Un aspecto poco comentado sobre la problemática de los “chuteros” es su participación en el circuito económico del narcotráfico.
Sucede que estos contrabandistas suelen intercambiar cocaína por vehículos indocumentados en las fronteras, de manera que estas movilidades son parte del flujo de ingresos de esa actividad ilícita.
Esto no siempre fue así, sino que se ha venido profundizando en los últimos años, de la mano del aumento de la producción de cocaína bajo el gobierno de Evo Morales y particularmente desde que el mandatario cocalero ilegalizó la importación de autos usados mediante el decreto 29.836, que tuvo como principal resultado la entrega del sector a los operadores de la economía subterránea del narcotráfico.
De paso, el citado decreto eliminaba la competencia formal de una conocida importadora de vehículos cero kilómetro, en la que altos personajes del gobierno tienen importantes intereses.
El hecho de que muchos de que estos contrabandistas sean dirigentes del partido oficialista -como lo reconoció el propio Morales cuando dijo que en el MAS hay varios diputados “chuteros”- completa el panorama de este tema, estrechamente vinculado con la deriva de Bolivia hacia el narco-estado…