El presidente-candidato brindó el domingo su última entrevista antes de las elecciones del 12 de octubre, en la que volvió a echar mano al sonsonete del “terrorismo-separatismo” con el que se buscó estigmatizar al movimiento autonomista cruceño.Evo Morales se refirió al proceso judicial por el caso Rozsa, bramando instructivas a la justicia sobre cómo tratar a los acusados (“deberían ser juzgados de una vez”) y exigiendo “castigar a los separatistas”.Saliéndose del guión de seducción-a-Santa Cruz elaborado por los estrategas oficialistas, que implica mostrarse temporalmente conciliador y atiborrar al electorado oriental de promesas, el mandatario cocalero reveló una vez más su verdadero talante, más afín a la confrontación y a la persecución de disidentes.Las encuestas indican que la mayoría de la población no cree en la versión gubernamental sobre el caso de supuesto terrorismo, y cada vez más evidencias consolidan la hipótesis de que todo fue un montaje digitado desde el poder central para neutralizar a la oposición regional.Todo indica que, más temprano que tarde, Morales tendrá que rendir cuentas ante la justicia internacional por las ejecuciones en el Hotel Las Américas…[email protected]