Linchan en Cochabamba a un hombre epiléptico al confundirlo con un ladrón

La Policía detuvo a cuatro sospechosos de instigar el crimen, quienes serán presentados ante autoridades en las próximas horas.

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Ref. Fotografia: Imágenes de la población de Sipe Sipe, en Cochabamba.



Un hombre de 35 años que sufría de ataques de epilepsia fue linchado por una turba del pueblo Sipe Sipe, en el centro de Bolivia, que lo confundió con un ladrón y lo ahorcó en el travesaño de un arco de fútbol, informaron hoy fuentes policiales.

El asesinato de Edson Siñani Huallas, que trascendió este martes, se produjo durante la madrugada del domingo, cuando al parecer el hombre sufrió un ataque de epilepsia, quedó confundido e ingresó a una casa de Sipe Sipe, pueblo al que viajó desde la vecina Vinto, donde vivía.

"Después de un episodio o ataque (de epilepsia), a veces se entraba a casas, pero no es un ladrón, pedimos que castiguen a los asesinos", dijo una familiar de Siñani al diario Opinión de Cochabamba, cercana al lugar donde ocurrió el crimen.

Los familiares presentaron ante las autoridades documentos que acreditan que Siñani padecía de epilepsia.

La Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) del pueblo vecino de Quillacollo detuvo a cuatro sospechosos de instigar el crimen, quienes serán presentados ante autoridades en las próximas horas.

Los detenidos vivían en la casa en la que entró Siñani y fueron los que lo entregaron a la turba, según los medios.

El coronel Yuri Tapia, de la Felcc, afirmó a la prensa que los agentes tardaron en descolgar el cadáver debido a la oposición de los vecinos del lugar.

Los linchamientos de supuestos delincuentes en Bolivia son frecuentes especialmente en el área rural andina y en la central y, según han advertido los juristas, muestran que en el país rige una pena de muerte de facto aplicada por muchedumbres violentas.

Las turbas siempre argumentan que aplican la justicia comunitaria, reconocida en la Constitución, pero las autoridades bolivianas y organismos internacionales como Naciones Unidas han mostrado su preocupación por esas actuaciones criminales, porque el concepto de justicia indígena no establece la pena capital.

Según organizaciones de derechos humanos, en Bolivia se producen entre diez y veinte casos de linchamientos consumados cada año y una cifra mayor de intentos.

Fuente: El Día