OEA: Una larga y patética agonía

Álvaro Riveros TejadaAlvaro-Riveros-Tejada31111No cabe la menor duda que el cáncer que aqueja a los países populistas, desde el Río Grande hasta la Patagonia, ha hecho metástasis en el organismo que los aglutina, como es la Organización de Estados Americanos.Este organismo panamericano creado hace 67 años, con el objetivo de fundar un foro político que tome decisiones, genere diálogo, contribuya a la integración de las naciones,  vele por la consolidación de la democracia y el respeto a los derechos humanos y promueva el fortalecimiento de la paz y la seguridad en las américas, se ha convertido en un grupo de yihadistas criollos que han matado y/o pretenden matar todos estos principios, bajo la peregrina sugerencia de la descolonización, desterrando de su seno a los EE.UU. y al Canadá, dos naciones que sufragan el 70% de los gastos que subviene la organización y cuyos gastos ni la UNASUR, ni el ALBA o el CERELAC juntos pueden dispensar.Esta epidemia se inició en México donde, al fragor de los ricos ingresos por concepto del narcotráfico, infectó toda la institucionalidad de ese otrora país revolucionario, convirtiéndolo en  un descampado sin ley, donde imperan las misteriosas desapariciones forzosas, la corrupción desembozada y el asesinato.Venezuela por su parte rebasó los límites de la racionalidad a raíz del afán de un demente de erigirse como líder de una revolución cubana desahuciada, saqueó a su pueblo de las riquezas que le otorgó el petróleo y lo sumió en la más profunda crisis moral, de ineptitud y pobreza. Una ley firmada por el presidente de los EE.UU. Barack Obama, aprobada previamente por las dos cámaras del Congreso, dispuso la congelación de los fondos bancarios  de los corruptos funcionarios del gobierno venezolano y aquellos señalados de cometer violaciones a los derechos humanos durante las protestas que sacudieron Venezuela a inicios de 2014, asimismo, la prohibición de su ingreso a suelo norteamericano, como un  golpe de gracia a esa “pseudo revolución libertadora”.Brasil no es una excepción y, de ser un país líder del continente fue convertido en un antro de corrupción y despojo, donde desplumaron inmisericordemente a la gallina de los huevos de oro, representada por Petrobras, la principal empresa petrolera del país y una de las más importantes del planeta.Argentina se debate entre la ineptitud de su alocada mandataria y un cúmulo de rufianes que la sostienen, para reflotar el clima de robos y asesinatos que han estremecido al mundo.Los otrora furgones de cola de este tren de la mediocridad y el engaño, asisten impasibles el cruel deterioro y saben que la caída de sus primos inter pares decretará irremisiblemente la caída de ellos. El próximo 18 de marzo se deberá elegir al nuevo Secretario General de la OEA, nombramiento que de seguro recaerá en el uruguayo Luis Almagro, como único candidato, y fideicomisario de estos facinerosos. Tal determinación acabará con el único organismo que pudo haber evitado tanto desastre, donde ya se avizora una larga y patética agonía.