiraque, Quillacollo, Tiquipaya y Arbieto, sólo 65 están en funcionamiento; el resto están abandonadas, sin agua y sin mantenimiento, según se desprende del Plan Estratégico de Desarrollo Cochabamba 2013-2017. La situación empeoró con el cierre de la represa de La Angostura, debido a que el embalse llegó a un nivel mínimo de 75 centímetros de una capacidad máxima de 7,5 metros de altura, y la situación para cerca de 5 mil agricultores se vió complicada. Esta represa fue construida en los años 1940, con capacidad para almacenar hasta 100 millones de metros3 de agua, capacidad que se ha reducido en un 80 por ciento.”

¿Qué pasa? ¿Cómo es que en Noviembre no había agua y ahora hay demasiada? Yo tengo la explicación: desde hace años soportamos gobiernos socialistas, o socialdemócratas, que no hacen construcción de nuevas obras públicas, y muy poco mantenimiento les brindan a las existentes. A pesar del crecimiento de la población, y por ende de la actividad económica. ¿Por qué es esto así?

La razón es ideológica, y tiene que ver con las funciones propias del Estado: la provisión de seguridad, justicia y obras públicas. Para eso existen los Gobiernos. Para eso pagamos impuestos. Pero ocurre que los Gobiernos de inspiración socialista atribuyen otras muchas miles de funciones a los gobiernos, menos esas tres, las cuales descuidan o abandonan. Por eso tenemos serios déficits, fallos y carencias en seguridad, justicia y obras de infraestructura. El socialismo atribuye a los Gobiernos otras funciones y prioridades. Según su ideología socialista, la “educación y la salud”, así como el control de los negocios y la economía con fines de “redistribuir la riqueza”, y ahora la “promoción de la mujer” y otros temas de la Agenda “Políticamente Correcta” son las misiones esenciales de los Gobiernos. Por eso hay mucho crimen, por la desatención a la seguridad y a la administración judicial. Y por eso las represas no funcionan en Cochabamba.

*Diputada nacional