Sobrevivieron a los machetazos y a las llamas del incendio

Dos internos que lucharon contra la muerte el día que la violencia estalló en el pabellón A de Chonchocorito

Así está ahora el interior del pabellón A de Chonchocorito. Aquí muchas personas murieron calcinadas . Foto:Defensoría Del Pueblo



Christian Peña y Lillo H. – [email protected]

Cuando recuerda lo que sucedió aquella madrugada del 23 de agosto de 2013, los ojos de ‘El Gauchito’ se llenan de lágrimas y su voz se entrecorta al contar cómo logró salvarse de los machetazos y las llamas que inundaron por más de dos horas el bloque A de Chonchocorito.

Él es uno de los 177 internos que sobrevivió a la matanza de aquella jornada, con lesiones que el fuego tatuó en su cara, brazos y espalda.

“Durante tres horas nadie hizo nada para salvar a más gente”, dice mirando una mesa Pedro Bufi, conocido como ‘El Gauchito’, un rosarino de 38 años que llegó al país en 2002 y que hace poco salió absuelto del penal de Palmasola, donde fue recluido por tener en su poder dos sobres de pasta base de cocaína, que él dice eran parte del vicio que lo dejó en las calles cruceñas por varios años.

Bufi, que en Argentina se ganaba la vida como mecánico de motocicletas, aún no comprende cómo tantas personas murieron consumidas por el fuego, mientras los policías miraban desde las rejas aquel espectáculo dantesco de violencia. “Todavía recuerdo a un par de amigos, con los que nos metimos a un baño para orar y tratar de salvarnos, pero ellos no pudieron salvarse, murieron quemados, sus cuerpos quedaron prendidos en las paredes y en el piso del pabellón”, cuenta el exrecluso, que ahora busca rehacer su vida ‘abrazado’ a Jesucristo.

‘El Cachorro’

Tiene 19 años y está preso desde el 19 de abril de 2013. La orden del juez cautelar que ordenó su encarcelamiento indicaba que debía ser enviado al área conocida como régimen abierto, pero la madrugada del 23 de agosto la violencia lo encontró en el bloque A de Chonchocorito, donde vendía bebidas para los demás internos y era conocido como ‘El Cachorro’.

“Aquel día los gritos de la gente y el ruido de las ollas me levantaron”, cuenta el muchacho, que recibió un machetazo en la cabeza y tiene quemaduras en la pierna izquierda, en los dos brazos y en la cara. “Me mataron en vida. Sigo con problemas de salud por lo ocurrido y nadie hace nada por no-sotros”, afirma el joven.

Hace un par de meses El Cachorro dejó Chonchocorito. Asegura que si bien el trato entre los bloques mejoró, afirma que el temor a un nuevo enfrentamiento sigue latente

Fuente: eldeber.com.bo