“Si el precio del petróleo sigue cayendo, la situación será difícil” para Bolivia

Carlos Villegas, presidente de la estatal petrolera YPFB. Villegas recuerda que “Bolivia no es un país autárquico, es parte de la economía mundial”.

imageEl presidente de YPFB, Carlos Villegas (centro) con periodistas de Página Siete.

Según el presidente interino de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Carlos Villegas, la dramática caída de los precios internacionales del petróleo no afectará a Bolivia en los próximos meses de manera significativa, debido al sistema de cálculo de los precios del gas de exportación a Argentina y Brasil, pero advirtió que si la disminución continúa al mismo ritmo «la situación podría tornarse más delicada”.



Entrevistado en  el marco del Desayuno de Trabajo de Página Siete, Villegas recordó que los precios del gas de exportación están ligados a tres derivados del petróleo y son fijados a base del promedio del trimestre anterior, en el caso de Argentina, y al último semestre, en el caso de Brasil, lo que amortiguará el impacto en 2015.

«Bolivia no es un país autárquico, es parte de la economía mundial y, por lo tanto, vamos a sentir los efectos de la caída de los precios, pero en una primera fase van a ser muy leves. Si continúa la caída, por supuesto que vamos a sentir los efectos en términos de ingresos”, señaló.

Villegas, quien fue entrevistado en vísperas de que el vicepresidente Álvaro García Linera revelara que el máximo funcionario de la petrolera estatal se encuentra aquejado de un cáncer, abordó también otros temas, como el de las reservas, y por supuesto el escándalo de corrupción que afecta a la institución.

Los precios del petróleo están cayendo de manera dramática, ocasionando serios disturbios a nivel mundial. ¿Cuál es la consecuencia para Bolivia?

La disminución del precio es el reflejo de un cambio cualitativo en el perfil energético mundial. No es coyuntural, sino estructural. Hay un conjunto de factores a nivel mundial. El más importante es el incremento de la producción de shale oil en EEUU. También en EEUU hubo un cambio político importante. El Gobierno tenía una orientación más asociada al mercado interno, al que destinaba la nueva producción de petróleo, pero con el cambio en el Congreso, dominado ahora por los republicanos, se abrió la posibilidad de la exportación a otros países, lo que ha tensionado el mercado. En la última reunión de la OPEP, los países árabes, con Arabia Saudita, Kuwait y Emiratos Árabes a la cabeza, decidieron  no hacer nada para frenar la caída del precio. El trasfondo  es que quieren reducir el precio hasta inviabilizar la producción de shale oil en EEUU, hacer que las futuras inversiones no sean redituables. A ello se añade el hecho de que los países de la OPEP y otros productores han aumentado la oferta. Hay una sobreproducción acompañada de una disminución de la demanda, particularmente de China y Japón, además de la recesión de Europa. Hay otros factores geopolíticos, como las sanciones  económicas de Europa y EEUU a Rusia, la producción del Estado Islámico que controla una parte de Irak, la crisis económica de Venezuela, etcétera. Como nunca en la historia del petróleo, en la caída de los precios convergen seis o siete factores.

En el caso de Bolivia, ¿cuáles son los efectos?

Vamos a ahorrar por la importación de diésel y gasolina  entre 150 y 200 millones de dólares. En el caso de los países productores de gas natural, que es el de Bolivia, los precios de exportación están asociados al precio del petróleo, particularmente a los derivados del crudo. Con Brasil,  el precio está  asociado a tres fuel oils  y el de    Argentina a tres fuel oils más diésel. El presidente Evo Morales dijo que un Gobierno no solamente debe estar preparado para un periodo de bonanza, sino que su fortaleza se ve cuando la situación es adversa. En el periodo de bonanza, Bolivia hizo bien la tarea, porque privilegió la estabilidad económica, el crecimiento económico y la reducción de la pobreza o solución de los problemas sociales. Algo más: incrementó sus reservas internacionales, que hoy constituyen un colchón financiero para hacer frente a cualquier situación adversa. Por otro lado, no en forma  deliberada como las reservas internacionales, generó otro colchón financiero, resultado de la no ejecución a plenitud del presupuesto por parte de gobernaciones y municipios, con un ahorro no previsto importante, de unos 1.400 millones de dólares.

Entonces, ¿cuál sería el efecto negativo?

De acuerdo con los primeros estudios, los efectos en un primer año no van a ser significativos debido a que los precios están definidos como señalé y son fijados trimestralmente. En enero se fijan para el próximo trimestre y se toma en consideración,  para  Argentina, el promedio del trimestre anterior, y para Brasil, el promedio del semestre anterior. La  disminución de precios se está  dando en forma incesante recién desde octubre. Entonces, el efecto se va a amortiguar por lo menos en el primer semestre de 2015. La situación podría tornarse más delicada si el precio continúa bajando. Por el  momento no hay quién se anime a señalar la fecha y el tope.  En EEUU se estima que los campos más productivos de shale oil están en el orden de 40 a 45 dólares. Eso quiere decir que por debajo de esas cifras no son rentables. Y Arabia seguramente va  a llevar el precio por debajo de los 40 o 45 dólares para reventar la producción de shale oil. En síntesis, Bolivia no es un país autárquico, es parte de la economía mundial y, por lo tanto, vamos a sentir los efectos de la caída de los precios, pero en una primera fase van a ser muy leves. Si continúa la caída, por supuesto que vamos a sentir los efectos en términos de ingresos. Pero también hay una oportunidad importante para Bolivia. Por las estimaciones y estudios que conocemos, Vaca Muerta, en Argentina, que tiene shale oil,  y el Presal, en Brasil, son rentables con un precio de alrededor 100 dólares el barril. Si el precio baja, como ahora que está entre 54 y 56 dólares, Vaca Muerta y Presal ya no son rentables.  Por lo tanto, no son competitivos para nosotros y tenemos una oportunidad de no solamente seguir entregando el gas que estamos entregando, sino tal vez de aumentar la exportación.

¿Hay una estimación de la disminución de ingresos para el primer trimestre de 2015?

No quiero dar ningún dato. Sería muy prematuro, porque todavía no se ha consolidado la disminución de precios. Estamos trabajando con los ministerios de Economía e Hidrocarburos. Una vez que terminemos los estudios que estamos haciendo, informaremos a la población.

¿No ha sido muy optimista haber proyectado 80 dólares como precio promedio para el presupuesto de 2015?

En ese momento, cuando se elaboró el presupuesto,  tampoco teníamos la previsión de este ritmo tan acelerado de la disminución del precio. Cuando se empezó a elaborar el presupuesto, en mayo, el precio estaba en buen nivel. En junio llegó a 107 dólares. Nadie previó una disminución tan drástica. En ese momento, la lectura fue correcta.

Según un cálculo independiente, la reducción de ingresos podría llegar a 1.300 millones de dólares…

Conozco el estudio de la Gobernación de Santa Cruz, pero no creo que lleguemos a una reducción tan drástica en el primer año. Puede ser si el precio tiende a disminuir en el futuro. Lo que puedo decir, por los estudios  que hemos realizado hasta ahora, es que no llegaríamos a una disminución de ese nivel, pero no descarto que eso pueda darse si el ritmo de la disminución continúa. Si eso fuera así, la renta petrolera sería afectada.

Este año estamos cerrando la renta petrolera en aproximadamente 5.500 millones de dólares. Gran parte de esta renta se destina a gobernaciones y municipios, también al TGN, a YPFB. Entonces quienes van a ser afectados en la medida que exista una disminución van  a ser los gobiernos subnacionales. Por otra parte, la disminución de precios no implica que vaya a ser una situación de largo plazo.