“Perú no tiene ninguna llave” para la salida al mar de Bolivia

Embajadora del Perú en Bolivia, Silvia Alfaro Espinosa.

Evo Morales y Ollanta Humala se entrevistarían en agosto o septiembre de este año.

imagePÁGINA SIETE, La Paz



La Paz. 25 de julio de 2014. La embajadora del Perú en Bolivia, Silvia Alfaro (der), junto a una compañía de la 4ta Brigada de Montaña de Puno, rindieron homenaje a un año más de la independencia del vecino país, en Plaza Murillo. Foto ABI.

La embajadora del Perú en Bolivia, Silvia Alfaro Espinosa, dice que «Perú no tiene ninguna llave” para la solución del problema marítimo boliviano, pero al mismo tiempo sostiene que es prematuro «hablar de llaves y candados” cuando Bolivia y Chile están en el inicio de la demanda de La Haya.

«Primero tenemos que ver cómo va evolucionando la situación actual. No podemos hablar del capítulo 20 cuando estamos en la introducción de un proceso soberanamente decidido por Bolivia de acudir a la Corte Internacional de Justicia”, afirma.

Entrevistada en el marco de Los Desayunos de Página Siete, la diplomática peruana anticipó la posible entrevista oficial de los presidentes Evo Morales y Ollanta Humala para agosto o septiembre próximos.

Página Siete – ¿Cuál es su balance de las relaciones bilaterales?

Las relaciones bilaterales son cordiales, buenas, pero deberían ser mucho más profundas, más amplias en el abanico que nos interesa y preocupa. Durante mucho tiempo hemos trabajo en muchísimos esquemas de cooperación y coordinación, sobre todo para la frontera, y esos esquemas continúan, pero necesitamos dinamizarlos y fortalecerlos. El principal de todos es la atención que le hemos dedicado a través de un organismo internacional, que es la Autoridad Autónoma del Lago Titicaca, a toda la cuenca del Titicaca, el Desaguadero, el Poopó y Coipasa. La frontera peruano-boliviana es la  más poblada y larga que tenemos los peruanos, probablemente también la que más problemas tiene.

Página Siete – Una frontera muy compleja por el contrabando, el narcotráfico…

Tenemos el contrabando, el narcotráfico, la trata de personas, la minera ilegal  y todo se concatena, porque, además, se lava el dinero de uno a través de los otros negocios. El narcotráfico y la minería ilegal son los que más dinero mueven y también los que necesitan del lavado y de actividades colaterales, que implican el contrabando y la trata de personas, con el agravante de que tenemos un solo puesto de frontera propiamente dicho en 1.047 kilómetros, que es Desaguadero, que funciona decentemente para el comercio regular, pero también sabemos que es un foco de comercio irregular clarísimo, de contrabando hormiga, que se hace a luz y paciencia de todos, incluso de autoridades locales.

Página Siete – Y también está el narcotráfico…

Es otro asunto particularmente delicado y muy preocupante. El narcotráfico sigue creciendo en el Perú. Nosotros estamos haciendo muchos esfuerzos para controlar el cultivo de hojas de coca. El año pasado lo hemos reducido sustancialmente. De 69.000 hectáreas, ahora estamos en 49.800. Hemos bajado más de 22.000 hectáreas. Nosotros tenemos muy buenos desarrollos en materia de erradicación completa de la hoja de coca. Hubo un trabajo de muchos años, integral, que tenía que ver con la interdicción, pero también con el desarrollo alternativo. La concentración principal de los cultivos en el Perú está en el valle del Vraem, pero yo creo que se está expandiendo hacia el sur. Tenemos un peligro muy claro, evidente, y no son imaginaciones, sino datos concretos. En la zona fronteriza de Perú y Bolivia, en   Apolo, en la zona peruana de Sandia  hay espacios de hoja de coca no autorizados.

Página Siete – Hubo incluso violencia en la región…

En el lado boliviano, en Apolo. Se comprobó que no hubo peruanos. Hubo una primera expresión de alguna autoridad boliviana que creo se adelantó sin tener las evidencias, pero luego el fiscal a cargo de la investigación aclaró que no hubo ni un solo peruano. Todos los involucrados eran bolivianos, pero creo que mal hacemos en decir si es peruano o boliviano. Eso no sirve de nada. Si tú le echas la culpa a un extranjero, lo que haces es liberarte de la responsabilidad y aquí necesitamos que todos nos sintamos responsables de un problema  que es transnacional y de mafias.

Página Siete – Con una frontera de mil kilómetros, ¿cuán posible es controlar ese tipo de actividades?

Es una frontera que merece mayor presencia del Estado, no es solamente de control fronterizo. Necesita que toda esta población tenga formas de vivir distintas de aquellas que las empujan a las actividades ilícitas. Tendríamos que hacer un trabajo muy serio en materia de desarrollo económico y hay productos que realmente pueden ser muy interesantes, como la quinua y la lana de camélidos.

Página Siete – Hemos hablado de los problemas, ¿cuáles son los aspectos positivos?

Perú y Bolivia tienen un nivel de comercio muy interesante. Estamos en 1.200 millones de dólares al año. Perú apuesta por Bolivia en materia de inversiones. Actualmente ya hemos pasado los 1.200 millones de dólares de capital privado en Bolivia. Ciertamente eso va a aumentar en función de la mayor seguridad jurídica que puedan sentir los inversionistas peruanos. La cooperación es buena en todos los niveles, pero necesitamos subir un paso más y armar planes conjuntos coordinados

Página Siete – Con una agenda tan amplia e importante, ¿por qué no se ha concretado todavía una entrevista entre los presidentes Ollanta Humala y Evo Morales?

Estamos preparando la agenda justamente. Los elementos que he mencionando tienen que estar presentes en un encuentro presidencial y estamos trabajando en ello porque entendemos desde el punto de vista del Perú que un encuentro de presidentes es absolutamente necesario. Desde que asumió el presidente Humala, hace tres años, no han tenido un encuentro oficial, formal, preparado para desarrollar la agenda bilateral. Se han reunido en foros internacionales, pero no hemos logrado tener este encuentro que realmente amerita.

Página Siete – Esta ausencia de contactos a nivel presidencial no refleja una cierta falta de interés por parte de ambos países en dar a la relación bilateral la importancia que tiene?

Yo no diría que hay falta de interés. Yo me imagino que ha habido otras prioridades. En el caso del Perú, nosotros estamos muy interesados en que se lleve a cabo esta reunión, pero no una reunión para una foto, un pequeño encuentro protocolar. Tiene que ser una reunión realmente de sustancia, en donde se vea toda la agenda bilateral, en sus partes buenas y difíciles, porque ahí tenemos que tomar decisiones. Yo tengo una buena receptibilidad por parte de las autoridades bolivianas para que este encuentro tenga mayor amplitud en temáticas. No tenemos una fecha, pero ya estamos avanzando con la idea de que pudiéramos tener el encuentro en agosto o septiembre.

Página Siete – La demanda de Bolivia contra Chile en La Haya ha reactualizado el tema de la reivindicación marítima boliviana y la polémica sobre las posibles salidas al diferendo. ¿Perú tiene la llave de la salida al mar para  Bolivia?

Yo siempre he dicho que Perú no tiene ninguna llave, porque yo creo que también es un falso dilema. Todos sabemos qué es lo que establece el Tratado de 1929, particularmente el protocolo complementario al Tratado de 1929. Su artículo primero establece que en caso de que un país cediera al otro o a una tercera potencia un territorio que antiguamente fue de alguno de las dos partes se necesitará el acuerdo previo de este país, en este caso del Perú, pero para llegar a hablar de llaves y candados  primero tenemos que ver cómo va evolucionando la situación actual. No podemos hablar del capítulo 20 cuando estamos en la introducción de un proceso soberanamente decidido por Bolivia de acudir a la Corte Internacional de Justicia. Nosotros como peruanos seguimos con mucha atención todo el proceso, pero yo creo que mal haríamos nosotros ahora en decir nada al respecto, primero porque es un asunto que se maneja de manera reservada y lo hemos vivido en carne propia los peruanos con todo el proceso que hemos tenido en La Haya durante seis años. En el Perú no se hablaba mucho del asunto, ni siquiera internamente. Había una especie de pacto interno en donde la vocería de este asunto la llevaba el agente y el canciller del momento.

Era muy poco lo que se podía discutir. Tampoco aceptamos que terceros se involucraran en el asunto. Yo creo que este proceso boliviano-chileno se merece el mayor respeto, cautela, y no cabe emitir opinión ni criterios cuando no corresponde. Esto está siendo ventilado en una instancia internacional.

El día de mañana veremos qué pasa. El Perú está ahí, no se va a ir, no se va a mover. El tratado del 29 es el tratado fundamental de límites entre Perú y Chile a nivel terrestre. Son documentos que están ahí y tendremos que atender en el momento que corresponda. Ahora es muy prematuro y poco útil, poco útil incluso para la sociedad boliviana, estar aguardando una llave que no resuelve nada ahora.

Bolivianos y peruanos presumen del Titicaca, pero  lo tratan como un «basural”

Silvia Alfaro dice que bolivianos y peruanos presumen del Titicaca como la «maravilla del mundo”, pero  lo tratan como un «basural”. «La bahía de Koani recibe  los vertidos urbanos, agrícolas, mineros, industriales de El Alto y Viacha. En el lado peruano pasa otro tanto, pero  en menor medida porque no tenemos ciudades tan grandes como las de acá”.

Lo mismo ocurre en la región de Suches con la minería ilegal. La laguna de Suches, compartida por Perú y Bolivia, está al norte del lago Titicaca. El río baja en vertical haciendo frontera y desemboca en el lago. La cuenca alta tiene yacimientos de oro.

«Los invito a que visiten esa zona. Parece Marte. Lo que eran pastizales preciosos y bofedales hoy es una tierra totalmente muerta, árida, infértil. No ves un río. Los mineros ilegales se dan el lujo de represar las aguas de la laguna y la dejan pasar cuando les parece. El agua es de un color chocolate claro, nauseabundo y ciertamente venenoso”, dice la diplomática.

El año pasado murieron 20 cabezas de camélidos. «¿Qué hacemos? No hacemos mucho, no hay control estatal en esa zona. Son asuntos gravísimos que merecen nuestra más urgente atención y presencia del Estado”, agrega.

Es sólo una muestra de la contaminación en la región fronteriza. Por ello, dice Alfaro, «me parece muy importante que la sociedad boliviana sepa lo que estamos haciendo peruanos y bolivianos con el lago Titicaca”.