Las negociaciones nucleares entre Irán y el G5+1 entran en su recta final

La fase final de la cumbre nuclear comenzó este domingo en la ciudad suiza de Lausana con una reunión entre el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y su homólogo iraní, Mohamed Yavad Zarif.

En esa reunión estuvieron también presentes el secretario de Energía norteamericano, Ernest Moniz, y el jefe de la autoridad nuclear iraní, Ali Akbar Salehi, informaron fuentes diplomáticas de Estados Unidos.



La reunión duró apenas media hora, después de la cual Kerry salió del hotel Beau Rivage, donde se celebran las negociaciones, para dar un breve paseo, rodeado por decenas de periodistas y cámaras.

Preguntado por si se iba a lograr un acuerdo, solo apuntó: «No lo sé. Estamos trabajando en ello».

El departamento de Estado norteamericano informó que Kerry ha cancelado un planeado viaje a su ciudad natal Boston, para acudir a un acto en memoria del fallecido senador Edward Kennedy, con la finalidad de permanecer en las negociaciones.

Con ese mismo objetivo, los ministros de Exteriores de Alemania y Francia, Laurent Fabius y Frank-Walter Steinmeier, también anularon un viaje que tenían previsto juntos a Kazajistán.

Mientras los «pesos pesados» de la negociación iniciaron nuevas rondas de contactos, llegó hoy a Suiza el ministro chino de Exteriores, Wang Yi, quien hasta ahora apenas se había involucrado personalmente en las conversaciones.

En unas horas también se espera la llegada del ministro británico de Exteriores, Philip Hammond, y de su colega ruso, Serguéi Lavrov, lo que ha hecho aumentar la expectativa sobre una posible conclusión de las negociaciones en los próximos días.

Zarif, el negociador jefe iraní, señaló anoche en un mensaje emitido en su cuenta de la red social Twitter que «en una negociación ambas partes deben mostrar flexibilidad».

«Nosotros estamos listos para hacer un buen acuerdo para todos. Esperamos la voluntad de nuestros interlocutores», agregó el ministro de Exteriores iraní.

De hecho, las partes se han comprometido a terminar las conversaciones antes del 1 de abril próximo, para cuando pretenden firmar un acuerdo marco (político) cuyos detalles técnicos y legales se negociarían en los siguientes tres meses.

La comunidad internacional quiere poner fin así a una década larga de conflicto nuclear con Irán, al que se acusa de tener intenciones militares con sus actividades atómicas.

Cualquier acuerdo significa que Irán debe limitar los aspectos más delicados de su programa nuclear, como la producción de uranio enriquecido y plutonio, al tiempo que la agencia nuclear de Naciones Unidas pueda verificar y controlar de cerca todas sus actividades, incluyendo la investigación y el desarrollo.

A cambio de acceder a esas limitaciones, las sanciones internacionales que pesan sobre Iránserían levantadas, aunque las modalidades de esos alivios siguen en discusión y son uno de los puntos que están obstaculizando un acuerdo hasta ahora.

Los críticos de ese potencial pacto, como Israel, Arabia Saudita o los republicanos en Estados Unidos, aseguran que la planeada moratoria de diez años no es suficiente.

De hecho, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, calificó hoy en Jerusalén de «muy peligroso» lo que llamó «eje» de acontecimientos que se están gestando en Lausana, Irán y Yemén, donde una coalición suní está bombardeando a un grupo rebelde chií.

«El eje Irán-Lausana-Yemen es muy peligroso para la Humanidad y debe ser detenido», señaló Netanyahu, uno de los más feroces críticos del posible acuerdo nuclear con Irán.

Irán siempre ha negado que tenga intenciones militares con su programa nuclear, aunque las dimensiones y el alcance del mismo levantan sospechas.

Los expertos nucleares de la ONU no han logrado en más de una década de investigaciones confirmar la naturaleza pacífica del programa atómico iraní, también porque Irán no coopera en la medida que ellos exigen y consideran necesario.

Fuente: www.infobae.com