Sentirse enfadada después de una acalorada discusión es algo natural y muy normal, pero lo que debemos aprender es a controlar esa ira desmedida y convertirla en aliada, pero no en enemigo.
El enfado puede poner en riesgo nuestra forma de actuar, por lo que si no se controlan las emociones adecuadamente podemos hacer y decir cosas que después nos arrepentiremos, y lo que es peor, pueden tener consecuencias muy negativas para la relación de pareja.
Recuerda que NUNCA hay que actuar bajo la influencia negativa de la ira, porque lo más probable es que hagas o digas cosas que realmente no quieras hacer o decir. Veamos algunas cosas que NO debes hacer nunca aunque estés enfadada para que tu relación de pareja no se vea resentida.
Insultarlo o despreciarlo
A veces los gritos salen sin querer (pero no son justificados) además de frenar los gritos y de hablar con respeto y siempre desde el cariño, lo que NUNCA tienes que decirle a tu pareja son palabras hirientes, malsonantes y mucho menos insultantes.
Tu pareja es tu aliado, no es tu enemigo. Si lo insultas, estás demostrando que no te importa lo suficiente como para respetarlo, por este motivo deberás plantearte el cambio de tu comunicación hacia él en las discusiones, o pensar qué te está pasando a ti internamente.
Ir a la cama enfadada
El consejo que dice “Nunca debes ir a la cama enfadado” es totalmente cierto. Cuando te vas a la cama enfadada lo que harás será preservar las emociones negativas y lo que conseguirás será levantarte peor por la mañana y seguramente pasar una mala noche. Mientras dormimos mejoramos la memoria y las emociones, por lo que durante el sueño tu mente procesará y consolidará la información que has tenido mientras estabas despierta.
En este sentido, si te vas a la cama después de una discusión, lo más probable es que consolides en tu interior esa experiencia negativa con más eficacia que si hubieras permanecido despierta. Por este motivo, resulta fundamental que si existe un enfado o una discusión antes de ir a la cama, es mejor que lo hables con tu pareja, dejando el orgullo de ambos a un lado. Seguro que lo agradecerás.
Recuerda que resulta fundamental que en las relaciones de pareja por muy enfadados que estén siempre se deben hablar las cosas desde el cariño y desde el respeto, porque es la única manera de que la relación no se vea resentida.
Fuente: www.imujer.com