El guardián del último bastión opositor entra en el terreno nacional

Nace en Bolivia la concertación de la unidad demócrata. Ernesto Suárez Sattori es el candidato a vicepresidente de Doria Medina. Es el portador de un discurso combativo contra el MAS. Al final, se unieron las únicas dos fuerzas que nunca fueron aliadas del MAS, las lideradas por Costas y Doria Medina.

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El exgobernador Suárez renunció a su cargo para evitar que el MAS gobierne en Beni sin ganar una elección. Lo obligó a ir a las urnas y lo derrotó. Fotos: APG Noticias.



EL DEBER, Santa Cruz 

El que derrotó al MAS en su patio en tres oportunidades, el que renunció a su Gobernación para permitir una nueva elección que no le permita al partido en función de Gobierno administrar un espacio político que no había ganado, el guardián del último bastión opositor que no se ha dejado seducir con los colores azul, blanco y negro, entra en terreno nacional. Ernesto Suárez Sattori será el acompañante de fórmula de Samuel Doria Medina. Así, se constituye el primer binomio para hacerle frente al de Evo Morales-Álvaro García Linera en las elecciones del 12 de octubre.  

Con esta alianza, prácticamente se sepulta al Frente Amplio y nace Concertación de la Unidad Demócrata, la conjunción entre Unidad Nacional y Movimiento Demócrata Social, la unión entre las fuerzas lideradas por Samuel Doria Medina y Rubén Costas, por los que siempre estuvieron en la vereda de oposición, se alían para tratar de sumar fuerzas.

Para el analista Gustavo Pedraza, la alianza es lógica. No hay cruces ideológicos, como los pudo haber en un acuerdo entre Juan del Granado y Costas y prácticamente redita la difunta Convergencia Nacional, donde estuvieron actores similares a los de hoy, con la diferencia que en la agrupación liderada por Reyes Villa no participó Costas.

Tras bambalinas

Hace unas dos semanas, cuando los demócratas informaron de su decisión de apoyar a Doria Medina, en una reunión en Los Tajibos, el industrial cementero le ofreció la candidatura a la Vicepresidencia a Suárez. Hasta ese momento, el exgobernador de Beni era la cabeza de los negociadores demócratas y pidió un par de días para analizar la oferta, consultar a su familia y dar una respuesta. 

El sí llegó en Cochabamba, en una cena, 48 horas más tarde.

Esta decisión, no solo tenía el respaldo del entorno familiar de Suárez, sino también de Costas, que en contra de la decisión de partido había decidido dar un paso al costado para tener una mayor posibilidad de pelear contra el MAS. Hasta ese momento, demócratas habían negociado con Doria Medina bajo la premisa de Costas presidente, pero al final cedió ante la mayor posibilidad de aglutinar el voto en el occidente del cementero, que ya ha participado en dos elecciones generales.

Suárez, como Doria Medina lo define, es el complemento ideal para hablar de la convergencia entre oriente y occidente, pero además es un político experimentado, con amplia experiencia en la administración pública (diputado, senador, prefecto y gobernador). También es un símbolo de la lucha por la autonomía, un férreo opositor y, como lo define Pedraza, el portador del discurso más firme contra Morales y la cabeza de la única estructura que no ha podido ser perforada por el MAS.

Responsabilidad compartida

Óscar Ortiz fue parte del equipo de negociación del acuerdo y prefiere mantener los detalles de cómo se tejió la alianza y la candidatura de  Suárez, pero sí aclara la importancia del beniano en MDS. Recuerda que Costas y Suárez dejaron de lado sus agrupaciones ciudadanas para conformar el partido, que viajaron juntos por el país para convencer a otras figuras políticas que hicieran lo mismo y que gracias a ello se tiene a aliados como Savina Cuéllar, en Sucre.

La campaña tendrá que esperar hasta julio. Ortiz y Doria Medina coinciden en que ocuparán este tiempo para elaborar las listas de candidatos a la Asamblea Legislativa Plurinacional. Al sepultar el Frente Amplio y llegar a un acuerdo entre Unidad Nacional y MDS, Costas se asegura un gran dominio de las listas en Santa Cruz y Beni, pero también buena participación en Pando, Tarija y Chuquisaca. Doria Medina controlará más espacios en el occidente, en La Paz, Cochabamba, Oruro y Potosí, donde disputa espacio político a Juan del Granado. Además, cada frente deberá ser responsable por la coherencia de su bancada una vez esta tome posesión en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Se prevé que para ello se tengan a cabezas de los partidos asumiendo las candidaturas. 

Doria Medina promete que las listas de candidaturas será una señal clara de que esta no es una alianza como las anteriores, que se quiere conformar un bloque sólido.

El financiamiento es harina de otro costal. Cuando se le consulta a Doria Medina si será más difícil que otros años conseguir recursos del empresariado, responde que tiene fe que el maltrato recibido por los empresarios de parte del Gobierno haga que apoyen a una coalición opositora. “Los han tratado como ciudadanos de segunda clase y tienen preocupación sobre el futuro del país”, dice.

Sin embargo, esta alianza no es de largo aliento y en principio llega hasta el 12 de octubre. Ortiz dice que no hay que quemar etapas, que hay que esperar que esta elección pase, ver el desempeño y analizar las mejores opciones para las elecciones regionales de 2015. Eso tal vez indique que el MDS tratará de sentar presencia en todo el país el próximo año, pero todo dependerá de las cartas que repartan las urnas en octubre 

COSTAS Y DEL GRANADO TIENEN PAPELES DISTINTOS EN LA ELECCIÓN DE OCTUBRE

Mientras Rubén Costas se reservó para sí el papel de presidente de la alianza opositora, Juan del Granado parece haber salido con las manos vacías de esta negociación, que duró más de tres meses y no llegó a nada con los demócratas. Para el analista político Pablo Javier Deheza, Del Granado y el MSM no tienen cómo ni con quién armar una alianza que les pueda dar territorialidad hacia el oriente boliviano, por lo tanto es muy probable que quede circunscrito al ámbito occidental, tal como otros liderazgos altiplánicos anteriores que no lograron trascender las montañas.

No opina igual Gustavo Pedraza. Cree que el MSM conformará la oposición de izquierda y que aglutinará a los descontentos del proceso de cambio. Recuerda que el ex del MBL formó parte del Gobierno hasta 2010 y que ya firmó una alianza con Rebeca Delgado, que fue parte del Gobierno hasta 2012. No sería extraño que candidaturas como las de los indígenas, que también fueron aliados del Gobierno, terminen en el MSM. Así, los sin miedo podrían conformar lo que el diputado Fabián Yaksic llama la alternativa de izquierda.

Para Pedraza, el que sí pudo haber perdido una oportunidad importante es Costas. Lo ve como el único actor nuevo en la política, que ahora, por optar por mantener su poder territorial, ha dejado de lado su opción de presentarse como líder nacional.

Una dupla que llena un vacío

José Orlando Peralta B. – Politólogo

El escenario político se ha reconfigurado con la eclosión de la dupla Doria Medina-Suárez Sattori, llenando un vacío desde la perspectiva del juego electoral, que beneficia a unos y perjudica a otros, y que es necesario analizarlo más allá de las afinidades ideológicas y afiliaciones partidarias, como forma de aportar al debate. A partir de esta premisa, es posible plantear ciertos elementos para conjeturar e intentar comprender los desafíos del binomio.

Para empezar, hay que identificar, con el paso de los días, si la dupla en cuestión ha generado más o menos aceptación, pues no nos olvidemos que Suárez Sattori no está en función pública y su nombre todavía no estaba en el menú de ofertas electorales de manera oficial, como ya lo está  Doria Medina. Por lo tanto, si bien este ya tiene un posicionamiento mediático, tanto en la comunicación política tradicional como en la 2.0 pero de manera individual, sus asesores ya tienen que empezar a trabajar los nombres de ambos en una misma imagen, en una sola marca, en un solo discurso.

Otro factor a tomar en cuenta es la conformación de la plancha de candidatos a la Asamblea Plurinacional, pues son quienes posiblemente librarán una guerra electoral en ciertas circunscripciones, considerando que son liderazgos locales con delimitación territorial específica. Otro factor incidente es la nómina de los candidatos a senadores. Es muy probable que se barajen  nombres de personas con cierta trayectoria política como forma de dar consistencia a la dupla. La conformación de la plancha se correlaciona con las articulaciones que se desarrollen con diferentes sectores sociales. 

Tomando como referencia el binomio colla-camba, su desafío será construir en estos cuatro meses que quedan de campaña un discurso de conjunto,  ya que el cementero solo proyectaba mensajes a partir de su contexto y trayectoria personal. También es necesario que constituyan una identidad ideológica que otorgue sentido político a sus electores militantes, a sus potenciales electores y a los indecisos, que solo el día del voto deciden a quien apoyar.

Otro componente a tomar en cuenta para comprender el desenvolvimiento de la variable en cuestión, es la intensidad de la estrategia del MAS hacia la nueva oferta electoral, pues al reconocer a su nuevo contrincante,  ya tiene un nuevo muro para lanzar sus dardos y dinamizar su discurso en referencia  al necesario oponente. El MSM también dirá algo pero probablemente con más acidez. En este contexto, la nueva alianza estará en el ojo de la tormenta mediática, lo cual, si saben canalizarla,  será muy útil para sus fines.  

Por el hecho de que Rubén Costas es el líder que está detrás de la dupla, es posible que la nueva agrupación sea el frente con quien polarice la campaña el MAS, pues en toda coyuntura prelectoral ineludiblemente o se es negro o se es blanco, no hay multicolores, ya que las  emociones  y los  intereses en juego afloran en su máxima expresión. El MSM tendrá que ser muy creativo para entrar en la disputa, porque al no comunicar quién es su candidato a vice puede leerse como una leve  desventaja en la pista de carrera, una fisura con potencial de cráter que lo invisibilizaría en el combate. Simplemente hemos tratado de poner en consideración algunos elementos o factores para alimentar el análisis, de acuerdo con las variables que de alguna manera son manifiestas, pues también existen variables latentes que solo los equipos de campana y los candidatos las conocen o también circunstancias que pueden emerger en contra de cualquier pronóstico. Sin embargo, era necesario tener la certeza de un segundo binomio en carrera, porque  al ir  consolidándose los actores titulares del tablero, desde la vereda opositora, llenan un vacío;  que por un lado, beneficia a las maquinarias electorales de los diferentes frentes y agrupaciones para trabajar su estrategia pues ya se identifican los nombres, y por otro, le da un matiz de esperanza a los ciudadanos que añoran una alternativa.