El trabajo infantil sigue en la informalidad

Expertos destacan avances del nuevo Código del Menor para la protección de sus derechos aunque en su aplicación la realidad es otra.



Ref. Fotografia: Pese a la elaboración de nuevas normas para garantizar sus derechos, cientos de niños viven otra realidad que los aleja de tener las mismas ventajas que otros de su edad.

Los cambios y actualizaciones a las normas que favorecen a la niñez en Bolivia, avanzan en papeles, pero aún no logran aplicarse de forma favorable para esta parte de la población que aún se muestra alejada de los procedimientos y capacidades que le permiten acceder a sus derechos de manera correcta.



Dramas reales detrás de las normas. Un ejemplo de esta situación se observa en el trabajo infantil, donde aún no se contemplan los requisitos que deben cumplir los menores para poder realizar trabajos.

Esto sucede pese a que el artículo 138 del nuevo Código Niño, Niña y Adolescente, plantea que tengan un permiso  de las defensorías para que puedan trabajar desde los 10 años por cuenta propia y desde los 12 como dependientes. La misma también establece que los infantes deberán gestionar un permiso de las defensorías  de las alcaldías para que trabajen por cuenta propia  si tienen edades entre  10 a  14 años  y  por cuenta ajena, de 12 a 14 años.

Para muestra un botón. Julián (9) lleva cargando desde hace tres años los bolsones de diversas amas de casas que acuden a diario al mercado Abasto. Sin embargo,  a su corta edad ya tiene impedido su derecho a estudiar porque debe ayudar a su mamá con los gastos del hogar «Dejé de ir al colegio, porque quiero trabajar, mi madre  lava ropa, pero me dice que eso no le alcanza, porque somos cuatro y hay que pagar el alquiler, mis otros hermanos sí estudian» , dice el niño que se muestra ajeno a conocer sus derechos.

A su vez, Eduardo (13), que trabaja como estibador desde sus ocho años, cree que no necesita otra autorización que la de su madre, para poder ganarse la vida y costear sus necesidades. «Ellos dicen una cosa pero nuestra realidad es otra, si uno no trabaja no come y si no come se muere», dice en un tono rebelde al referirse a los requerimientos que debería cumplir para tener sus derechos garantizados mientras trabaja.

Historias como estas se repiten en este y otros mercados, aún pese a que en  este lugar  hay más de cuatro organizaciones velando porque puedan estudiar pese a trabajar.

Agencias de empleo concentran los riesgos. La situación es igual o peor en las agencias de empleos que hay en la zona del primer anillo de la ciudad, donde recientemente la Alcaldía, junto con la Fiscalía y la Policía, logró rescatar a cinco menores que estaban siendo explotadas laboralmente.

No obstante, se comprobó que la mayoría de estos negocios no cumplían ni con los requisitos de funcionamiento, menos aún con los visados de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia y la Dirección del trabajo, como está establecido en el nuevo código y tampoco incluían en sus operaciones los contratos estipulados por ley para que menores y adultos puedan acceder a sus derechos laborales.

Cabe destacar que hasta las oficinas del Jefe Departamental del Trabajo, José Sangüeza, y la Dirección de la Niñez y Adolescencia, liderada por Rossy Valencia, tampoco había llegado alguna solicitud de permiso y visado para la contratación de menores, en algún área laboral.

Dicha situación preocupa a las autoridades del área quienes admiten las debilidades que existen tanto en los entes responsables de velar por los derechos de los menores así como en la sociedad, donde observan una falta de conocimiento y apego a las normas que favorezcan a niños adolescentes y adultos.

Proponen más controles. «La lucha con las agencias de empleos donde se concentra un mayor riesgo de vulneración a los derechos no solo del menor sino de la gente que por necesidad acude  a estos lugares es una tarea de nunca acabar, pero que debe ser aplacada ahora que existen las normas y leyes que lo avalen» señala la concejal y presidente del Colegio de Abogados de Santa Cruz, Angélica Zapata.

La experta en leyes, viabiliza en una ley municipal que exige a la Defensoría, Dirección del Trabajo y Ministerio Público, intervenir al menos dos veces por semana este tipo de establecimientos, para poder regular y fiscalizar el trabajo que realizan estas oficinas.

Sin embargo, el experto en analizar la realidad de la niñez en el país, Guillermo Dávalos, cree que no existe ningún mecanismo efectivo que pueda evitar la vulneración de los derechos de los menores si se toma en cuenta la cantidad de menores que hay en las calles trabajando y que según manifiesta supera el 70%. «No creo que ningún mecanismo o instancia tenga la capacidad para  controlar alrededor de 700.000 niños de las edades que están planteando como límite para trabajar», dice el experto.

«La nueva ley establece que la ley edad mínima para trabajar  por cuenta ajena son los 14 años de edad y que pueden trabajar por cuenta propia a partir de los diez años pese a que el 70% de los menores de 18 años trabaja por cuenta propia», indica Dávalos.

«Creo que las defensorías deberían desarrollar una labor preventiva y educativa y no solo recibir denuncias y ver cómo  canalizan las denuncias, como me temo que sucede. Tenemos una metrópoli de dos millones de habitantes y en cada distrito un grupo de ocho  a doce funcionarios que es absolutamente insuficiente», apunta el experto.

No hay voluntad de empleadores pese a operativos. Por su parte, la responsable de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, Rossy Valencia, admitió las debilidades que enfrentan los diversos organismos de lucha por los derechos de los menores. Sin embargo, afirma que «más que por incapacidad de las diversas instancias, pasa por la falta de voluntad de los municipios de provincias y por la ausencia de conciencia de muchos empleadores que evaden los procedimientos correctos para garantizar los derechos de los menores al momento de requerir sus servicios».

«No creo que en la capital existan fallas por falta de trabajos o intervenciones pues los operativos son constantes, aunque hay una fuerte debilidad en las provincias donde hay poco conocimiento de los derechos del menor, que aún es visto como un objeto», señala Valencia.

Sin embargo, la funcionaria también es consciente que la explotación laboral es una realidad en capital, aunque afirma que este tipo de problemas está más relacionado a las agencias de empleos que operan en la capital.

«En la capital existe un gran desinterés de la mayoría de las agencias de empleos por ajustarse a los procedimientos legales que establece la ley para la contratación de menores, es por ello que ahora se está priorizando los controles en ocasión al cumplimiento del nuevo código que ya estamos haciendo regir», señala a tiempo de lamentar que a su instancia no haya llegado alguna solicitud de permiso o contrato para la contratación de servicios de menores.

No obstante, destacó que pese a los operativos de clausura los responsables de estos negocios aún se resisten a realizar los contratos con las personas que trabajan, sean estos menores o adultos.

'Nos preocupa la aplicación del nuevo código'

Entrevista: Marco Luigi Corsi  representante de la Unicef en Bolivia

El representante de la Unicef en Bolivia, asegura estar consciente de que el trabajo infantil es una realidad que preocupa al país, y aunque destaca los avances que se han logrado los últimos años para garantizar los derechos de la niñez y adolescencia sugiere que se deben crear mecanismos y políticas que permitan aplicar y  hacer efectivas las nuevas normativas establecidas en el nuevo Código del Menor.

P. ¿Cuál cree que es la realidad de la niñez en Bolivia y cuánto se ha avanzado para garantizar sus derechos?
M.L.C: Si miramos los indicadores en salud, educación y protección, yo creo que estamos mejorando porque hay una mayor sensibilización a la niñez. Claro que eso no significa que se han eliminado todos los cuellos de botella y dificultades que están impidiendo a los niños y niñas realizar plenamente sus derechos.
Sin embargo, el tema fundamental, al momento es la equidad. El problema no solo de Bolivia, sino de América Latina, si consideramos la niñez es que es la región que tiene más  inequidades, es decir que hay una población, muy rica pero también muy pobre y entonces lo que se necesita en este  momento es el desarrollo de estas reglas que puedan acercar esas dos partes de la población, eso se puede hacer solo con estrategias muy específicas que están enfocadas sobre los niños y niñas que son los más marginados.

P. ¿Cómo ve el avance de Bolivia en relación a otros países de la región?
M.L.C: Yo creo que hay progresos increíbles en varios sectores y considerando que  Bolivia llegaba de una situación donde muchos indicadores eran bastante bajos. Sin embargo, si miramos ahora tomando de nuevo el caso de la educación hay más del 90% de niños que tienen la oportunidad de acceso a la educación. Si miramos a la pobreza que es uno de los factores claves para que los niños no vayan a la escuela está bajando muchísimo y dentro del plan del gobierno actual hay una revelación de la pobreza extrema al 20% y 25%, eso a medida que el país mejora así como a nivel social a nivel económico y si se hace una inversión más larga en el sector social, podemos decir que los niños y niñas van a tener más oportunidad de ver sus derechos realizados.

P. ¿Cómo ve la decisión de flexibilizar la edad para el trabajo de los menores  en el nuevo Código del Menor?
M.L.C: Hemos hablado con las autoridades y estamos preocupados porque es una realidad, es decir que los legisladores han querido reflejar dentro del Código una realidad que hay en Bolivia y que también hay en otros países en particular de los niños que tienen que trabajar sí o sí porque tienen que ayudar a sus familias y aunque el Código  haya mantenido la edad de 14 años ha creado esa excepción alrededor de niños de diez años que son  cuentas provistas porque tienen que trabajar sí o sí para ayudar a la familia.
Lo que nos preocupa es la capacidad de implementación de esta ley. Si miramos al artículo que habla de manera específica sobre el tema del trabajo infantil, de la flexibilidad para los niños trabajadores de diez años, la norma une una serie de criterios muy estrictos para este pueda tener el permiso, es decir que la Defensoría de la Niñez  tenga que dar el visado después de dar un examen psico-afectivo del niño, el permiso de los padres siempre y cuando pueda ir a la escuela o tener  acceso a las mismas oportunidades que otros tienen. (Adicionalmente)  la Defensoría de la Niñez tendría que monitorear al niño.
Ahora si observamos esos criterios puedo apostar que pocos niños podrían trabajar. Ahora la pregunta que hacemos es ¿cuáles son las capacidades actuales para que esos criterios puedan ser implementados? porque si no hay estas capacidades es claro que el  niño se queda descuidado. Lo que nos preocupa es la implementación de la ley para crear esas capacidades para que el menor  que tenga que trabajar pueda ser acompañado  y  tenga la oportunidad de ir a la escuela, además de ser protegido

¿Cree que el país tiene los medios y la capacidad para crear esas capacidades?
M.L.C: El primer paso es hacer una encuesta, no la estamos haciendo como Unicef,  pero estamos acompañando los Ministerios de Planificación y diversos sectores multisectoriales para analizar el censo de 2008 y ver cuáles son esos niños y dónde están y al mismo tiempo bajo el liderazgo del Ministerio de Planificación que está haciendo un mapeo de las políticas  públicas y de los sistemas de planificación social que pueden ser aplicados para proteger a los niños y después crear las capacidades para que esas sistemas de protección integral intersectorial porque la respuesta es intersectorial y al final pueda ser al servicio de esos niños y desde ahí el paso más importante es la inversión de presupuesto para que esa planificación integral pueda ser efectiva y eficiente.

Realidad
Datos de la situación de la niñez en Bolivia

Datos. La Encuesta de Trabajo Infantil realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el año 2008, establece que hay 850 mil niños, niñas y adolescentes bolivianos que trabajan, lo que representa que el 28% de la población entre 5 y 17 años realiza varias actividades laborales, y más del 87% está inmerso en las peores formas de trabajo.

Realidad. El Estado Plurinacional de Bolivia tiene una población estimada apenas por encima de los 10 millones de habitantes. Sin embargo, el gasto social a favor de los niños se incrementó del 7,7% al 8% del PIB entre los años 2005 y 2010 (de $us 1,2 millones a 1,5 millones). El sector que recibió más es Educación (62,4%), mientras que el sector Salud recibió el 18,8% y Protección Social el 5,6% 4. El Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia (GdB) en diciembre del 2013, presentó los resultados finales de su Censo Nacional de Población y Vivienda de 2012, que mostró una disminución en la población de menores de 19 años, de un 49% en 2001 al 42% en 2012.

Realidad
Datos de la situación de la niñez en Bolivia

Datos. La Encuesta de Trabajo Infantil realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el año 2008, establece que hay 850 mil niños, niñas y adolescentes bolivianos que trabajan, lo que representa que el 28% de la población entre 5 y 17 años realiza varias actividades laborales, y más del 87% está inmerso en las peores formas de trabajo.

Realidad. El Estado Plurinacional de Bolivia tiene una población estimada apenas por encima de los 10 millones de habitantes. Sin embargo, el gasto social a favor de los niños se incrementó del 7,7% al 8% del PIB entre los años 2005 y 2010 (de $us 1,2 millones a 1,5 millones). El sector que recibió más es Educación (62,4%), mientras que el sector Salud recibió el 18,8% y Protección Social el 5,6% 4. El Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia (GdB) en diciembre del 2013, presentó los resultados finales de su Censo Nacional de Población y Vivienda de 2012, que mostró una disminución en la población de menores de 19 años, de un 49% en 2001 al 42% en 2012.

'La ley establece que la  edad mínima para trabajar  por cuenta ajena son los 14 años y 10 para trabajar por cuenta propia,  pese a que el 70% de los menores de 18 años trabaja bajo esta última modalidad'.

Guillermo Dávalos
Director de la fundación Sepa

Fuente: eldia.com.bo