El fantasma del voto cruzado

Carlos Cordero CarraffaCORDEROLa hábil propaganda política del partido gobernante dejó marcada en la opinión pública la idea de que, en las elecciones de octubre, el MAS mejoró su desempeño electoral respecto de las elecciones presidenciales llevadas a cabo en 2009. Un mes después de efectuado el proceso electoral presidencial de 2014, el análisis de los resultados electorales difícilmente podrá cambiar esta primera impresión; sin embargo, el propio presidente Evo Morales reconoció con hidalguía algo que la militancia oficialista negaba rotundamente: si bien el MAS incrementó su votación en los departamentos del oriente, Santa Cruz en especial, también es cierto que disminuyó su caudal electoral en el occidente de Bolivia, esto es, en La Paz, en Oruro y en Potosí.El partido de Gobierno no logró el objetivo que se había propuesto de alcanzar el 74% de los votos, ni siquiera pudo superar el 64% que obtuvo en las elecciones de 2009. En el último proceso electoral alcanzó el 61% de los votos válidos para presidente. El MAS tiene en la última elección efectuada en el país casi tres puntos menos que en las elecciones de 2009. Pero en términos reales, es decir, en cantidad de votos, el MAS incrementó su votación respecto de lo que había logrado en las elecciones de 2009. Son los efectos y distorsiones del análisis estadístico.En las elecciones de 2009, el MAS obtuvo 2.851.996 votos. En las elecciones de 2014 logró 3.057.618 sufragios, mejorando su votación en algo más de 200.000 votos. Respecto de los votos que se emiten en la franja inferior de la papeleta, esto es, los votos para la elección de diputados uninominales, el MAS también incrementó su caudal electoral si se comparan los datos de 2009 y de 2014. En las elecciones de 2009, el MAS logró 2.050.547 votos y en las de este año alcanzó 2.181.305 sufragios, incrementando su votación en 130.758 votos.Algo que el oficialismo no menciona es que a pesar de la intensa campaña para evitar el voto cruzado, que incluía chicotazos y vehementes pedidos presidenciales para votar en línea, el ciudadano cruzó el voto con igual entusiasmo que en el pasado.En las elecciones de 2009, el MAS perdió 801.449 sufragios, por efecto del voto cruzado. En las elecciones de octubre de este año, a pesar de las amenazas presidenciales, 876.853 ciudadanos votaron en la franja inferior de la papeleta por otras candidaturas.De poco sirvieron las amenazas o la tinta derramada para evitar el voto cruzado. El voto cruzado es un fantasma que no deja dormir al partido oficialista.El Deber – Santa Cruz