Disturbios en Taksim en el primer aniversario de las protestas turcas

La policía turca lanza gases lacrimógenos contra los manifestantes congregados en la simbólica plaza de Estambul

Una manifestante en Estambul escapa de los gases lacrimógenos. / BULENT KILIC (AFP)

Turquía ha conmemorado el primer aniversario del inicio de las protestas de Gezi con escenas similares a las vividas entonces, violentos enfrentamientos entre policías y manifestantes entre grandes cantidades de gas lacrimógeno.



Hoy se cumple un año de del inicio de una serie de manifestaciones masivas contra el Gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogan y que se extendieron hasta julio de 2013. Desencadenadas por el intento de demolición del Parque Gezi en el centro de Estambul, las protestas se ampliaron a todo el país y contra la violencia policial y, según los manifestantes, el “autoritarismo” de Erdogan.

La plataforma Solidaridad con Taksim y otros grupos habían convocado hoy manifestaciones para conmemorar los eventos del año pasado. Por su parte, el Gobierno había movilizado a unos 25.000 policías y 50 vehículos con cañones de agua sólo en el centro de Estambul con el objetivo de evitar estas manifestaciones.

“Nuestras fuerzas de seguridad tienen unas órdenes claras. Harán todo lo que sea necesario desde la A a la Z (para evitar protestas)”, había declarado hoy Erdogan durante la inauguración de un complejo municipal en Estambul, según le citó la agencia semi-oficial de noticias Anadolu.

Desde el inicio de la jornada, grupos de agentes fueron cerrando los accesos al Parque Gezi y, junto a éste, a la Plaza Taksim, epicentro de las protestas el año pasado y también en otras ocasiones. Por la tarde, comenzaron los enfrentamientos cuando grupos de manifestantes intentaron aproximarse a la plaza. La policía respondió con gas lacrimógeno, cañones de agua y balas de goma, según mostraban imágenes en directo e iban informando los medios locales. Por su parte, algunos manifestantes lanzaban piedras y fuegos artificiales contra los agentes. Escenas similares han tenido lugar en Ankara, la capital, y en otras ciudades como Adana.

Turquía ha vivido 12 meses de tensión con numerosas protestas contra el Gobierno de Erdogan, que además en diciembre fue objeto de un escándalo de corrupción que salpicó a varios ministros. En las últimas semanas, habían vuelto las manifestaciones contra las autoridades tras una tragedia en la mina de Soma, en el noroeste del país, donde murieron 301 mineros.

Al menos ocho personas han muerto durante las diferentes manifestaciones desde el año pasado, aunque las cifras difieren según las fuentes. También ha habido otras víctimas de las acciones policiales, como Elif Cermik, una mujer de 64 años que murió ayer tras haber caído en un coma provocado por el gas lacrimógeno el pasado diciembre, según informaron los medios locales.

Además, miles de personas han sido detenidas o han resultado heridas desde mayo del año pasado. De hecho, más de 5.600 manifestantes están pendientes de un proceso judicial por su participación en las protestas, mientras que nadie ha sido condenado por la violencia policial, según denunció esta semana la Federación Internacional de Derechos Humanos.

En los últimos meses, Erdogan y su Gobierno han culpado de las sucesivas protestas a un supuesto lobby del interés, a diferentes grupos y agentes extranjeros y a los medios de comunicación.

El país se encuentra efectivamente dividido entre quienes se oponen y quienes apoyan al Gobierno de Erdogan, cuyo partido obtuvo casi la mitad de todos los votos en las elecciones locales celebradas en marzo.

Fuente: elpais.com