La corrupción es la principal preocupación de los bolivianos

Según la última encuesta realizada por DataSiete. De cada 10 consultados, tres identificaron a la corrupción como su mayor preocupación, seguido por la seguridad ciudadana. Fueron encuestadas 2.250 personas.

imagePágina Siete / La Paz

La corrupción se ha convertido en la principal preocupación de la gente, al pasar del 26 a poco más del 30%, según la última encuesta de percepción de opinión pública elaborada por la empresa encuestadora Tal Cual Comunicación Estratégica a nivel nacional para el diario Página Siete.



De acuerdo con el sondeo presencial efectuado entre 2.250 personas en 28 capitales departamentales y ciudades intermedias, un 30,3% de los encuestados señaló la corrupción como su principal preocupación, contra el 26% registrado en la encuesta de abril pasado, mes en que ese problema ocupó el segundo lugar, detrás de la inseguridad ciudadana.

La preocupación por este tema ha tenido un incremento sostenido acumulado de ocho puntos porcentuales en el último año, al pasar de 22% en junio de 2013 a 24% en enero de 2014 y 30,3% en el último sondeo.

En la última encuesta, la inseguridad ciudadana ocupa el segundo lugar, con 29,7 %, delante del narcotráfico, con 14,7%; la economía, con 14,1%, y la salud y la educación, con 9,7%.

El sondeo fue realizado en la última semana de mayo entre ciudadanos de ambos sexos, mayores de 18 años y de todos los niveles socioeconómicos, con un nivel de confianza del 95% y un margen de error de más menos 2,04%.

El índice de preocupación por la corrupción es más alto en Cochabamba, con el 43%; Beni, con 37%, y Chuquisaca, con 36%, mientras que Potosí, Pando y Santa Cruz registran el más bajo, con 17%, 22% y 26%, respectivamente.

La preocupación por la inseguridad ciudadana es mayor en Santa Cruz, con 41%, seguida por Potosí, con 35%, y La Paz, con 34%. Es menor en Pando, Cochabamba y Beni, con 11%, 18% y 22%, respectivamente.

Entre las ciudades intermedias incluidas en la encuesta figuran Achacachi, Caranavi, Viacha, San Julián, Montero, Challapata, Guayaramerín, Riberalta, Tinquipaya, Quilllacollo, Sacaba, Tiquipaya, Villa Tunari, Monteagudo, Villamontes y Bermejo.

La encuesta fue realizada dos meses después del escándalo que involucró a la cuñada del vicepresidente Álvaro García Linera, Silvana del Castillo Tejada, socia de la empresa Air Catering, que tenía un contrato para la prestación de un servicio de refrigerios a los viajeros de la compañía estatal Boliviana de Aviación (BoA) por 26 millones de bolivianos anuales.

García Linera dijo en la ocasión que no conocía esa relación comercial y, pese a considerarla legal, pidió a BoA que rescinda el contrato por razones éticas.

Ficha técnica

Cobertura geográfica. Zonas urbanas y ciudades intermedias.

Población. Hombres y mujeres, mayores de 18 años y de todos los niveles.

Tamaño de la muestra  2.250 encuestas presenciales.

Trabajo de campo.  Se desarrolló entre el sábado 17, 18 y 25 de mayo de 2014.

Punto de vista

Iván Arias. Analista político

«El problema es el narcotráfico”

Aunque esté en primer lugar la corrupción y en segundo lugar la inseguridad ciudadana, la madre del cordero (problema) es el narcotráfico, aunque esté en tercera opción.

Los bolivianos nos resistimos a creer que el narcotráfico genera corrupción e inseguridad ciudadana.

La encuesta, por departamentos, da cuenta que Cochabamba coloca al narcotráfico entre los dos primeros lugares de preocupación de las personas. Creo que en general la encuesta identifica los tres principales problemas.

¿Será simplemente que tenemos funcionarios corruptos? Una lectura es que los funcionarios públicos roban mucho; otra forma de ver es que los bolivianos tomamos bebidas alcohólicas en exceso y que hay mucha criminalidad, o que el narcotráfico está penetrando en Santa Cruz y se lo demuestra por la cantidad de muertos por este problema. La situación es similar en Pando.

Para revertir este problema  se deben fortalecer los mecanismos de fiscalización con una Contraloría independiente, un Órgano Legislativo nacional y departamentales que verdaderamente fiscalicen.

De no existir soluciones y si no abrimos los ojos a tiempo, deberíamos temer a que en Bolivia se replique lo que sucede en México, en las favelas de Brasil y a lo que Colombia sufrió por mucho tiempo.

Los bolivianos debemos dejar de obviar estos temas porque esas experiencias no estamos lejos de tenerlas.