Un tratado de límites de 1874 que Chile no cumplió

Ante el avance chileno, Bolivia firmó acuerdos con Chile para delimitar sus fronteras en 1866 y 1874 pero el vecino país no los respetó.

Un tratado de límites de 1874 que el vecino país no cumplió

Cualquier controversia debía ser resuelta mediante arbitraje.

imagePÁGINA SIETE, La Paz



Archivo. Las tropas chilenas invadieron el puerto de Antofagasta.

«El descubrimiento de vastos depósitos de guano han alentado la codicia de nuestro vecino y fortificado en él, el propósito que parece resuelto de hacer definitiva la expolicación…” advirtió el canciller boliviano Rafael Bustillo en 1863, según El Libro del Mar.

La creciente importancia del guano en el Litoral boliviano, unida al hecho de que Bolivia contaba con escasa población en el departamento del Litoral y muy reducidos medios para hacer valer su autoridad, llevó a numerosos aventureros chilenos a establecerse en aquel territorio desde inicios de la década de 1840, señala el libro que fue presentado la anterior semana.

Éstos ciudadanos comenzaron a realizar explotaciones sin autorización de Bolivia, «como consecuencia, Chile pretendió extender su soberanía hasta el paralelo 23°, en territorio boliviano”. Entonces, el Gobierno boliviano protestó formalmente y quiso solucionar este asunto de manera diplomática y cordial.

El primer tratado que firmaron Chile y Bolivia fue el 10 de agosto de 1866 y fijó como límite el paralelo 24° de latitud sur y la mancomunidad de explotación del guano, los metales y los minerales en el territorio comprendido entre los paralelos 23° y 25°.

El 6 de agosto de 1874, se firmó el segundo Tratado de Límites entre Bolivia y Chile. En virtud del mismo se confirmó la línea divisoria en el paralelo 24° y los derechos de explotación chilena hasta el paralelo 23°.

Adicionalmente se acordó que las personas, industrias y capitales chilenos no serían gravadas con nuevos impuestos durante 25 años. Al año siguiente se firmó un Protocolo Complementario al Tratado de 1874, que estableció el arbitraje como medio para la solución de cualquier controversia.

Sin recurrir al arbitraje previamente acordado, las tropas chilenas invadieron el puerto boliviano de Antofagasta el 14 de febrero de 1879 sin previa declaratoria de guerra.

«Bolivia fue arrastrada a una guerra que no buscó”, señala una parte del libro oficial presentado por el presidente Evo Morales.