La alianza de chicle

Víctor Hugo Velasco Iporre*

VH VELASCO OK La alianza suscrita entre Samuel Doria Medina y Rubén Costas Aguilera no representa la unidad boliviana que estuvieron pregonando porque no se han pronunciado sobre los abusos a derechos humanos, sobre las persecuciones, el atropello a los ciudadanos, los mil exiliados bolivianos en otros países ni el problema del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).

Los eventuales aliados no han pronunciado ni media palabra para defender el mayor área protegida de Bolivia, creado como Parque Nacional mediante DS 7401 del 22 de noviembre de 1965 y declarado Territorio Indígena a través del DS 22610 del 24 de septiembre de 1990.



Mi compromiso es de continuar defendiendo al TIPNIS como verdadero hombre de la Democracia.

Sólo un verdadero opositor al abuso, al autoritarismo y al régimen de Evo Morales tiene la cara limpia para denunciar de frente que en Bolivia ya no se vive una democracia real. El hecho de hacer elecciones, que un mero instrumento de la Democracia, no significa que hay democracia.

Sólo un verdadero opositor tiene la fortaleza espiritual y social para hablar de frente.

Las alianzas entre partidos que únicamente se “lotean” o “cuotean” los espacios (las candidaturas a senadores y diputados) únicamente muestran una “unidad de chicle” en vez de una Unidad de Principios. Esa alianza corre el riesgo de romperse por cuando únicamente se están barajando nombres de personas que ocuparán las candidaturas pero no hay un símbolo político de lucha contra un régimen que día a día nos destruye.

Las alianzas sólidas se unen no en base a cuotas sino en base a un argumento que no les gusta decir ni a Samuel ni a Rubén: vivimos en un régimen autoritario y debemos derrotarlo en las urnas en octubre 2014.

*Director del Comité pro Santa Cruz y presidente de la Asociación Boliviana de Derechos Humanos