Isol, arte en el roce entre las palabras y las imágenes

Colllages que parten del abecedario.La autora dibujó letra por letra y fue relacionándolas con palabras e ideas. Con cada una hizo un cuadro.

La E. Esperame

Dice que no, que escritora no es, aunque haya miles de fans de sus libros, aunque haya ganado el Astrid Lindgren, un premio sueco que es casi el Nobel de la Literatura Infantil, un premio enorme que se da a autores e ilustradores. Dice que escritora no es, aunque sean suyas las letras de tantas canciones, y que no es escritora porque no imagina un texto solo: siempre es con imagen, siempre es con música; siempre es así, en ese roce, como produce sentido. Ideas. De esto habla Isol –¿ilustradora, escritora, cantante, letrista?– ahora, cuando no está en el escenario ni presentando un libro sino, oh, haciendo una exposición de collages en una galería de arte. El sentido, a partir del roce. No lo dice exactamente así, pero habla de eso.



Quienes sigan sus libros, el desparpajo, la incorrección política, el ida y vuelta entre ternura y crueldad, reconocerán en estos collages a la misma autora. La misma que escribió “El globo”, ese cuento donde un día “Un día a Camila se le cumplió un deseo. Su mamá se convirtió en un globo y no gritaba más”. Y el cuento –así es Isol– no termina en ningún arrepentimiento.Pero ahora no se trata de un libro sino casi de un juego: Después de que la Isol-cantante grabara un disco, que acaba de presentar –Novela gráfica–, la Isol-¿artista plástica? se propuso un juego: ilustrar un abecedario. Una excusa para salir del formato del libro y meterse en la plástica.

Empezó –prolija– con la A. Distintas formas de hacer la A, como en los manuales de la escuela. La letra, su forma ¿el sonido que evoca? le sugirió una imagen y –¿qué es primero, qué es después?– una palabra. La “A” fue “HOY QUIERO ASUSTAR”. Y esa imagen, tierna, irónica. ¿A quién vas a asustar, bichito?“Lo que trabajo es la unión del texto y la imagen y así suceden cosas, al final termina siendo algo narrativo”, dice Isol, en la galería donde se venden sus cuadros. Parece fácil, ella dice que es fácil: “Es fácil poner una frase y un dibujo y  que salga algo: la cabeza hace asociaciones pongas lo que pongas”.Pongas lo que pongas, este abecedario no ilustra cosas sino ideas, sensaciones, un miedo producido por una imagen. ¿Una palabra para la N? Aquí fue “Nunca”, en la frase “Nunca me temas”. Se lo dice una especie de gallo a una especie de pollito. Un grande a un chico, en todo caso. No me temas: ese es un “Nunca” que vale la pena.

En uno de los collages hay una anécdota autobiográfica: se murió el perro de la familia. Su recuerdo está en la B: «Alma buena» dice el texto. No se vende: será un regalo para los padres de Isol.

Las ideas a veces salen de los dedos mismos. “A veces tiene mucho que ver con lo físico. Agarré un pincel que hacía mucho que no agarraba y empecé a hacer letras. Hay algo de meditación en hacer un signo: no estás pensando en las palabras sino en las formas”.Un ejemplo: sigue una línea curva con un pincel grueso. “Y de pronto, me aparece una manada”. ¿Cuál es la letra? I. ¿La palabra? Inquietud. La frase: “Una cierta inquietud”. Esa manada –¿o jauría?– que se viene encima… Una cierta inquietud.“Esas letras me ayudan a pensar cosas que no había pensado”, dice Isol. Hoy quiero asustar.

Fuente: clarin.com