Predadores de libertad

Karen Arauzkaren-arauzSin la algarabía y agradecimiento general que supusieron provocar, la gran noticia es que los cocaleros del Chapare han decidido por sí y ante sí, tributar cinco bolivianos por cada cincuenta libras de coca. Pareciera casual, que sean los mismos cinco bolivianos con los que los simpatizantes y seguidores del Movimiento al Socialismo, aportaron al reinscribirse a las listas de militancia y dizque como fondos para la campaña electoral. Por si pasa desapercibido, repito -voluntariamente- así lo han decidido.En ese territorio exclusivo para los súbditos y devotos de su principal dirigente, no existe la noción de que pertenecen a un Estado por lo que debieran estar sujetos a sus leyes. Es la quinta esencia de la anomia. No pagan impuestos, erradican lo que les da la gana (que es muy poca) y solo ante las cámaras o algún cándido burócrata internacional, que como niño chico se deja embaucar. Deciden que en su territorio solo hacen campaña sus propios y que rige el voto consigna, ejemplo de cuánta farsa encierra este proceso electoral supuestamente democrático.Es un hecho que las elecciones bufas son el vehículo propicio para el logro de su objetivo que es erigirse en una autocracia. No hay ninguna duda que van en pos de alzarse con el país en su mal llamada revolución.  Como para que no quepa duda, Evo Morales a tiempo de entregar en campaña en su doble papel una sede social para los transportistas en Cochabamba -confesó gracias  a su incontinencia verbal-  que ellos no son pasajeros ni inquilinos y que están para quedarse eternamente en el poder (sic). Pese al esfuerzo, no alcanzan las palabras reproducibles para calificar al infecto Tribunal Electoral.A las elecciones generales además de mentirosas y amañadas, les otorgan el papel de referéndum  en búsqueda de implantar en Bolivia un reinado absolutista con rey a la cabeza, séquito de rastreros intrigantes y sin duda, mediáticas cortesanas. Para aportar mayores indicios sobre las intenciones del MAS, en estos momentos, tenemos la casi totalidad del territorio incomunicado por los «chutos» que solo son un gran ejemplo de los engendros creados por ellos mismos. Como en la historia del Dr. Jeykill y Mister Hayde, por el narcisismo que lo ha llevado a fabricar un alter ego de sí mismo, Morales parece, bajo el influjo de su illuminati propio, inclinarse por los mismos instintos de Caín para hacer que una nación entera se vaya al infierno por sí sola.La tortura a la que están sometidos hace más de cinco años los acusados del caso terrorismo en su dos capítulos, tiene un ingrediente sádico, una de las formas más ruin de dominación. Hace unos días, el «Viejo» Villa Vargas en medio de una audiencia en episodio extremo de humillación a una persona, mojó sus pantalones ante todos. De colaborador a acusado, nadie puede discutir que fue consecuencia de las acciones de maldad y escarmiento a las que está sometido y que viola los más elementales derechos que como ser humano y además anciano, le corresponden. Por razones aún inexplicables, se está empujando tan al borde del abismo a algunas de estas personas con problemas de salud, que pareciera que se está necesitando un nuevo muerto que sume a la a larga lista de pertenencia de este gobierno.Otro elemento significativo del verdadero propósito de esta re-reelección, es la tranquilidad con la que actúan los altos mandos militares aplicando sus propias leyes, muy por encima de la Constitución. Porque los uniformados no disimulan lo firme del terreno que pisan y eso es porque alguien, les ha solidificado la ruta por la que transitan. Tienen en mente una misión más importante para ellos, como de que algo salga mal y la razón de las armas acuda en su auxilio en reciprocidad a la autonomía para la administración de justicia que se les ha otorgado.Los jubilados que se están quemando sentados al sol en las calles de la sede de gobierno, tienen una gran culpa. Han creído a pies juntillas, que el incesante e ilimitado flujo de recursos -de los que el poder hace grotesca demostración- estaba también destinado a tenderles una mano en el ocaso de sus vidas. La presión, la extorsión y el chantaje es moneda corriente. Quienes han destapado la maligna olla para que las incontrolables y aberrantes criaturas le salten a la yugular a la indefensa población, son los mismos que  imponen premios y castigos  a discreción.Es trágico que a muchos de los bolivianos todas estas señales les deje indiferentes. Hay que reconocer el esfuerzo de la oposición de no rendirse sin batallar.  Los militantes de los derechos  y  de la democracia  verdadera y no de esta tan degradada, no conciben que se vaya a las urnas para conceder una mayoría que otorgue poderes irrestrictos para la destrucción de todos, a tiempo de conceder vía libre para que se reediten los peligrosos predadores de la libertad.El Día – Santa Cruz