La banalización de la democracia

banalesLa triste realidad de un proceso electoral donde a nivel mediático se privilegia la cobertura del escándalo sobre la promoción del debate de los asuntos de fondo, signa la actual banalización de la democracia, funcional a la reproducción en el gobierno de quienes impulsan el hegemonismo y el recorte de las libertades.Entre quienes cuestionan esta situación se encuentra el Defensor del Pueblo, Rolando Villena, quien pide priorizar la realización de debates entre candidatos antes que la “guerra sucia”.Otra voz es la del analista Roger Cortez Hurtado, quien ve a una mayoría de medios “dóciles y domesticados” por el juego gubernamental de la desinformación.“Los hechos a los que me refiero son la cantidad, calidad y horizonte discursivo de la información sobre la campaña electoral, las elecciones y su desenlace. Comenzando con el tratamiento que reciben las encuestas y sondeos, y rematando con los temas que encuentran mayor eco y amplitud de tratamiento, todo contribuye a construir un escenario miserable, donde el señalamiento y el debate de las cuestiones, problemas y desafíos mayores para el país, cuando no está ausente, queda sumergido en los más recónditos sótanos informativos, ya que allá los desplaza el rugiente agitarse de las aguas que generan una tropa de escándalos y rumores, que son los que copan los titulares y consumen el tiempo de presentadores y comentaristas”, señala.Añade Cortez que “La cautela paranoica de los recolectores de noticias y su deseo de aparecer ´neutrales` favorecen el uso de un lenguaje que oscurece sus relatos y tiende a confundir a quienes estamos obligados a consumir sus mensajes”.Estamos inmersos, como dice Mario Vargas Llosa, en la Civilización del Espectáculo, pero lo más preocupante es que esta superficialidad se convierte en una herramienta para quienes procuran tender una cortina de humo sobre aspectos críticos de la realidad, con miras a su perpetuación en el poder…[email protected]