La Policía Boliviana identifica al menos 5 oficios nocturnos inseguros

Riesgos. Los sitios más peligrosos son aquellos donde funcionan bares.

La Razón / La Paz

imageResguardo. Un guardia nocturno vigila en la calle Tumusla. Al fondo, un hombre bebe un jugo caliente, el viernes 6. Foto: Alejandra Rocabado.



“Una vez un hombre quiso abusarme, estaba borracho y yo sola, lo distraje para escapar”, contó Cinthia, una barrendera que trabaja de madrugada en las calles paceñas. Como ella, empleados de otros cuatro oficios nocturnos están expuestos a sufrir delitos.

El coronel José Guardia, comandante de Radio Patrullas 110, informó que además de las barrenderas, radiotaxistas, personal de seguridad privada, trabajadoras sexuales y policías enfrentan riesgos por trabajar por las noches.

“Muchos de ellos corren peligros, incluso los uniformados que hacen turno. Está claro que los ladrones operan más en la noche que en el día, porque se ayudan con la oscuridad”, señaló Guardia.

Este diario realizó un recorrido la noche del jueves 5 y la madrugada del viernes 6 por las zonas San Pedro, Max Paredes, la plaza Garita de Lima y la calle Tumusla. Al menos 15 personas, entre hombres y mujeres, se encontraban barriendo las calles, mientras que guardias vigilaban los puestos comerciales de los pasajes Ortega y La Tablada.

Privados. “Estaba barriendo, era un solo hombre el que se me acercó y me amenazó con un cuchillo, no tuve más que seguirle la corriente, más bien no pasó nada. Ven a una sola y se aprovechan”, relató Cinthia, que lleva ocho años de barrendera. Cada día limpia la Max Paredes, de 21.00 a 04.00.

En 2014, unos 30 uniformados de Radio Patrullas 110 fueron heridos por particulares mientras realizaban recorridos. Los agresores faltaron el respeto a las autoridades e intentaron intimidarlos con armas contundentes y de fuego.

“La función policial siempre conlleva un riesgo. Hay gente que incumple las normas cuando un policía se acerca a atender un caso denunciado o cuando ve alguna irregularidad en la calle”, sostuvo.

Otros oficiales que realizan trabajos nocturnos por turnos son los del Batallón de Seguridad Física, que resguardan entidades bancarias, privadas y a gente que requiere protección particular.

El coronel Carlos Coritza, comandante del Batallón de Seguridad Física de La Paz, informó que el año pasado fueron heridos dos integrantes de esta entidad mientras patrullaban en horas de la noche: uno era de una empresa privada y otro cuidaba un banco.

“Tenemos varios heridos que fueron objetos de asalto, nuestro trabajo es de riesgo porque estamos en lugares vulnerables”, añadió. La institución acoge a más de 1.600 efectivos, distribuidos en 126 compañías o instituciones.

La madrugada del 25 de abril, un guardia nocturno de 45 años murió acribillado con cinco disparos de bala en el local La Paceña —ubicado en la calle Murillo—, atacado por dos desconocidos que bebían en el establecimiento donde él trabajaba.

La dirección departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) indicó, además, que esa jornada otro uniformado resultó herido con un disparo en una de sus piernas.

La Policía lanzó la hipótesis de que se trató de un ajuste de cuentas, porque los desconocidos retornaron al sitio. El 2 de septiembre se logró capturar a Gabriel S. G., quien sería coautor del crimen.

“Hay mucha delincuencia, más los viernes y fines de semana, pero tenemos nuestra manera de neutralizarla”, dijo el guardia Fidel Salas, jefe de grupo de La Tablada.

Tomás Pórcel, presidente de la Asociación de Radiotaxis de La Paz, manifestó que solo el año pasado resultaron robados entre 15 y 20 vehículos, luego de que sus conductores resultaron heridos con cuchillos y amenazados con armas de fuego. La Policía solamente logró recuperar dos motorizados, pero no halló a los malhechores.

“Antes se hacían más acogotamientos, ahora apuñalan a los choferes. Son bandas organizadas que en menos de diez minutos se roban un auto”, detalló Pórcel.

La asociación está integrada por 92 empresas con cerca de 6.000 afiliados. Los conductores buscan financiamiento para colocar dentro de sus coches casetas protectoras para evitar asaltos.

El coronel Guardia, de Radio Patrullas 110, señaló que los lugares más vulnerables son aquellos donde existen bares y cantinas, y las calles que no tienen suficiente iluminación. Complementó que “las trabajadoras sexuales igualmente llegan a ser víctimas de hombres que las golpean”.

Comideras y menores de edad

Tumusla

En la calle Tumusla, varias vendedoras de comida y jugos trabajan hasta las 03.00. Atienden en la mayoría de los casos a personas ebrias.

Niños

Mayra, de 11 años, vende jugos de linaza y manzana en la Tumusla. A las 12.45 del viernes 6 estaba sola, mientras su madre ofrecía los jugos en otra calle y cargaba a su recién nacido.  ¿A qué hora duermes?, le preguntó La Razón. “No sé, trabajo todas las noches hasta tarde”, respondió.