Periodista intentó rescatar sus pertenencias antes del naufragio; militar critica el estado del remolcador

La periodista Liliam Ortega, que falleció en el naufragio del remolcador TNR-12 el 22 de septiembre, fue a recoger sus pertenencias a su camarote tras enterarse que la embarcación se hundía. Un militar critica el estado del remolcador de la Armada de Bolivia. Testimonio: La chata hundió al remolcador en tres minutos, según un testigo.

Critican el estado del remolcador TNR-12

Un militar asegura que no estaba en condiciones para navegar. Otro de los supervivientes asegura lo contrario.

imageFoto: El remolcador que se hundió el 23 de septiembre en la hidrovía.



EL DEBER Y ERBOL

Uno de los militares que estaba a bordo del remo    lcador TNR 12, que naufragó el 23 de septiembre en la hidrovía Paraguay-Paraná y que causó la muerte de dos personas, aseguró ayer que la embarcación estaba inoperable porque no tenía la suficiente cantidad de chalecos y botes salvavidas. Sin embargo, otro miembro de la Naval dijo lo contrario.

“Hemos hecho informes que decían que las lanchas estaban inoperables, (pero) nos han ordenado zarpar y, como buenos militares, solamente hemos cumplido órdenes” dijo el primer militar que estaba a bordo de la embarcación.

  “En ese momento íbamos cinco embarcaciones, una estaba delante y tres atrás, es decir, los que sufrimos el accidente estábamos en la segunda. En el momento del naufragio, Liliam (Ortega, la periodista que murió ahogada) estaba con el chaleco, pero entró al camarote para sacar su cámara y grabar lo que estaba pasando”, relató.

Por su lado, el cadete Jesús Rubén Quispe Churata en el momento del hecho estaba durmiendo en su camarote porque durante la madrugada (de 4:00 a 6:00) hizo la guardia y le tocaba descansar, pero también estaba con chaleco.

En contrapartida, un segundo militar, también superviviente del hecho, dijo que “la embarcación estaba en condiciones, prueba de ello es que pasó la noche en navegación. Más bien todos tenían chalecos salvavidas, tampoco había sobrecarga, pero hay que estar dentro para calcular, no habría que hacer especulación hasta la investigación final”, sugirió.

Ambos coincidieron en que segundos antes de que empiece a voltearse la embarcación, vieron una fuerte oleada, que inundó la parte delantera de la embarcación

Periodista intentó rescatar sus pertenencias antes del naufragio

Testimonio. La chata hundió al remolcador en tres minutos, según un testigo.

imageNaufragio. Familiares y amigos dan el último adiós a la periodista Liliam Ortega en el Cementerio Jardín. AFKA.

La Razón / La Paz

La periodista Liliam Ortega, que falleció en el naufragio del remolcador TNR-12 el 22 de septiembre, fue a recoger sus pertenencias a su camarote tras enterarse que la embarcación se hundía. Testigos corroboran que el bote se volteó en tres minutos porque la chata que llevaba lo jaló.

En el naufragio también murió el subrigadier Jesús Rubén Quispe, tras el inicio de una travesía en la Hidrovía Paraguay-Paraná. Según los informes, ambos fallecidos fueron encontrados después de 24 horas, el miércoles, en sus camarotes. La nave siniestrada formaba parte de las cinco utilizadas para un viaje de instrucción de la Escuela Naval Militar entre Puerto Quijarro (Bolivia) y Asunción (Paraguay).

“Antes de que pase todo y se hunda el buque, yo le dije a Liliam ‘hay que sacar las cosas de valor’ y por eso fue a recoger sus pertenencias importantes porque en cualquier momento nos iban a recoger (cualquiera de las otras embarcaciones). Luego yo salí a ver cómo estaban las cosas y ella entró a su camarote”, narró un superviviente.

Desayuno. Aseguró que la comunicadora ya estaba despierta antes del accidente porque, incluso, desayunaron juntos. Negó que haya estado durmiendo en el accidente. Todos sabían qué pasaba. El naufragio tuvo lugar a las 08.00 del martes y se pidió auxilio a las 11.00.

Esta misma fuente corroboró que “la chata se hundió y eso jaló con mucha presión, tres o cuatro minutos, al buque. Incluso se intentó sacar (del agua) antes a la chata, pero se rompió el sujetador y esa parte se sumergió violentamente, lo que nos hundió”. Añadió que la barcaza en la que se llevaba alimentos y combustible estaba atada al remolcador con cables gruesos y fierros. Pese a que los marineros trataron de desatar las cuerdas, no lo lograron.

El 25 de septiembre, este diario informó que este siniestro, cerca del Fuerte Coimbra de Brasil, se debió a que la chata en la que se llevaba carga se hundió y jaló al buque que la remolcaba hasta volcarlo.

La persona que viajó en el buque y salió ilesa del accidente también contó a La Razón que no todos los pasajeros tenían puestos los chalecos salvavidas, pese a que el comandante de la embarcación les insistió en que se los coloquen. Muchos no hicieron caso, puesto que decían que hacía mucha calor para usarlo y les incomodaba.

El entrevistado aseguró que sí tenían la radio de comunicación, pero que el aparato se perdió cuando se hundió el remolcador. Luego, tras encontrarlo, pidieron ayuda a todas las embarcaciones para que procedan al rescate.

Tras el hecho, considerado por los jefes militares como “fortuito”, el ministro de Defensa, Rubén Saavedra, instruyó abrir procesos sumariales en contra de dos jefes militares de esta fuerza naval. También exigió que el investigador del naufragio de la embarcación TNR-12 haga el trabajo pericial de manera imparcial y objetiva. Además, adelantó que con las pesquisas se identificarán responsabilidades, por un lado administrativas y posiblemente penales, porque la consecuencia fue la muerte de dos personas.

Existían 29 tripulantes

Trabajo

El pasajero que salvó la vida en el naufragio del TNR-12 contó que en el buque había 29 personas, pese a que en la lista oficial figuraban 27. Había dos individuos que eran transportados hasta Puerto Bush.

La Armada analiza pago a familiares de fallecida

La Armada Boliviana informó que el Departamento Jurídico todavía analiza si corresponde el pago de una indemnización por la muerte de la periodista Liliam Ortega en el naufragio registrado el 23 de septiembre.

También evalúan el monto que deben pagar a los familiares del cadete de la Escuela Naval Militar subrigadier Jesús Quispe, quien también falleció en el accidente, tras iniciar una travesía en la Hidrovía Paraguay-Paraná.

Una fuente de la Fuerza Naval informó a este diario que los abogados de esta institución castrense realizan las evaluaciones necesarias, con el fin de determinar si corresponde el pago a los familiares de Ortega. Además se definiría el monto de dinero que se podría desembolsar. Agregó que en las próximas horas se tendrá un resultado, mismo que se dará a conocer, en primera instancia, a los familiares de las víctimas fatales.

El buque TNR-12 se hundió en la Hidrovía Paraguay-Paraná, cerca del Fuerte Coimbra de Brasil. La nave siniestrada formaba parte de las cinco utilizadas para una travesía de instrucción oficial de la Escuela Naval Militar entre Puerto Quijarro (Bolivia) y Asunción (Paraguay).