¿Alguna propuesta económica?

humberto-vacaflorEconomía de palabras -Humberto Vacaflor Ganam

Faltan pocas semanas para las elecciones y el electorado quisiera escuchar alguna propuesta de política económica.

El gobierno dice que la oposición no tiene una propuesta. Tiene razón. Pero el gobierno tampoco tiene una propuesta.



Lo que espera el gobierno es que los precios de las materias primas se mantengan altos, como ocurre desde 2007.

Para no pecar de negativos, los opositores no dicen que esperan un descenso de los precios, pero saben que está a la vista.

Ninguno de los dos bandos, ni el gobierno ni la oposición aluden al tema central: el reino del narcotráfico. En realidad, el gobierno lo toma en cuenta, porque cuenta con él.

Ese reino está provocando ahora una verdadera guerra en Argentina, una especie de país satélite, donde la droga producida a partir de materia prima o pasta semielaborada bolivianas ha creado el tercer exportador de cocaína de la región.

Un choque de un batallón del ejército de narcotraficantes en Villa Lujano, enfrentado a la policía de la ciudad de Buenos Aires fue la demostración de que allí también el narcotráfico quiere controlar el gobierno.

Esto lo ha dicho el columnista Joaquín Morales Solá en La Nación. El narcotráfico está en la antesala del poder (también) en Argentina, es el título del comentario.

¿Bolivia seguirá siendo el “hub” del narcotráfico en la región?

¿Los cocaleros del Chapare seguirán imponiendo su especial concepción de la moral y de la economía a todos los bolivianos? ¿Además de su líder?

¿Qué pasará cuando el actual gobierno se haya ido? ¿Los grupos ilegales que conviven con él, y lo alimentan, aceptarán la vigencia de las leyes del país? ¿O ocurrirá como ocurrió en Somalia, donde los grupos ilegales decidieron que el Estado era un estorbo, y lo eliminaron?

Ninguna propuesta se ha escuchado o leído ante esta perspectiva tan preocupante para los bolivianos.

Que pegar a una mujer es una cobardía es algo que todos lo sabemos, aunque algunos lo practican, y lo propician, contando con la complicidad del silencio de muchos y muchas.

Pero tratar el tema de la economía tendría que ser una obligación para quienes quieren quedar al mando de este territorio controlado por grupos ilegales que sueñan con acabar con el Estado.