Obispos dicen que pobreza, narcotráfico y justicia son tareas pendientes en Bolivia

El prelado pidió además «respuestas más eficaces y oportunas frente a las amenazas crecientes del narcotráfico, y una verdadera y profunda renovación del sistema judicial».

imageAsamblea de Obispos en Cochabamba Foto:Fernando Cartagena

La Razón Digital / AFP / La Paz

Una asamblea anual de obispos católicos consideró este jueves que la pobreza, el narcotráfico y la justicia son los principales desafíos que debe asumir el presidente boliviano Evo Morales en su tercer mandato, desde enero de 2015.



En la apertura de una asamblea de obispos, el presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), monseñor Oscar Aparicio mencionó la necesidad de «propuestas estructurales y sostenibles frente al drama de la pobreza persistente».

El prelado pidió además «respuestas más eficaces y oportunas frente a las amenazas crecientes del narcotráfico, y una verdadera y profunda renovación del sistema judicial».

Además propugnó «una auténtica y sana independencia de los poderes al servicio del estado de derecho, una evidente mejora de los servicios de salud y educación, así como adoptar medidas urgentes para resolver la creciente inseguridad ciudadana».

La CEB estimó que «hay razones para el optimismo y la esperanza»  luego de las mejoras económicas y sociales en el país, que le dieron un rotundo triunfo en las elecciones de octubre a Evo Morales.

«Sin embargo no podemos dejar de ver los desafíos que seguimos teniendo todos en la tarea de construir una Bolivia de progreso», dijo Aparicio en la inauguración de la asamblea de obispos en Cochabamba, centro del país, que se prolongará hasta el martes.

A pesar de haberse entrevistado dos veces con el papa Francisco, el presidente boliviano mantiene una controvertida relación con la jerarquía eclesiástica en el país, a la que acusa de aliarse con la oposición de derecha, crítica de su gobierno.

Bolivia, de mayoría católica, es un estado laico desde 2009, cuando fue reformada su Constitución que hasta entonces consideraba el catolicismo como la religión oficial.