Paola Belmonte ganó una batalla

No renuncia a hacer prevalecer sus derechos. Dice que no pagó los 20.000 dólaresde extorsión porque no tenía esa suma y porque sabía que las imágenes ya estaban en varias manos. Foto: José María Criales



No se rinde. La difusión de imágenes íntimas de la exconductora del programa de TV Zona pública la obligó a iniciar dos procesos. Dice que fue sometida a la denigración pública

Silvana Vincenti [email protected]

No necesitó morir para cruzar el infierno. Paola Belmonte, expresentadora del programa paceño de espectáculos Zona pública, vio aparecer como hongos en internet y en puntos de distribución de La Paz y El Alto imágenes íntimas de ella. Fue sometida a lo que denominó un ‘linchamiento social´, pero hace unos días, la Corte Departamental de Justicia de La Paz falló a su favor y ordenó a las instancias correspondientes retirar este material. Ella volvió a aparecer frente a los medios, pero tiene pendiente un proceso penal para enjuiciar al autor y, lo más difícil, el perdón no la habita por completo, pero asegura que está en proceso de sanación interior.

¿Un clic puede arruinar una vida?
Estas páginas pornográficas compran un dominio por un mínimo y cada visita reporta ganancias de centavos de dólar, pero como las visitas se acumulan por cientos de miles, los delincuentes ganan miles de dólares. Lo peor es que la pornografía de mujeres es la que vende y lucra con el dolor de la familia.

¿Por qué creés que no vende la pornografía de hombres?
Porque somos machistas, a la gente le gusta poner a la mujer como objeto, más aún si es una persona pública, generando morbo y más visitas en la web.

¿Cómo te está yendo con el tema legal?
Llevo dos procesos, uno penal que inicié en mayo de 2013 ante la Felcc de La Paz, anticipándome a la difusión del video porque yo sufría amenazas de Óscar Medinacelli de que publicaría las imágenes; y el otro proceso es por la vía constitucional, fue una acción de protección a la privacidad, que derivó en una sentencia de que se elimine toda publicación ofensiva, a través de la Autoridad de Telecomunicaciones y Transportes (ATT), de los gobiernos municipales de La Paz, El Alto y de la Gobernación.

¿Realmente creés que es posible retirar ese material?
La Alcaldía de La Paz ya lo está haciendo desde el pasado lunes, en los próximos días hará lo mismo la Alcaldía de El Alto, y la
ATT debe ver cuál es la mejor forma de evitar la difusión de este contenido, ilegal según la justicia boliviana.

¿Por qué la gente hace este tipo de cosas, producir y consumir pornografía?
Porque el delincuente hace negocios con la tragedia. En los mercados piratas se puede encontrar DVD de la pasarela que cayó en Oruro, accidentes automovilísticos en carreteras del país, y el morbo irracional de la gente no entiende que contribuye con el delincuente.

¿No te molesta dar explicaciones por algo privado?
Claro, porque es algo que debía quedarse en ese ámbito. En algún momento cuando estalló todo dije que era una víctima de extorsión y que lamentaba todo, pero nadie quiso escucharme, la gente estaba centrada en el morbo, y ahora tengo la oportunidad de hacerme escuchar, de ser protegida por mi Estado.

¿Seguiste haciendo apariciones públicas?
A raíz de una publicación totalmente irresponsable dijeron que me había ido a Brasil. Nunca escapé del país porque no cometí un delito, además no tengo familia fuera de Bolivia; no me encerré porque luché desde el primer día que salió el video, el 1 de noviembre de 2013.

En Santa Cruz muchas chicas pasaron por lo mismo, pero desaparecieron. Vos no…

No podía callarme ante una agresión, era darle la razón al agresor. Un delito, una violación a los derechos humanos no se puede callar. Entiendo que lo que quieren es reducirnos, avergonzarnos, que nos sintamos nada y carguemos con la cruz de nuestros errores. Yo reconocí que cometí muchos errores, pero de ellos se aprende. El delito lo cometió ese individuo porque la extorsión y la violencia contra la mujer son delitos.

¿Cómo ves el tema de la difusión de imágenes íntimas antes y después de lo que te pasó?
Como mujer, cuando supe de los casos de una exreina de belleza, una modelo y una cantante me puse en el lugar de ellas. Decía cómo es posible que la gente y los medios se presten a difundir eso, la sexualidad es algo que solo incumbe a cada uno. Pero no es lo mismo verlo desde afuera, nadie sabe lo que yo he pasado, salvo las mujeres que vivieron lo mismo; nadie puede ponerse en los zapatos de una víctima de denigración pública, es realmente un infierno.

Cuando todo pasó, ¿veías lo que se publicaba?
Me llegaba de rebote, me decían ya no mires, pero para mí fue la mejor terapia, enfrentar absolutamente todo y escucharlo me fortaleció más. De otra forma, cómo iba a espantar los fantasmas.

¿Perdiste amigos?
Ese mismo instante me hicieron saber que estaban a mi lado. Lo más lindo fue escuchar: “A los amigos no nos importa nada, te queremos porque te queremos”.

Los insultos siempre fueron dirigidos solo a vos…
Si la gente ha sentido placer y satisfacción al insultarme, allá ellos. Dicen que la boca habla de lo que está lleno el corazón. De pronto, ante tanto insulto, me volví impermeable; la mayor carga la he sufrido yo.

Dicen que en Zona pública estuviste en una orilla y con esto te tocó estar de la otra…
Mucha gente gozaba diciendo ahora te toca vivir lo que hiciste a otros, y esto puedo decirlo con la frente alta, que desde el programa jamás ocasionamos una ruptura familiar, siempre vimos al ser humano antes que al famoso y mucha información que recibimos la archivamos para siempre. En determinado momento un muchachito comunicador en Santa Cruz habló alegremente de mi caso, siendo que él no es ejemplo de vida. Me dolió y en algún momento quise decirle por qué hablas así, si yo callé tantas cosas de tu vida por respeto a ti.

¿Qué pensás de la infidelidad después de tu infierno?
He aprendido que para nuestra sociedad, afortunadamente no toda, nacer mujer es delito. El no mostrarse avergonzada, pese a estar destruida por dentro, es una afrenta. De la infidelidad aprendí que es un paso que puede traer todos los problemas, a mí me llevó al infierno, pero está en la conciencia y el libre albedrío hacerlo.

También aprendí que quien no lucha por sus derechos no los consigue y que se pueden cambiar leyes y la mirada de la sociedad.

¿Curaste las heridas con tu esposo?
Martín se enteró de esto en el mismo momento que yo, en mayo de 2013. Nuestra relación estaba rota, pero el se quedó conmigo para proteger a su familia porque es un hombre de profundos valores; se portó como un verdadero varón y me he vuelto a enamorar de él y él de mí. A partir de esa agresión reconstruimos la relación por el hecho de que queríamos protegernos el uno al otro y proteger a mi hijo. Hemos asistido a terapia de pareja y seguimos haciéndolo, nos amamos y decidimos luchar por nuestra familia.

¿Tu hijo sabe lo que pasó?
Nunca le hemos ocultado nada, está con apoyo sicológico, sabe lo que compete a sus ocho años.

¿Perdonaste a Óscar Medinacelli?
Me han preguntado si lo que quiero es verlo en la cárcel y digo que la peor cárcel es la de su conciencia porque él sabe lo que hizo. No sé si midió consecuencias, porque cuando le pregunté por qué hizo eso, me respondió que quería dejar buena plata a su familia. Estoy en proceso de curar heridas y, más que en la justicia humana, creo en la justicia divina.

¿Te perdonaste vos?
Estoy trabajándolo. Mi familia y yo tenemos que vivir con esto, no solo es cuestión de pasar la hoja y lo que más cuesta es perdonarse uno mismo, cuando todo se desencadenó por mi error. Pero debo reconocer que todas esas agresiones me convirtieron en una mujer más fuerte.

¿Te sentís ganadora?
Me siento renovada, más fuerte, tuve que pasar por el infierno para aprender, pero aprendí.

¿Seguirás con tu programa Zona pública?
No tengo fecha de retorno a la TV, pero tengo la certeza de que no puedo tirar por la borda 20 años de carrera profesional por un delincuente. Ahora estoy luchando por mis derechos.

¿Quién es Paola Belmonte, más allá de la figura pública?
Soy una mujer a la que nadie le ha regalado nada, todo me lo he ganado. En lo profesional, fuimos los primeros en hacer periodismo de espectáculo. Demostré que una mujer no debe ser modelo perfecta y hermosa para ser solvente en la TV.
He desafiado el molde de que a una mujer se la castiga y a un hombre se lo celebra en el momento de hacer público un delito, lo que me hizo enfrentarme a un linchamiento social. Por eso soy una sobreviviente

Datos

38 años
Comunicadora social (umsa)
Copropietaria deK Asociados
LOS ANTECEDENTES
En mayo de 2013, distanciada de Martín Sotomayor, su esposo y compañero del programa Zona pública, mantuvo una relación con Óscar Medinacelli, a quien acusa de extorsión por 20.000 dólares, bajo amenazas de difundir videos íntimos, que fueron hechos públicos en noviembre ante la negativa a pagar.
Paola Belmonte ha ganado la batalla por la vía constitucional, pero queda pendiente que se inicie el juicio penal. Mientras tanto, Óscar Medinacelli tiene arresto domiciliario.

PING PONG

Martín
Mi eterno compañero y amor

La infidelidad
Una tentación

LA PORNOGRAFÍA
Un delito

Óscar Medinacelli
Un delincuente

EL PERDÓN
Divino el silencio de las víctimas
Que se acabe

GRATITUD
Fundación para el Restablecimiento de los DDHH, Comunidad de DDHH, Defensoría del Pueblo, Mujeres Creando y varios grupos femeninos

Fuente: eldeber.com.bo