Las drogas y la despenalización

Editorial

   Cancilleres y otros representantes de 32 de los 34 países miembros de la OEA participaron la semana pasada en una asamblea extraordinaria de esa entidad para analizar posibles cambios de políticas regionales para el combate contra las drogas. La cita tuvo como antecedente a la asamblea general del año pasado, que pidió analizar la opción de la despenalización como una posible forma de evitar la violencia y corrupción que el tráfico de drogas provoca.



La sesión de la OEA se realizó en Guatemala y no llegó a sugerir el debate de la legalización como una vía para enfrentar este flagelo, pero tampoco se refirió, como en años anteriores, a conceptos como «droga cero ni «guerra frontal contra el tráfico de estupefacientes.

Con 32 asistentes, era obviamente muy difícil que se lograra un consenso respecto a la despenalización de las drogas, un tema que sigue siendo muy polémico y respecto del cual solamente Uruguay ha dado un paso trascendental con la legalización de la marihuana. El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, anfitrión del encuentro, apoya también la legalización de la producción, consumo y tráfico de drogas, incluida la cocaína. Otros mandatarios se animan a plantear que la despenalización sea por lo menos debatida. Entre ellos, Juan Manuel Santos, de Colombia, y Rafael Correa, de Ecuador, como recordó el suplemento Aldea Global de Página Siete.

Pérez Molina se mostró frustrado con la tibia resolución de la OEA formada en su país y dio a entender que Guatemala no tiene por qué esperar a que las otras naciones tomen iniciativas en el sentido que esa nación desea asumir. «Las políticas (del combate a las drogas) responden a intereses de otro país, en Guatemala no somos consumidores, somos un país de tránsito, expresó el Mandatario.

En México y Centroamérica se registran 30 muertes por cada 100 mil habitantes al año debido a la violencia que generan los cárteles de las drogas, la cifra más alta entre los países que no que no enfrentan una conflagración bélica. En Europa muere una persona por cada 100 mil habitantes.

La cita de la OEA en Guatemala buscaba alcanzar un consenso regional sobre el combate a las drogas y llevar el mismo a la Asamblea de Naciones Unidas de 2016. Existen grupos de presión y países que insistirán para ese evento la despenalización de las drogas como la única vía que reducirá la violencia y bajará los niveles de corrupción ocasionados por el tráfico. Este diario considera que es precisamente ésta la vía para luchar contra los problemas mencionados líneas arriba.

En México y Centroamérica se registran 30 muertes por cada 100 mil habitantes al año debido a la violencia que generan los cárteles de las drogas.

Fuente: paginasiete.bo